El Ford Ranger tiene un éxito importante en Europa, pero el preparador británico Ricardo ha considerado que le falta algo de pegada, motivo por el que se ha aventurado a transformarlo en un vehículo militar.
Lo primero en lo que se nota es en el característico color verde mate en el que ha pintado la carrocería, pero las modificaciones son bastante importantes: el techo cuenta con una cama para llevar provisiones adicionales, la caja cuenta con una jaula antivuelco y con un sistema que permite acoplar una ametralladora, tiene armadura, los cristales son a prueba de balas, tiene protección contra impulsos electromagnéticos y es posible instalar sistemas de radio de largo alcance.
También se ha potenciado su capacidad off-road con unos neumáticos específicos, la suspensión se ha mejorado y tiene una mayor altura libre al suelo, los bajos cuentan con protecciones extra en las zonas más sensibles y el sistema de frenado se ha actualizado para que tenga un mejor rendimiento.
El preparador no ha llevado a cabo cambios en la mecánica del Ford Ranger, que mantiene el motor de serie, un bloque 2.0 turbodiésel de 210 CV de potencia y 500 Nm de par máximo asociado a una caja de cambios automática de 10 velocidades.