La cuarta película de la saga Fast & Furious no sólo reunió a la mayoría del elenco original de la primera entrega, también hizo hueco a un icónico muscle car en sus escenas. Esta es la historia de cómo un Buick Grand National terminó en la gran pantalla.
Lo cierto es que el Buick Grand National sólo aparece en la escena inicial de la película, tiempo suficiente para presentar sus credenciales. En los primeros compases de la cuarta entrega Dominic Toretto y compañía se predisponen a robar un camión con varios remolques que transportan una serie de tanques de gasolina… y efectivamente, el personaje interpretado por Vin Diesel va a bordo del citado muscle car.
Así condujo Toretto hacia atrás
Toretto conduce el Grand National marcha atrás, a gran velocidad y durante un período prolongado de tiempo. Efectivamente, esto es algo que no puede hacer ningún modelo de producción. ¿Cómo lo consiguieron? Para que la escena fuera como figuraba en el guión utilizaron dos coches, uno de 1985 y otro de 1986, que fueron modificados para la ocasión.
El motor se trasladó al maletero de la mano del volante, los pedales y todo el salpicadero. Todo estaba al revés ya que la orientación apuntaba a la zaga del Buick Grand National. A la hora de grabar se usaron ángulos de cámara inteligentes para ocultar al conductor que iba en el asiento trasero, pero, tal y como explica Craig Lieberman (asesor técnico de muchas de las películas de la saga) en algunas tomas es evidente que en lugar de las delanteras las ruedas que están dirigidas son las traseras.
Las modificaciones del Grand National
En total, emplearon ocho unidades originales del Buick Grand National aunque de diferentes años. A los dos coches de A todo gas modificados para conducir hacia atrás sin problemas añadieron otro que se despidió de su V-6 turboalimentado de 3.8 litros para dar la bienvenida a un V8 con el que mejoraron la aceleración. Aquel turbo era propenso al turbo lag: como las aspas eran tan grandes, hasta que empezaban a girar (y el turbo comenzaba a funcionar) se producía cierto retraso. Así conseguían que la curva de potencia del fuera más lineal.
Todos los Grand National vieron cómo sus suspensiones fueron modificadas para rebajar su altura: en concreto 7,62 centímetros menos que el modelo original. Los frenos también se pusieron a punto para facilitar el deslizamiento de los coches. A pesar de todos estos retoques, la mayoría de estos Buick sobrevivieron al rodaje de la cuarta película de Fast&Furious y se encuentran en museos o colecciones privadas.