Charles Spencer King, conocido como 'Spen', fue contratado por Rover en el año 1945 cuando trabajaba para Rolls-Royce, con el objetivo de que fabricara un motor de tipo turbina para un vehículo. Pero Spen apenas había sido un aprendiz en Rolls Royce y había trabajado en el desarrollo de los aviones de combate Spitfire cuando sus tíos, Spencer y Maurice Wilks, lo introdujeron como empleado en la compañía Rover. En 1970 nació la primera generación del Range Rover, de las manos del propio Charles Spencer y su amigo Gordon Bashford, el cual tuvo un gran éxito y acabaría desarrollando toda su carrera dentro de la empresa británica.
La idea original de lo que un Range Rover sería para Spen era un vehículo versátil con asientos de tela y un interior diseñado para ser limpiado con una manguera de jardín. Con esta filosofía, la primera generación del conocido SUV era utilizada por agricultores para transportar cualquier tipo de carga e incluso para guiar al ganado en las zonas más rurales con terrenos más complicados. La evolución, la forma de entender este tipo de vehículos y las necesidades de la sociedad moderna hicieron que las generaciones posteriores estuvieran cada vez más alejadas del propósito para el que fuera ideado el primer Range Rover.
El contraste es tan grande que actualmente un Range Rover tiene un precio de entrada de 100.000 euros, contando con iluminación ambiental regulable y lujos como asientos de cuero con función de masaje y los acabados más exquisitos. Charles Spencer fue consciente de ello y llegó a comentar que "utilizar un 4x4 para llevar a los niños al colegio o utilizarlo en ciudades y pueblos como vehículo para todo, es completamente estúpido", denominando a los que lo hicieron como "pomposos y engreídos".
Es cierto que Charles Spencer tenía en común algunas costumbres con los modernos propietarios del Range Rover, como son participar en competiciones de esquí en Aspen, navegar con su yate, la fotografía y escuchar música clásica, pero el creador del SUV británico más emblemático de los últimos cuarenta años no seguía esta filosofía del uso de los 4x4, ya que sus vehículos de uso diario eran un MINI Cooper (prueba) y un Volkswagen Golf GTI (prueba), no un Range Rover. Spen falleció en 2010 a los 85 años por las lesiones sufridas después de que una furgoneta lo golpeara cuando circulaba en bicicleta.
A nosotros nos gusta el desde el primero al último, como queda asegurado en nuestras prueba del Range Rover Classic al Range Rover de quinta generación.
Fuente: Jalopnik, Imagen destacada: TheGuardian y Land Rover