A lo largo de los años que llevo dedicándome a probar coches siempre he intentado ser lo más imparcial posible y valorar las características más destacadas o los defectos de un coche poniéndome en la piel del cliente potencial de ese modelo concreto. Pero he de reconocer que con uno de los últimos que he probado, el Mazda MX-5 1.5 131 CV, no he logrado continuar con esta tendencia. Es un coche que me ha conquistado por su brillante comportamiento dinámico y que me ha recordado que la potencia no lo es todo, que hay ocasiones en las que no hace falta disponer de tropecientos caballos para pasárselo en grande.

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Porque mirando las características técnicas del Mazda MX-5 que pruebo, cualquiera pensaría que el pequeño motor de cuatro cilindros en línea y 1.5 litros de capacidad con 131 CV de potencia y apenas 150 Nm de par se quedará justo para un coche de este tipo, en el que buscas sensaciones de conducción por encima de todo. Pero nada más lejos de la realidad: no es un cohete y tampoco pretende serlo, la clave está en combinar ese motor (al que además le gusta girar alto de vueltas) con un peso total realmente contenido. Y con 1.050 kilogramos (en orden de marcha, con fluidos y conductor incluídos), podemos decir que este MX-5 es un verdadero peso pluma.

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Hasta que no te pones al volante de un automóvil liviano no te das cuenta de lo importante que es mantener este aspecto a raya, pues al final afecta a todos los apartados dinámicos: con menos peso frenas antes, aceleras más rápido, cambias de dirección con mayor facilidad y además de todo esto, consumes menos carburante y neumáticos. Con la cuarta generación del Mazda MX-5, Mazda ha querido volver a los orígenes del modelo fabricando un coche que mantiene la esencia del original y añade un popurrí de soluciones técnicas actuales.

El resultado es el Mazda MX-5 ND que pongo a prueba, un coche sumamente divertido de conducir y que al mismo tiempo, te permite disfrutar de todas las tecnologías y medidas de seguridad que cabría esperar en un automóvil moderno. Está claro que no es un modelo para todos los públicos, pues con solo dos plazas, un habitáculo que no destaca precisamente por ser espacioso y un maletero (imagen) con tan solo 130 litros de capacidad, es de todo menos práctico. Pero claro, todos sabemos que este es el precio que hay que pagar para poder acceder a un MX-5, de la misma forma que nadie espera que el Miata sea tan veloz como un BMW M4 Coupé (prueba).

Tan pequeño como parece

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Con una longitud de 3.915 mm, una anchura de 1.735 mm, una altura de 1.230 mm y una distancia entre ejes de 2.310 mm, el nuevo Mazda MX-5 resulta más corto, más ancho y más alto que el primer MX-5 de la historia. En fotos puede parecer más grande de lo que realmente es, pero se trata de un automóvil realmente compacto. La prueba está en que el siguiente vehículo más pequeño del fabricante nipón, el Mazda2 (prueba), tiene una distancia entre ejes 260 mm mayor y una longitud total 145 mm superior. Esto, como es lógico, limita la cantidad de espacio disponible tanto en el habitáculo como en el maletero.

Acceder al interior del Mazda MX-5 Luxury 1.5 SKYACTIV-G 131 CV que pruebo no es fácil, pues el asiento queda a escasos centímetros del suelo, por lo que más que subir estás bajando. Esto es extensible a la hora de salir del interior, operación que resultará más compleja cuanto menor agilidad tengas, algo que hay que tener en cuenta si piensas utilizar este coche en el día a día. Una vez acomodado, hay espacio suficiente como para no sentirse agobiado, aunque todo dependerá del tamaño que tengas. Yo, con una estatura de 1,81 metros, me encontré muy cómodo, pero es cierto que personas más altas que han subido a bordo sí que entraban más justas, especialmente en lo referente a la altura hasta el techo.

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Pero eso es fácil de solucionar: basta con accionar la palanca (imagen) que ancla la capota al marco del parabrisas, empujar el techo hasta su posición de plegado (imagen) y ya puedes disfrutar de tanta altura como desees. Capotar y descapotar el Mazda MX-5 ND puede hacerse tanto desde el exterior como sentado en el interior, aunque en este caso tendrás que forzar un poco la postura para poder alcanzarlo. En este caso, tampoco es necesario estar detenido: puedes hacerlo en movimiento a velocidades contenidas sin que suponga ningún problema.

El equipamiento es completo en la versión de acceso y más todavía en el caso del acabado Luxury de la unidad del MX-5 1.5 que he probado. Este incluye de serie el equipo de sonido Bose con 9 altavoces (con altavoces en los reposacabezas incluidos), el sistema de acceso y arranque manos libres, el sensor de lluvia y de luminosidad, el control automático de luces de largo alcance, el sensor de aparcamiento trasero, asientos con calefacción o el control de cambio involuntario de carril, por nombrar algunos ejemplos. Si quieres conocer más en profundidad el equipamiento de cada versión así como los detalles de diseño del modelo, te recomiendo que leas la prueba del Mazda MX-5 2015 que realizó mi compañero Aarón Pérez durante la presentación internacional del modelo en Barcelona.

Peso contenido y bien repartido

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La cuarta generación del Mazda MX-5 mantiene la arquitectura de sus antecesores, con el motor ubicado en posición longitudinal central delantera enviando su potencia al eje trasero. Gracias a que ahora el propulsor (imagen) va situado ligeramente más retrasado y a que han empleado aluminio en algunos componentes (desde elementos de las suspensiones hasta el capó o la tapa del maletero son de aluminio), han mejorado el centro de gravedad, lo que afecta directamente a la agilidad para realizar cambios de dirección. La rigidez estructural es superior a la de sus antecesores gracias, entre otras cosas, a elementos como el refuerzo que une la caja de cambios con el diferencial trasero.

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Este último, además, está agujereado para ahorrar peso y tiene un efecto increíble en las sensaciones que transmite el coche: gracias a él, el tacto del acelerador es todavía más instantáneo (reduce las torsiones que se producen al acelerar) y se combina con una caja de cambios (imagen) que, tanto por tacto como por manejo, es una verdadera gozada. Es más, me atrevería a decir que es de las mejores cajas manuales que he probado (me ha recordado mucho a la que montaba el Honda S2000, así que si has podido conducir este coche, sabrás a qué me refiero). Lo cierto es que son muchos los detalles como este que, aunque no se ven a simple vista, en conjunto consiguen reducir la masa de forma sustancial. Otro ejemplo en este sentido son los agujeros que hay en la parte de las ventanillas laterales que queda oculta en las puertas cuando estas están subidas.

Mazda MX-5 2015 (13)El reparto de pesos de 50:50 entre los dos ejes unido a las suspensiones independientes que equipa en ambos trenes y a su ligero peso hacen que el Mazda MX-5 1.5 131 CV sea excepcionalmente ágil. Los ajustes tirando a blandos de muelles y amortiguadores permiten que la carrocería balancee mucho en los cambios de apoyo, pero a cambio, mejoran la capacidad de tracción y sobre todo, hacen que nos podamos plantear usar este coche a diario gracias a que resultan lo suficientemente absorbentes.

El motor 1.5 SKYACTIV-G que equipa este MX-5 es similar al que puedes encontrar en el Mazda2 o incluso, en el Mazda3 (prueba), si bien, en ninguno de estos últimos produce 131 CV y 150 Nm de par. Está claro que no son cifras espectaculares, pero esta mecánica mueve con soltura el conjunto, como demuestra su paso de 0 a 100 km/h de 8,3 segundos o su punta de 204 km/h, más que suficientes para pasárselo bien. Empuja desde bajas vueltas, pero da lo mejor de sí a medida que la aguja del cuentarrevoluciones comienza a aproximarse a la zona roja.

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Zona roja que, por cierto, parece no llegar nunca, pues el corte de inyección se produce cuando casi hemos alcanzado las 7.750 vueltas. Y se siente francamente cómodo girando a altas revoluciones, lo que unido a su sonido, al tacto de la caja de cambios y a la agilidad del conjunto, te invita a aprovechar siempre que puedas todas sus capacidades. Lo bueno es que en este caso seguramente no llegues ni a superar el límite de velocidad de la vía: es un deportivo que se puede disfrutar conduciendo por la calle sin miedo a saltarte las normas (en el sentido de que con un coche más potente no podrás sacar partido a todo el rendimiento del motor durante tanto tiempo como en este MX-5).

Lo que no me convence es que Mazda haya decidido reservar los amortiguadores Bilstein deportivos y el diferencial autoblocante mecánico solo para el motor 2.0 SKYACTIV-G de 160 CV, que también puede incluir unos asientos Recaro que no están disponibles en el menos potente. No es que con 131 CV necesite un diferencial de este tipo para evitar pérdidas de tracción, es que el conjunto es tan equilibrado que siempre que lo desees puedes hacer que la zaga se descoloque y a bajas velocidades, disponer de él ayudaría todavía más en la rotación del vehículo y a prolongar las derrapadas en caso de que el conductor así lo quiera.

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Todo esto puede ser tuyo desde tan solo 25.550 euros en el caso del Mazda MX-5 1.5 SKYACTIV-G de 131 CV con el acabado de acceso o de 27.800 euros en el caso de la terminación Luxury que puedes ver en este artículo. Un precio de adquisición razonable que va ligado a un coste de utilización contenido, pues el consumo de carburante es bajo incluso cuando buscas las máximas prestaciones (la media final se quedó en 7,2 l/100km).

A destacar A mejorar
Comportamiento Diferencial autoblocante solo disponible con el motor 2.0
Tacto motor/caja de cambios Acceso y salida del habitáculo
Coste de adquisición/utilización Espacio interior (especialmente si eres alto)
Ficha técnica Mazda MX-5 Luxury 1.5 SKYACTIVE-G 131 CV
Motor Cilindrada 1.496 cc
Cilindros 4 en línea
Potencia máxima 131 CV / 7.000 rpm
Par máximo 150 Nm / 4.800 rpm
Transmisión Caja de cambios Manual, 6 velocidades
Tracción Propulsión trasera
Suspensión Delantera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Trasera Multibrazo / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 3.915 mm
Anchura 1.735 mm
Altura 1.230 mm
Distancia entre ejes 2.310 mm
Alimentación Tipo de alimentación Inyección directa
Peso Peso 1.050 kg
Prestaciones Velocidad máxima 204 km/h
Aceleración 0-100 km/h 8,3 seg
Consumos Urbano 7,9 l/100 km
Extraurbano 4,9 l/100 km
Combinado 6,0 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 139 g/km
Precio Precio oficial 27.800 euros

Fotos: Álex Aguilar

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