Que la primera prueba del Range Rover 2022 haya sido tan solo unos días después de la brutal representación de tradición británica por los actos tras la muerte de la Reina Isabel II ha sido una coincidencia cuanto menos curiosa. Lo bueno es que me sirve para que muchos de vosotros entendáis lo que representa este Land Rover y su quinta generación.
Y es que los británicos son auténticos expertos en mantener vivas tradiciones ancestrales. Y no solo eso, sino que en lugar de parecer desfasadas consiguen que (la mayor parte) el mundo las admire. Con los coches británicos pasa algo parecido y tras la prueba del nuevo Range Rover lo tengo todavía más claro.
Prueba Range Rover 2022: traición y modernidad
Y es que lo primero que llama la atención del nuevo Range Rover es su estilo. Es un coche completamente nuevo, con un lenguaje de diseño actualizado, pero que mantiene hasta el más mínimo ápice del ADN Range Rover. ¿Y qué es eso? Pues una mezcla a partes iguales entre elegancia, estilo, robustez y lujo.
Y es que en 1970, cuando nació este icono entre los todoterrenos de lujo, Land Rover tenía claro lo que quería. La fórmula de su Land Rover original (la primera generación del Defender) llevada al terreno del lujo y la distinción, para que la realeza, nobleza y burguesa británica pudiese viajar al campo sin límites.
El coche favorito de la Reina
Y por supuesto, todos abrazaron esa idea original con entusiasmo. El Range Rover de primera generación se convirtió en un éxito, pese a ser un coche mucho más espartano de lo que se ha convertido hoy. Y un coche, además, que estaba pensado para una conducción off-road, en ningún caso para plantar cara a sedanes de lujo firmados por Bentley, Rolls-Royce o Mercedes-Benz.
Kingsley Cars le da una segunda vida al Range Rover Classic con un completo restomod
Pero los tiempos cambian y el auge de los SUV ha provocado que el nuevo Range Rover 2022 abrace un concepto completamente distinto. Ahora es un coche de lujo y representación, buque insignia de la marca y pensado tanto para conducir delante como para viajar con chófer. La esencia es la misma de siempre, pero tan modificada que podría ser algo totalmente distinto.
Un diseño limpio y minimalista
Lo primero que llama la atención del nuevo Range Rover de esta prueba es que luce un diseño más limpio, con líneas rectas pero sin elementos que puedan sobrecargar la estética del conjunto. En el frontal destacan los faros con un diseño más fino, así como las tomas de aire inferior donde las líneas horizontales incrementan la sensación de anchura y de poder sobre el asfalto.
Es un coche largo: la versión corta mide 5,05 metros de largo, mientras que la versión con batalla extendida añade 20 cm a la batalla, que van a parar íntegramente al espacio en las plazas traseras. La vista lateral es 100% Range Rover, con esa especie de 'techo flotante' que resulta tan atractivo y que se puede elegir en color de contraste. A mí me gusta del mismo color de la carrocería porque se enfatiza esa sensación de volatilidad.
Pero sin duda el elemento más controvertido (e innovador) del Range Rover 2022 es la zaga y sus nuevos pilotos minimalistas. En color negro, suponen una auténtica revolución. Me gusta que arriesguen y creo que gracias al gran voladizo trasero y a la caída progresiva del techo se consigue el mismo efecto de siempre. Pero ahora con un toque diferenciado más moderno. Para gustos colores, pero a mí me parece bien.
El interior sigue la apuesta por lo 'mínima'
El interior del Range Rover 2022 sigue al dedillo la receta utilizada en el exterior. Minimalismo, pureza de líneas y una sensación de calidad brutal. Lo cierto es que desde que te subes por primera vez la tecnología te abruma y te deja claro que estamos ante un Range del año 2022.
Hay dos pantallas que llaman la atención, aunque yo me quedo con una: la que encontramos presidiendo el salpicadero. Me gusta todo de ella. Es grande, ya que mide 13,1 pulgadas, pero me gusta más su funcionamiento y el sistema multimedia Pivi Pro, con una interfaz actualizada que me parece de lo más agradable al uso. Quizás hay un exceso de menús, pero es que este coche ofrece muchas opciones a sus pasajeros.
Desde las cámaras de visión 360 grados pasando por los menús off-road, la pantalla es siempre un aliado y no una pesadilla, como ocurre a veces. Rápida, con una gran resolución y además creo que hasta es bonita por diseño, con un estilo flotante que consigue que se vea muy tecnológica gracias a su finura. Una pantalla de 10.
Lujo, lujo y más lujo
La pantalla del cuadro de instrumentos también es buena pero no me parece tan destacable. Lo que sí me parece digno de mención es la calidad general mires donde mires, toques donde toques. Todo es cuero de la mejor calidad, acabados en madera de poros abiertos, detalles metálicos. Nada desentona y todo hace que te sientas en paz y muy relajado.
La ergonomía también es muy buena, ya que cuenta con mandos físicos para el climatizador y ciertos botones que hacen que no eches nada en falta. ¡Ah! Y por supuesto no faltan los guiños a generaciones pasadas del Range, como por ejemplo los apoyabrazos individuales para los asientos o los generosos parasoles.
Los asientos también son dignos de mención, con un agarre perfecto, una comodidad total y múltiples reglajes. Incluso puedes modificar cuánto te agarran los riñones laterales. Por supuesto pueden contar con masaje, calefacción y ventilación. La verdad es que no se puede pedir mucho más.
¿Con chófer o sin chófer?
El Range Rover, como ya ocurría con la anterior generación, se puede elegir con dos tipos de carrocerías: la corta y la larga. En la corta el espacio para las plazas traseras ya es más que suficiente, contando estas también con múltiples reglajes, gestión multimedia completa e incluso pantallas con conexión HDMI para que puedas conectar dispositivos.
En el Range Rover EWB hay dos opciones: o mantener las dos filas de asientos, consiguiendo un espacio para los ocupantes traseros digno de una limusina, o bien integrar una tercera fila de asientos, para conseguir un todoterreno de lujo con 7 plazas. Ambas opciones son buenas, aunque ya puestos me quedaría con la configuración de 4 plazas y unos asientos traseros dignos de primera clase.
Eso sí, donde no faltará espacio es en el maletero, ya que alcanza los 725 litros y en las versiones con carrocería larga y abatiendo las filas traseras de asientos consigue superar los 2.000 litros de capacidad y la posibilidad de cargar bultos de hasta 2 metros de largo.
Un comportamiento dinámico muy trabajado
La prueba del Range Rover 2022 tuvo lugar en Navarra, en las espectaculares carreteras que van desde Navarra hasta los límites pirenaicos de la región, en la zona de Larra-Belagua. Un paraje precioso pero con carreteras reviradas que a priori no iban a sentar demasiado bien a los más de 2.500 kilos que pesa este Range en su versión más 'ligera'.
Y lo cierto es que este coche no está creado para carreteras reviradas, pero también es cierto que puede sobrevivir con una nota notable. ¿Cómo lo consigue? Con diferentes elementos que permiten que el conductor sienta que está en un coche más pequeño y más ligero.
- Nueva plataforma MLA-Flex un 50% más rígida
- Suspensión neumática
- Eje trasero direccional
- Barras estabilizadoras activas
Estos son los elementos que consiguen el milagro. Especialmente los dos últimos. Lo cierto es que este Range consigue ser un coche brutal en autopista y vías rápidas, un coche muy bueno en carreteras con curvas medias y rápidas y un auténtico jabato en carreteras reviradas, donde consigue mitigar con ganas el balanceo.
Perfecto para viajar
El ADN del primer Range Rover estaba bien definido: tenía que ser un coche capaz fuera del asfalto pero también suficientemente refinado sobre él. El Range Rover sigue al dedillo esa filosofía y lo aleja de coches más rudos como el Mercedes Clase G. Destaca su gran nivel de aislamiento acústico (demasiado cuando quieres oír el rugido del motor V8) y lo noble de su pisada. La suspensión filtra bien, pero también consigue comunicar lo que ocurre bajo las ruedas.
La dirección es ligera y con un peso justo, mientras que la capacidad de frenada es notable pese a su peso de camión ligero. Lo cierto es que en carreteras muy reviradas me ha sorprendido para bien y en general era una opinión unánime. Con este Range puedes viajar por cualquier terreno, aunque está claro que en vías rápidas es donde saca a relucir su faceta más refinada y espectacular.
100% Off-road
Y por supuesto sigue siendo un todoterreno de verdad. Es obvio que con el paso del tiempo estos coches han perdido parte de su esencia off-road, pero no por culpa de las marcas, sino por culpa de los clientes. Vale, salir a la montaña con llantas de 23 pulgadas y pinturas cuyo valor se fija en 5 cifras, puede dar respeto a cualquiera. Pero la tecnología está ahí.
Gracias al sistema Terrain Response 2 y a una cantidad ingente de tecnología, el Range Rover de esta prueba consigue superar muchos obstáculos sin problema. Cuenta con varios modos de conducción off-road en función del tipo de superficie por la que circules, pero uno de los elementos clave es su suspensión neumática que es capaz de elevar la carrocería del coche hasta conseguir una altura libre al suelo de 295 mm.
Es una pasada ver al sistema en funcionamiento mientras subes por una pista de montaña. Ver como los diferenciales van dejando fluir el par en función de las necesidades de tracción. Este es un coche para una conducción off-road ultra cómoda. El Clase G seguramente sea más capaz, pero también exige algo más al conductor. Este es un coche para señoritos que quieren ir de picnic al campo.
Una gama de motores electrificada
La gama de motores del Range Rover 2022 me gusta. Tiene todo lo que necesitas hoy en día y con algunos elementos que sorprenden. Cuenta con un motor diésel de 6 cilindros en línea y dos niveles de potencia: 300 y 350 CV. He probado la versión más potente y me parece que es el motor más sensato para este coche: mucha fuerza, potencia de sobra y un peso final algo más ligero.
Para los que quieran el coche para usar a diario quizás las opciones híbridas enchufables serán su mejor opción. Combinan un motor de seis cilindros de gasolina con 400 CV y un motor eléctrico de 143 CV alimentado por una gigantesca batería de 38,2 KwH de capacidad. Es una batería más grande que la de muchos coches eléctricos compactos y permite a este grandullón tener una autonomía eléctrica de 110 km.
Además, permite carga rápida, por lo que no es una broma que muchos clientes del nuevo Range Rover PHEV puedan usarlo como un vehículo 100% eléctrico la mayor parte del tiempo. En la cúspide de la gama encontramos un motor V8 de 530 CV. También lo he podido probar y sin duda será la opción ideal para quien busque 'lo mejor de lo mejor'. Mucha fuerza, mucha potencia, más refinamiento. Pero quizás innecesario.
Por último, destacar que en el año 2024 llegará al mercado un Range Rover 100% eléctrico, basado en la misma plataforma MLA-Flex, ya preparada para esta electrificación total. Por el momento no tenemos datos ni de potencia ni de autonomía.
Conclusión: ¡el todoterreno de lujo por antonomasia!
Está claro que el segmento de los todoterreno de lujo ha crecido exponencialmente en los últimos años. Sin embargo, creo que el Range Rover ha sabido mantener su hueco en el mercado. Su principal rival es el Mercedes Clase G, un auténtico superventas en el segmento y un hueso duro de roer. El Range Rover me parece mucho más refinado y lujoso, mientras que el G me parece algo más fiel al original, más robusto y más rudo. Sin dejar de lado el lujo y la tecnología.
¿Cuál elegir? Eso será cuestión de gustos y de pequeños matices. Lo que tengo claro es que si quieres un todoterreno de lujo realmente completo no necesitas irte a los más de 200.000 euros que cuestan de base coches como el Bentley Bentayga o el Aston Martin DBX. Por 140.950 euros tendrás un todoterreno con un motor diésel muy capaz, mucho estilo y elegancia, mucha tecnología y un comportamiento off-road de primera. ¡Un coche super completo!
Ficha técnica Range Rover D350 HSE | ||
Motor | Cilindrada | 2.997 cc |
Cilindros | 6 cilindros en línea | |
Potencia máxima | 351 CV | |
Par máximo | 700 Nm | |
Alimentación | Tipo | Doble turbo Inyección directa |
Transmisión | Caja de Cambios | Automática ZF, 8 velocidades |
Tracción | Total | |
Suspensión | Delantera | Paralelogramo deformable Amortiguador neumático |
Trasera | Paralelogramo deformable Amortiguador neumático |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados, 380 mm |
Traseros | Discos ventilados, 355 mm | |
Dimensiones | Longitud | 5.052 mm |
Anchura | 2.047 mm | |
Altura | 1.870 mm | |
Distancia entre ejes | 2.997 mm | |
Maletero | Volumen | 575-818-1.841 litros |
Peso | Peso | 2.505 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 234 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 6,1" | |
Consumo | Combinado | 7,8 l/100 km |
Velocidad baja | 11,3 l/100 km | |
Velocidad media | 7,8 l/100 km | |
Velocidad alta | 6 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 7,3 l/100 km | |
Emisiones CO2 | 205 gr/km | |
Precio | Precio oficial | 166.450 euros |