El McLaren P1 se inspiró en la naturaleza, y gracias a ello solucionó uno de sus grandes problemas. Este deportivo es un claro ejemplo de la utilización en los coches de la biomímesis, también conocida como biomimética, la ciencia que se inspira en la naturaleza para resolver problemas humanos. El McLaren P1 es uno de los mejores superdeportivos de todos los tiempos, y su diseño tiene mucho que ver con el mar.

PRUEBA: McLaren Senna

El diseñador del McLaren P1 es muy conocido en la industria del automóvil. Frank Stephenson se ha encargado de los diseños del BMW X5 de primera generación, el MINI fabricado por BMW de nueva generación o el Ford Escort Cosworth (prueba Ford Escort RS Cosworth) entre otros modelos. En el siguiente vídeo el diseñador explica la historia detrás de este deportivo, el McLaren P1, haciendo referencia a la mencionada biomimética.

Así se inspira el McLaren P1 en la naturaleza

En este sentido el diseñador hace referencia al estudio del pez vela. Gracias a la inspiración que tomaron de este animal consiguieron solucionar el molesto ruido del viento. El pez vela puede nadar a unas 70 millas por hora, ¡más de 110 km/h! Hablamos de que el marrajo, el tiburón más rápido de los océanos, tiene una velocidad máxima de unos 60 km/h. El pez vela es casi el doble de rápido, un animal que debe solucionar los problemas que acarrea la velocidad como hace el McLaren P1.

El pez tiene diferentes protuberancias que ayudan a hacerlo más aerodinámico. Es interesantes fijarte justo delante de su cola, lugar que consigue suavizar el paso del agua y suavizar el flujo de la misma. Stephenson se inspiró en esas protuberancias y las colocó en los brazos de los espejos retrovisores. El resultado fue bastante sorprendente, solucionando el problema de golpe.

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