La parrilla constituye uno de los elementos estéticos más importantes de un coche, ya que, dependiendo de su forma, facilita la identificación de la marca. Actúa como la cara del coche, dotándolo de una identidad, entre los diferentes fabricantes de la industria. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los rostros humanos, que se deterioran con el paso del tiempo, las parrillas de los coches se rejuvenecen, ajustándose a las características y necesidades de los nuevos tiempos. Así han evolucionado las parrillas de Mercedes a lo largo de los años.

Allá por 1900, mientras Europa empezaba a conocer unos niveles de prosperidad, bienestar y progreso inauditos, que serían interrumpidos 14 años después, Wilhelm Maybach inventó el primer radiador de panal para el Mercedes 35 PS. La rejilla estaba diseñada para resolver el problema de enfriamiento de los motores de combustión interna. Sin saberlo, había comenzado la era de las parrillas de Mercedes.

Así han evolucionado las parrillas de Mercedes a lo largo de los años

parrillas de Mercedes

En 1931, la llegada del Mercedes-Benz 170 introdujo una novedad importante: por primera vez se montó el radiador detrás de la parrilla para protegerlo. Esto dio lugar a la icónica rejilla cromada que no solo servía como protector del radiador, sino también como símbolo que identificaba al coche, junto con la estrella de tres puntas, claro está. A partir de aquí, la marca alemana fue evolucionando el diseño de su parrilla a lo largo de las décadas.

El siguiente hito se produjo en la década de los 50, con la nueva parrilla independiente del Mercedes 300 SL Gullwing y el 190 SL roadster. Conocida como “la cara del coche deportivo”, se caracterizaba por dos listones horizontales que se convirtieron en un sello distintivo de la marca en modelos posteriores.

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En 2007, Mercedes comenzó a ofrecer dos diseños de parrilla en los Clase C y Clase E, dependiendo del acabado del modelo: una parrilla clásica para las versiones Classic y Elegance y ora más deportiva para los acabados Avantgarde. Actualmente, con la marca de la estrella inmersa en el desarrollo del coche eléctrico, las parrillas se mantienen, aunque con una función diferente: al carecer de radiador, ahora la parilla se convierte en un panel negro para ocultar los sensores para las ayudas a la conducción.

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