
El hecho de pasarlo bien o no al volante no implica, en todos los casos, que haya que conducir un vehículo muy potente. ¿Es lo normal? Pues sí. Pero la verdad es que también puedes echar un buen rato en un modelo que a priori no parezca propicio para ello. En este artículo te presentamos varios de los coches americanos divertidos que apoyan esta teoría: no les hacen falta demasiados CV para poder sacarte una sonrisa.