El Fiat Multipla, el coche que ha sido -y sigue siendo- carne de cañón para los memes automovilísticos que pululan por internet. Y es que Fiat lanzó en 1998 un coche con una estética que no cautivó al publicó, pero que presentaba una serie de soluciones muy prácticas y ensombrecidas por su aspecto poco agraciado.
Porque lo reconocemos, el Multipla no es un coche bonito, pero sí que era práctico como pocos. Y es que la firma italiana, partiendo de la plataforma C1 con la que también concibió a modelos como el Bravo, dio vida a un vehículo que, aunque no lo parezca, recogía el legado del 600 Multipla.
Fiat Multipla: la historia de un incomprendido
Bien, dejando a un lado la mofa que puede provocar la estética, vamos a centrarnos en las lindezas del Fiat Multipla. Pero es que pese a la fama de los italianos de diseñar algunos de los coches más bonitos del mundo, Fiat sacrificó la imagen por versatilidad y practicidad.
El Multipla era el coche más corto, alto y ancho de su segmento con unas cuotas de 3.99 metros de largo, 1.87 metros de ancho y 1.67 metros de alto. A todo esto había que sumarle un maletero de 430 litros y lo más importante: capacidad de sobra para albergar en su interior hasta seis ocupantes.
Y es que imaginad por un momento lo que suponía un coche con medidas de compacto pero capacitado para llevar seis personas en su interior con total comodidad. Porque no eran seis plazas a medias, no; eran seis plazas de verdad de la buena.
A esto había que sumarle una dinámica poco usual en un coche de su talante. Y es que no vamos a tachar al Fiat Multipla de divertido, pero sí que resultaba bastante ágil. Además, contaba con una gama de motores que resultaba más que suficiente para mover con soltura al monovolumen italiano.
Entre sus opciones mecánicas se encontraba un propulsor gasolina de cuatro cilindros y 1.6 litros que producía 103 CV y un diésel de mismo número de cilindros que erogaba 110 CV. El primero de ellos garantizaba una velocidad punta de 170 km/h y, aunque la aerodinámica no era el punto fuerte del Fiat Multipla -ya que generaba muchas turbulencias a alta velocidad-, resultaba un coche sorprendentemente cómodo para viajar.
Tampoco pensemos que el Multipla era feo porque sí, sino porque Fiat también había dado prioridad a la seguridad. Y es que, gracias a su altura, los impactos laterales se absorbían en la parte baja, evitando así que llegase la energía derivada del accidente al habitáculo.
Sea como fuere, el Fiat Multipla no podrá quitarse nunca su San Martín de coche poco agradable en lo que a estética se refiere. Pero esperamos enmendar la lluvia de injusticia que ha caído sobre él al tener en cuenta que la belleza también está en el interior, y en este caso es muy cierto.
Fiat Multipla: las segundas partes ¿nunca fueron buenas?
Fiat decidió renovar a su polémico modelo en el año 2004, ofreciendo un mismo concepto pero algo más refinado. De esta manera, la firma italiana volvió al ruedo con un coche práctico, algo más bonito pero igualmente incomprendido.
Ya sabemos que el Fiat Multipla no era un coche tan horroroso como su diseño podría sugerir. Esto mismo se trasladaba a su segunda entrega pero de la mano de una estética más agraciada que tampoco terminó de cuajar, siendo uno de los principales aspectos que cambia entre una y otra generación es precisamente el frontal.
Nos percatamos con este segundo Multipla de cómo Fiat decidió prescindir de esa especie de zona delantera dividida en dos niveles. Ahora apostaban por unos faros convencionales y una parrilla más acorde con los cánones de la época. Sin embargo, resultaba fácil seguir viendo un diseño extraño en líneas generales.
Pero el Fiat Multipla pierde personalidad con este diseño menos controvertido, sobre todo en el frontal, ya que la zaga se mantuvo prácticamente inalterada. Lo mismo podemos decir del habitáculo, donde tan solo se revisaron algunos materiales para mejorar las calidades.
Esto se traduce en una segunda generación del monovolumen italiano que mantiene todo lo bueno de la primera pero complementado con un diseño algo menos escandaloso pero sí más anodino. La oferte mecánica tampoco cambiaba porque Fiat sabía que, pese a tener una estética cuestionable, el Multipla era un coche válido. Tal fue así, que sus ventas prosiguieron unos años en China después de que se despidiese del resto del mundo en 2010.