El ejemplo de Rodrigo Hernández (Rodri), actual jugador del Manchester City y ganador de la Eurocopa con la Selección Española de Fútbol, es el de una carrera en ascenso que lo han convertido en uno de los mejores (sino el mejor) mediocentro del momento.
El reconocimiento a su trayectoria y a los excelentes resultados cosechados esta última temporada por Rodri se ha visto recompensado este mismo lunes con el Balón de Oro 2024, el galardón que France Football entrega cada año desde 1956 al mejor futbolista de la temporada, entre otras categorías.
La historia del coche que Nico Williams quería comprar y su madre no le dejó
Rodri, de 28 años, pasó por la primera plantilla del Villareal y el Atlético de Madrid antes de recalar en el Manchester City de Pep Guardiola en el año 2019, donde ha alcanzado su mejor versión como futbolista profesional. A s paso por la Premier League se ha coronado con dos Community Shield, dos Copas de la Liga, cuatro títulos de la Premier y una FA Cup, además de una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes y la Champions de 2023.
Con este recorrido y siendo considerado como el mejor mediocentro del fútbol actual, Rodri Hernández recogía este lunes en París el Balón de Oro por delante de Vinicius Jr. y Bellingham.
La historia del primer coche de Rodri, ganador del Balón de Oro 2024
En una entrevista que el futbolista madrileño concedió a The Player’s Tribune a principios de septiembre, Rodri reveló muchos detalles de su carrera y sus inicios, así como una curiosa anécdota acerca del que sería su primer coche.
Rodri explica que cuando se sacó el carné de conducir aún militaba en las filas del segundo equipo del Villareal (2014-2016). “En aquel momento, todavía entrenaba con el segundo equipo. No era nadie”, relataba el futbolista. “Ni siquiera tenía coche”.
El entonces jugador del Villareal cuenta que “la residencia de estudiantes estaba a 15 minutos en coche del centro de entrenamiento del Villareal y no podía pagar un taxi todos los días. Así que iba en bicicleta a la estación del tranvía, subía la bici y hacía el resto del trayecto en bicicleta hasta el entrenamiento”.
“Al final, me saqué el carné y le dije a mi padre: ‘Vale, tengo 3.000 euros para comprarme un coche. A ver qué puedes encontrarme’. Me llamó al día siguiente y me dijo: ‘Bueno, encontré uno bueno. Una anciana lo está vendiendo. Quiere 4.000, pero tiene un ordenador adentro”, explica el futbolista.
Tras comprar el coche, Rodri descubre que “es un Opel Corsa (prueba)”. Se subió “y la pantalla del ‘ordenador’ mide unos 8 centímetros. Podías tocarla para encender la radio y eso era todo. Me quedé asombrado”.
El ganador del Balón de Oro “conducía ese coche a los entrenamientos todos los días, como un jugador de baloncesto. Mis compañeros de equipo se burlaban de mí, ¡pero a mí no me importaba! ¡Me encantaba!”.