La delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, ha confirmado el cierre al tráfico al centro de Madrid en 2018 para los no residentes como parte del Plan A de Calidad del Aire, aunque no se restringe el acceso al transporte público y a los coches eléctricos. “La medida entrará en vigor en el primer semestre de 2018”, confirmó la edil, avanzando en el plan del Ayuntamiento de prohibir el acceso a los coches antiguos al centro en 2025.
El Plan pone de manifiesto la gran área de prioridad residencial del centro, la limitación de velocidad de 70 km/h en la M-30 y accesos, y el veto al tráfico de los vehículos de gasolina matriculados antes del año 2000 y diésel previos a 2006. “Primero aplicaríamos una serie de medidas en el interior de la ciudad, salvo algún episodio, hasta llegar a hacer permanente la restricción”, ha matizado Sabanés en relación a la limitación de velocidad de la M-30.
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El Plan A de Calidad del Aire cuenta con cuatro áreas: un primer bloque dedicado a los vehículos de carga y descarga; un segundo relacionado con la adaptación al cambio climático; un tercero que pone de manifiesto la mayor colaboración entre las diferentes instituciones; y un cuarto que planea más puntos de recarga rápida para coches eléctricos. Este último punto se centra en el compromiso de instalar 15 puntos de recarga rápida para coches eléctricos en la ciudad, así como un aumento del 30% de aparcamientos para motos en calzada.
Por su parte, los vehículos de carga y descarga de entre 3,5 y 12 toneladas tendrán un acceso libre al centro hasta 2023, mientras que hasta 2025 será el límite para camiones de más de 12 toneladas. Esta flexibilidad en los tiempos para la restricción de acceso al centro a las furgonetas y camiones sin el distintivo de la DGT se debe a “las características del sector y la vida útil” de los automóviles, según Sabanés.
Se acaba de publicar el nuevo plan de movilidad en Madrid con cambios como que los ciclistas podrán girar a la derecha en los semáforos en rojo! Estas nuevas medidas no harán más que poner en peligro la seguridad de otros coches que vengan en sentido contrario y no los vean, además de a los peatones.