Mercedes-AMG, dos nombres que hoy se unen para fabricar y comercializar los productos más deportivos de la firma alemana, en la década de 1970 guardaban las distancias hasta que el primero se fijó en el segundo años más tarde y acabó adquiriéndolo. Pero mucho antes de que todo esto tuviera lugar, hubo un coche que marcó el origen del preparador alemán y lo situó en el mapa de empresas especializadas en modificaciones de coches. También logró una gesta en las 24 Horas de Spa-Francorchamps y ayudó a desarrollar el Concorde. Esta es la historia del Mercedes 300 SEL 6.8 AMG.

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Aufrecht Melcher Großaspach, o AMG como se les conoce oficialmente, nació en 1967 de la mano de Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher en un viejo molino en Burgstall, Alemania. Lejos de lo que hoy día es, Mercedes no estaba vinculada en absoluto a AMG, aunque el preparador comenzó su andadura modificando coches de la compañía alemana, y ambos socios fundadores provenían de Mercedes.

La negativa de Mercedes a volver a competir

Mercedes 300 SEL 6.3 (1968)
Mercedes 300 SEL 6.3 (1968)

Aufrecht y Melcher decidieron abandonar sus puestos como ingenieros en Mercedes una vez este decidió no tener vinculación con el mundo de las carreras. Por entonces, la firma de la estrella se centraba en el desarrollo de grandes berlinas de alta calidad y un intento por competir en 1963 no había arrojado resultados positivos ni había convencido a la directiva de Mercedes para volver a correr oficialmente.

Ese año, Mercedes había intentado tímidamente competir en las 24 Horas de Spa de 1963 con tres unidades del 300 SEL con motor V8 de 6.8 litros (de fábrica ofrecía 6.3 litros de capacidad). El coche era muy pesado, lento en curvas y destrozaba los neumáticos de calle. En esa época, la FIA no permitía aumentar el ancho de neumáticos ni la extensión de guardabarros, lo que implicaba participar con neumáticos de calle mucho más estrechos y menos duraderos, obligando a realizar numerosas paradas en boxes y reduciendo las posibilidades de ganar prácticamente a cero. Ante unos resultados bastante pobres en la fase de entrenamientos, el equipo decidió no participar en la carrera.

Paralelamente en 1965, Aufrecht y Melcher modificaron un Mercedes 300 SE que se convertiría en campeón de Alemania de turismos con Manfred Schiek. Con este precedente, AMG decide ir un paso más allá y apostar de nuevo por una fórmula de riesgo que a Mercedes no le había funcionado en 1963. En 1971 tomarían la salida en las 24 Horas de Spa con el que es su primer coche modificado desde cero.

El origen del Mercedes 300 SEL 6.8 AMG

Algunas fuentes indican que el Mercedes 300 SEL 6.3 de 1970 que modificó AMG para las 24 Horas de Spa de 1971 fue adquirido en el mercado de ocasión, otras que fue un encargo de un propietario privado. Sea como fuere, ese coche que acabó en manos del joven preparador, lograría la gesta más inesperada y situaría el nombre de AMG en el pequeño mercado de preparadores.

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
El motor V8 M100 desarrollaba 427 CV y 600 Nm tras pasar por las manos de AMG

Replicando lo que Mercedes había hecho ocho años atrás, AMG aumentó la cilindrada del motor V8 hasta los 6.8 litros. El propulsor M100 entregaba originalmente 250 CV y un par motor máximo de 500 Nm, lo que le permitía pasar de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos. Aunque era el coche de serie más rápido de Alemania, también era el más pesado de la parrilla de salida, lo que pasaba por reducir algunos kilos de más e incrementar la potencia.

Los más de 1.700 kg que registraba sobre la báscula eran un impedimento. También lo eran sus dimensiones, la suspensión confortable instalada originalmente por Mercedes y la falta absoluta de cualquier cualidad deportiva. Recuerda que el 300 SEL 6.3 había sido diseñado para ser un cómodo crucero para las rápidas autopistas alemanas. Los amigos fundadores de AMG reemplazaron las puertas originales por unas de aluminio y, aunque Mercedes aseguró que no tuvo nada que ver con el proyecto, las llantas de magnesio del Mercedes 300 SEL 6.8 AMG era las mismas que las del prototipo experimental Mercedes-Benz C111.

Menos peso, más potencia

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
Pese a los esfuerzos de AMG, el 300 SEL 6.8 seguía pesando 1.5 toneladas. Demasiado para competir.

Se desconoce hasta qué punto Mercedes ayudó a AMG a desarrollar este coche, si lo hizo de manera oficial o si fue una ayuda particular por parte de ingenieros y mecánicos de la compañía (el día de la carrera en Spa se les habría visto en el box de AMG), pero lo cierto es que incluso la caja de cambios automática con la que había sido equipada originalmente el 300 SEL 6.3 fue reemplazada por una transmisión manual de cinco relaciones en el 300 SEL 6.8 AMG.

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Con todo, el coche redujo su peso hasta las 1,5 toneladas. La rebaja no fue todo lo drástica que cabría esperar, ya que sus rivales se situaban en la zona comprendida entre los 800 y los 1.100 kg. Sin embargo, AMG no retiró la suspensión neumática, el habitáculo original -con las lujosas molduras de madera- ni la dirección asistida. En su lugar se instaló una jaula de seguridad obligatoria y baquets de carreras.

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
Más potencia permitiría contrarrestar los kilos de más y hacerlo más efectivo en recta y curvas rápidas, recuperando así el terreno perdido en las zonas más reviradas de Spa-Francorchamps

Si no se podía reducir más el peso, ¿cómo hacer competitivo al 300 SEL 6.8 AMG? La solución pasaba por otorga mucha más potencia al motor V8, ahora de 6.8 litros. El bloque obtuvo nuevos pistones, árboles de levas, válvulas y balancines modificados, lo que ayudó a aumentar su potencia hasta los 427 CV y el par motor máximo hasta los 600 Nm. La idea de AMG era que la potencia extra ayudara al coche a recuperar el tiempo que perdía en las secciones más reviradas del circuito en las largas rectas y las curvas rápidas. Tanto creían en esta estrategia que no se reemplazaron los frenos originales del coche, ya que la pista belga tenía una configuración que ayudaría a enfriarlos durante la carrera.

El día de la gesta: las 24 Horas de Spa-Francorchamps de 1971

El 25 de julio de 1971, bajo el calor belga, las 24 Horas de Spa-Francorchamps estaban a punto de disputarse. La jornada anterior, el Mercedes 300 SEL 6.8 AMG sufría un golpe importante que obligaría a reconstruir gran parte del coche. Los pilotos alemanes Clemens Schikentanz y Hans Heyer serían los encargados de clasificar en quinta posición una gran berlina de color rojo con adhesivos variados y faros auxiliares.

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
El Mercedes 300 SEL 6.8 AMG en Eau Rouge (Spa, 1971)

El coche pronto llamó la atención de los espectadores. La apuesta era muy arriesgada. Entre ligeros Ford Capri RS, Alfa Romeo GTA y Alpina BMW, destacaba una enorme berlina roja cuyo motor atronaba las largas rectas y se escuchaba después de que desapareciera en la siguiente curva, como si de un cerdo en un matadero se tratara. En el tiempo que dura una vuelta en el trazado belga, los asistentes ya habían bautizado al primer coche de AMG como Rote-sau (cerdo rojo o ‘Red Pig’).

Entre burlas y risas, nadie podía prever lo que las próximas 24 horas estaban reservando para el 300 SEL de AMG. La carrera la comenzaría en quinta posición y rápidamente se situaría segundo tras el Ford Capri RS 2600 de Dieter Glemser y Alex Soler-Roig -que acabaría ganando la carrera-. La línea de meta la cruzaría 24 horas más tarde en ese mismo segundo puesto. Algunos dicen que podría haber superado al Capri RS y haber logrado la victoria, pero que el elevado consumo de combustible obligaba a parar demasiadas veces a repostar en boxes. De cualquier modo, obtuvo un segundo puesto en la general y la victoria en su clase. Aquel ‘cerdo rojo’ del que todos se habían burlado un día antes, ahora era noticia en televisiones y emisoras de radio de toda Europa. AMG había escrito la primera de sus páginas de éxito.

De Spa-Francorchamps al desarrollo del Concorde

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
El segundo puesto en las 24 Horas de Spa-Francorchamps de 1971 abrieron las puertas a AMG

Pero el éxito de Spa pronto fue eclipsado por una breve carrera deportiva que difícilmente superaría ese segundo puesto en Bélgica. Ese mismo año, AMG participó en las 24 Horas de Nürburgring, pero se vio obligado a abandonar. Las 24 Horas de Paul-Ricard terminaron de igual forma y en las 24 Horas de Le Mans de 1972 no llegaron a clasificarse. Por suerte, Hans Heyer logró una victoria en las 200 millas de Núremberg de ese mismo año antes de que la FIA prohibiese los coches de más de 5.0 litros en el campeonato europeo de turismos.

AMG decide entonces deshacerse del coche. El Mercedes 300 SEL 6.8 AMG es comprado por Matra y modificado para participar en la fase de desarrollo de la división de aviación y armamento de la compañía francesa. Antes de entregarlo a su nuevo propietario, el coche fue convertido en una limusina de seis puertas con un metro más de distancia entre ejes.

Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
En 2006 se fabricaría una réplica exacta del Mercedes 300 SEL 6.8 AMG de 1971

Su descomunal potencia, su aceleración y su espacioso interior ayudaban a transportar todo el equipo necesario de medición para el desarrollo del tren de aterrizaje y los neumáticos el avión de combate Mirage y el supersónico Concorde. Nadie sabe exactamente qué pasó con el 300 SEL 6.8 AMG, pero lo más probable es que, una vez finalizada su labor en Matra, fuera desguazado, o quizás sufrió un accidente fatal que terminaría con su vida.

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Un año después de la adquisición de AMG por parte de Mercedes-Benz, el fabricante alemán encargó a los responsables del departamento de vehículos deportivos la creación de una réplica exacta tornillo a tornillo del 300 SEL 6.8 AMG para celebrar el 40º aniversario de AMG. El coche nació así de nuevo -con transmisión automática en este caso- y se conserva como una de las piezas más valiosas y raras de la colección Mercedes.

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