La visita de Cristiano Ronaldo a la sede de Ferrari no fue solo para hacerse la foto (aunque también se la hiciera, con Carlos Sainz Jr. y Charles Leclerc): el futbolista aprovechó para adquirir un Ferrari Monza SP, uno de los modelos más exclusivos de la marca italiana.

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El descapotable tipo barchetta no es precisamente nuevo, ya que se presentó a finales de 2018, anunciando una producción de 499 unidades dividas en dos variantes diferentes: el SP1 es monoplaza y el SP2 tiene espacio para piloto y copiloto.

No se sabe cuál de las dos es la que ha elegido CR7, pero sea cual sea, ambas comparten un apartado mecánico idéntico, diferenciándose únicamente por el peso: 1.500 kilos para el SP1 y 1.520 para el SP2.

Montan un motor V12 atmosférico de 6,5 litros que desarrolla una potencia de 810 CV y un par máximo de 719 Nm, que las ruedas traseras se encargan de digerir. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, alcanzar los 200 km/h en 7,9 y superar los 300 km/h de punta.

El habitáculo es ligeramente angosto, sobre todo en el monoplaza, con un puesto de conducción rediseñado que pone todo a mano del conductor y que cuenta, ya que no dispone de parabrisas convencional, con un pequeño deflector que desvía el aire para proteger a los ocupantes, que detrás del asiento disponen de unas jorobas de seguridad en caso de vuelco.

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Para Ronaldo el dinero no es un problema, pero está bien recordar que por el deportivo italiano ha tenido que desembolsar 1,6 millones de euros. Una buena adquisición para la colección de coches de Cristiano Ronaldo.

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