En la misma semana en la que ha salido a la luz que la flota de vehículos de la Guardia Civil no está buen estado, con numerosas unidades superando los 300.000 kilómetros, otras tantas con más de 15 años de antigüedad y algunas directamente sin ser capaces de superar la ITV; el cuerpo de seguridad suma a sus filas 50 nuevos coches, en esta ocasión eléctricos, concretamente Nissan Leaf.
Nissan Leaf e+, más potente y con 385 km de autonomía
Según indican desde la página web del Ministerio del Interior, los compactos de Nissan irán destinados a zonas portuarias y aeropuertos ya que se trata de zonas cerradas que ya cuentan con punto de recarga establecidos, lo que facilita su uso.
El movimiento, más que para renovar el parque automovilístico de la benemérita (algo necesario a tenor de las últimas noticias, y que ya se ha puesto en marcha en un proyecto que se extenderá hasta 2027), está enfocado desde el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), como indica el comunicado: “la Guardia Civil quiere reforzar su compromiso con la conservación del medio ambiente y llevar a cabo, entre otras actuaciones, las dirigidas a reducir en lo posible las emisiones de gases de los vehículos que conforman su flota”.

De los Leaf poco se ha dicho más allá de que cuenta con una “transformación específica uniformada (KIT Patrulla)”, que no se ha concretado, pero que por lo que se ve en las imágenes incluye la pintura exterior característica del cuerpo, luces en el techo y, suponemos, sirenas, equipos de radio, etc.
Los 50 Nissan Leaf de la Guardia Civil equipan la batería más pequeña de la gama, la de 40 kWh (por encima está disponible una de 62 kWh), lo que les otorga una autonomía de 270 kilómetros según el ciclo WLTP. Montan un motor de 150 CV y 320 Nm de par máximo, gracias al que aceleran de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
Como curiosidad, hasta ahora en toda la flota solo había un eléctrico, que se adquirió en 2016 y ha estado prestando servicio en el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.
