La marca DFSK es pequeña en nuestro continente, pero no tanto en su lugar de origen, China. Pertenece al gigante Dongfeng Motor Company, uno de los mayores grupos automovilísticos del país asiático, con una importante trayectoria que arranca en 1969 y que hoy le sitúa en los puestos de cabeza en su mercado. Hoy pongo a prueba el DFSK F5.

No es cualquier cosa este conglomerado. De hecho, por citar algún dato relevante para nosotros, diré que es el tercer accionista mayoritario de PSA (Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall, al que se acaba de sumar el grupo FCA con sus marcas Fiat, Alfa Romeo, Abarth, Lancia, Maserati, Chrysler, Dodge/RAM y Jeep). También es socio exclusivo de Peugeot, Nissan, KIA y Honda para el mercado chino.

PRUEBA DFSK F5
DFSK nació en 2003 tras la fusión de Dongfeng y Sokon, y tiene acuerdos de colaboración con importantes fabricantes a nivel mundial

Pues bien, de la fusión entre Dongfeng y otra empresa llamada Sokon nace DFSK en 2003. Es una marca importante y solvente, que quiere entrar en nuestro país con productos muy al gusto europeo. Ya llevan cuatro generaciones a sus espaldas, por lo que se puede decir que han madurado, al menos en el mercado asiático.

El modelo del que vamos a hablar hoy viene con una carta de presentación suficientemente seria como para tenerlo en cuenta. Llega con un respaldo fuerte y ahora solo queda ver si el producto realmente cumple con las exigencias del cliente europeo, que no son pocas y además son distintas a las del oriental. En un mercado atestado de modelos SUV como es el nuestro, no basta con lanzar un modelo correcto o medio bueno, hay que hacer bien los deberes si se pretende generar algún tipo de expectativa. Es momento de saber si DFSK los ha hecho con el F5 que hoy hemos venido a conocer.

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La zaga recuerda poderosamente a la del Audi Q3 Sportback

Para mí, esta marca es nueva. Llego al evento de la presentación sin tener mucha idea de lo que me voy a encontrar. Sé que la gama tiene otro SUV, el 580, que tampoco he tenido ocasión de probarlo hasta el momento. Así que voy a ciegas y sin prejuicios, esperando que el coche me sorprenda (para bien o para mal) con sus cualidades.

Lo primero que hago nada más llegar al lugar al que la prensa ha sido convocada es acercarme a un F5 que hay expuesto para verlo por fuera y por dentro. La primera impresión siempre es importante, y en este caso debo decir que fue buena. El diseño del coche es pintón. Reconozco en la trasera un cierto aire Audi Q3 Sportback (prueba) y en el frontal, su parrilla me recuerda a algún Mercedes de última hornada. Efectivamente, los chinos copian. Copian todo lo que pueden, de hecho. Y este coche no es una excepción. En la rueda de prensa posterior, los responsables de la marca nos reconocerán que han cogido trazos de aquí y de allá, de modelos SUV europeos de corte premium, para definir la imagen general del F5. El caso es que el resultado funciona, ya que el coche entra bien por la vista. Y en el interior, más de lo mismo, la sensación inicial es buena: presentación apropiada, pantallas por aquí y por allá, acabado ‘piano black’ a destajo, un volante que parece calcado al de algunos Volkswagen… Todo parece encajar con la idea de un SUV al gusto europeo, incluso con detalles aspiracionales que parecen ir más allá de la idea generalista que representa. El punto de partida es mejor de lo esperado. Hay coches que, nada más verlos y tocarlos, te dejan claro que son malos (son pocos, pero aún queda alguno) y este no ha sido el caso. Más bien lo contrario. Empezamos bien.

¿Me puedo fiar de este producto chino?

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La imagen del DFSK F5 entra por los ojos

Reconozcámoslo: aunque utilizamos a diario decenas de objetos chinos, la idea de tener un coche de esta nacionalidad no acaba de cuajar del todo. Es normal, simplemente no ha existido esta opción hasta ahora en nuestro mercado y, además, el nivel de calidad de los fabricantes tradicionales a los que estamos acostumbrados, sobre todo europeos y japoneses, pone el listón muy alto.

¿Y cómo hacer que el cliente potencial pierda el miedo? Una muy buena manera de hacerlo es nutrirse de componentes de empresas reconocidas a la hora de fabricar el vehículo. Esto es precisamente lo que ha hecho DFSK con su F5, que esconde en sus entrañas un motor de Mitsubishi, una caja de cambios de ZF, un sistema electrónico de Bosch, un techo de Webasto… Por otra parte, el diseño, que se gesta en Alemania, se mira en el espejo de algunos todocaminos alemanes muy deseados. Al final, este DFSK es un SUV hecho a retales, también con componentes propios, por supuesto, cuyo resultado sorprende para bien. Porque esa unión de piezas podría no haber funcionado, pero lo hace.

El coche entra bien por la vista, tiene un tacto que va más allá de lo correcto y muchos de sus componentes críticos ofrecen la fiabilidad que uno espera, ya que son de empresas reconocidas y están más que probados. Además, la garantía (cuatro años, extensible a otros tres más), tranquiliza. Por cierto, la firma tiene 22 puntos de venta en España, que serán más con el paso del tiempo, así que tanto la adquisición como la postventa deberían estar suficientemente bien resueltos. Estos puntos de venta, que están adheridos a otras marcas aunque tienen su propia identidad, se encuentran en: Álava, Albacete, Almería, Barcelona, Bilbao, Burgos, Cádiz, La Coruña, Granada, Jaén, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Mallorca, Oviedo, Pontevedra, Salamaca, Sevilla, Tarragona, Valencia y Valladolid.

Arrancamos: así es la experiencia de conducción del DFSK F5

Al tratarse de un SUV de precio contenido, lo cierto es que no esperaba grandes florituras. Pero esa sensación que tuve con el modelo de exposición, continúa al subirme a la unidad de pruebas que me espera para hacer una ruta por las carreteras de la sierra de Madrid. Al acceder al interior veo unos asientos con tintes deportivos y tapizado de cuero, una pantalla de 10,5 pulgadas en la consola, complementada por otra pantalla en el túnel central para la climatización, ambas táctiles y con una reactividad muy buena al toque de los dedos. También hay un volante multifunción de buen diseño y observo que hay zonas blandas en la mitad superior del salpicadero y acolchadas en la parte alta de los paneles de las puertas.

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El interior sorprende por acabados y calidad, con elementos de diseño premium

La habitabilidad es buena, especialmente en la fila trasera (no tanto el maletero, que se conforma con 375 litros) y el equipamiento es abundante, si bien se echan en falta asistentes a la conducción (esto penalizará su puntuación en las pruebas EuroNCAP cuando le toque pasarlas). Todo lo que lleva es de serie, no hay un catálogo de opciones más allá de la pintura metalizada. Estos son algunos de los elementos más destacados:

  • Faros Full Led
  • Intermitentes dinámicos
  • Techo panorámico
  • Llantas de 18 pulgadas
  • Luces de bienvenida
  • Sensores de lluvia
  • Pantalla 10,5 pulgadas con Mirror Link
  • Asientos de cuero
  • Portón automático

Una vez en marcha, el primer elemento a analizar es el motor, un 1.5 turbo de Mitsubishi, con 136 CV, 220 Nm y un cambio automático CVT firmado por ZF, quizá el más reconocido fabricante de transmisiones del panorama automovilístico mundial. Y aquí llega la que, para mí, ha sido la gran decepción del coche. Sobre el papel, la idea no es mala: motor de cilindrada y potencia adecuadas, automático, tracción delantera… Puede encajar perfectamente con la demanda. El problema es que el conjunto motor/cambio no casan del todo bien, ya que la arrancada es perezosa, el motor tiende a girar muy alto de vueltas a la mínima insinuación al pedal derecho y el consumo de combustible es elevado en casi cualquier situación (es fácil estar entre 9 y 10 litros cada 100 km en conducción totalmente normal, tirando a relajada incluso).

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La transmisión, de tipo CVT y firmada por ZF, contribuye a que se pierdan caballos y par

Así que, en este apartado, bajo mi criterio, no supera el corte. Los caballos y el par se pierden por el camino, ni siquiera se notan las ventajas del turbo en un motor que casi parece atmosférico y algo famélico por la manera de subir de vueltas. Los conductores que no exijan prestaciones y no les importe hilar fino con el consumo, quizá no lo consideren un problema; todos los demás, notarán las carencias de este motor y su transmisión. En cualquier caso, el DFSK F5 se puede elegir también en versión bifuel, capaz de funcionar con gasolina y GLP (gas licuado de petróleo), que mejora la autonomía total y reduce el precio por kilómetro, además de lograr el distintivo ambiental ECO (la versión sin GLP es etiqueta C). El bifuel tiene un sobreprecio de 1.850 euros.

En materia de chasis, el tacto es correcto. La dirección, aunque poco informativa, ofrece un tacto agradable y mantiene bien la trayectoria. Nada que ver, sin ir más lejos, con las de algunos coreanos de hace una o dos generaciones, que eran malas y obligaban a hacer correcciones constantes en el volante. En este sentido, en DFSK apuntan en la buena dirección, como también lo han hecho con una puesta a punto de chasis que hace que el coche sea cómodo, aunque no especialmente ágil. Esto último no termina de casar con la imagen de deportividad que transmite el diseño exterior, pero tampoco supondrá ningún problema para quien busque un coche para hacer desplazamientos confortables, sin más. A los mandos, el conductor tiene sensaciones a mitad de camino entre un SUV y un todoterreno, especialmente a la hora de afrontar curvas, con un balanceo de carrocería más acusado de lo habitual. Desde luego, no es un coche pensado para correr, ni por la configuración de la suspensión ni por el conjunto motor/cambio. Esto conviene tenerlo en cuenta para no llevarse sorpresas.

Entonces ¿es una compra recomendable o no?

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El maletero ofrece tan solo 375 litros de capacidad

Llegados a este punto, la pregunta es inevitable. Tiene muchos pros y algunos contras, que incluso no lo serán para determinados clientes (habrá a quien el CVT no le desespere, quien no demande gran capacidad de aceleración y quien tampoco busque una dinámica especialmente certera). Todo esto es, más bien, cuestión de gustos. Sobre la fiabilidad, solo se puede esperar para ver cómo envejece este coche que aún no ha salido al mercado. Pero, en principio, no debería ser muy distinto en este apartado a otros vehículos asiáticos que están asentados en nuestro mercado desde hace años. Además, la garantía debería cubrir cualquier problema que pudiera aparecer.

Me queda claro que esta marca ha hecho un esfuerzo considerable por llegar a nuestro mercado con una apuesta seria, no con cualquier cosa. Sí es cierto que el coche está un escalón por debajo en dinámica, en sensaciones y en tecnología aplicada a la seguridad (carece de asistentes) de lo que ofrecen muchos rivales generalistas. Por otra parte, la gama es muy escasa, con un solo motor, una transmisión y un acabado. Y luego está la imagen de marca, que puede ser su mayor penalización. Para generar confianza se necesita tiempo y hay que hacer las cosas bien. Veremos.

DFSK tiene pensado vender 500 unidades del F5 en 2021 en nuestro país. Sale a luchar al barro, dentro de un mercado agresivo y con muchos rivales, pero es justo reconocerle que es una apuesta más que interesante y un buen punto de partida para perderle el miedo al coche chino.

Planes de futuro

En 2021, veremos llegar un SUV eléctrico a la marca, como complemento a los dos modelos actuales de la gama. Hasta 2023 llegarán otros dos modelos más. El culmen será la firma Seres, la división de lujo de DFSK (algo así como Infiniti es a Nissan o Lexus es a Toyota), que llegará con un planteamiento premium y una oferta puramente eléctrica. “El Tesla chino”, dicen de sí mismos.

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Ficha técnica DFSK F5
Motor Cilindrada 1.498 cc
Cilindros 4 en línea
Potencia máxima 136 CV / 5.600 rpm
Par máximo 220 Nm / 2.000 – 4.000 rpm
Alimentación Tipo Inyección directa. Turbo. Intercooler
Transmisión Caja de Cambios Automática, CVT
Tracción Delantera
Suspensión Delantera Tipo McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos
Dimensiones Longitud 4.685 mm
Anchura 1.865 mm
Altura 1.645 mm
Distancia entre ejes 2.790 mm
Maletero Volumen 375 litros
Peso Peso 1.570 kg
Prestaciones Velocidad máxima 180 km/h
Aceleración 0-100 Km/h n.d.
Consumo Combinado 7,3 l/100 km (NEDC)
Velocidad baja n.d.
Velocidad media n.d.
Velocidad alta n.d.
Velocidad muy alta n.d.
Emisiones Emisiones de CO2 222 g/km Euro 6 – Etiqueta C
Precio Precio oficial Desde 26.495 euros
Valoración
DFSK F5
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Jorge Arenas
Periodista freelance especializado en Motor. Enamorado del automóvil y de una profesión que me ha permitido probar más de 1.500 coches para las principales publicaciones de papel y online. Los clásicos y youngtimers son mi pasión.
prueba-dfsk-f5El DFSK F5 es el segundo modelo del fabricante chino que llega a Europa, un SUV con importantes pros (diseño, acabados, garantía y componentes de fabricantes reconocidos) y algunos contras (dinámica de conducción, sensaciones y sistemas de seguridad). ¿Bastará para convencer al comprador europeo? El tiempo lo dirá.

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