El segmento B es uno de los pocos que aguanta la tiranía comercial de los SUV y aunque las opciones de elección son múltiples, a poco que sepas tener un punto diferenciador, tienes mucho éxito asegurado. Eso es precisamente lo que ha buscado el fabricante norteamericano con el coche de la prueba, el Ford Fiesta Hybrid que aquí probamos. La actual generación del utilitario es uno de los más longevos de la categoría, pues lleva entre nosotros cerca de cuatro años, lo que indica que su renovación está a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, la firma del óvalo ha querido dotarle de una chispa extra (nunca mejor dicho), lanzando al mercado esta versión microhíbrida que probamos. Un golpe de efecto comercial porque basta echar un ojo a la categoría para darse cuenta de que esta tecnología no está tan extendida en el segmento B como uno podía esperar con la ventaja que supone tener en el parabrisas la etiqueta ECO de la DGT.
Tomando como base el archiconocido y exitoso bloque 1.0 EcoBoost, Ford suma un entramado eléctrico formado por un arrancador/generador accionado por correa que reemplaza al alternador y que permite almacenar la energía eléctrica que se genera en una batería adicional de 48 voltios. Esa energía puede ser, posteriormente utilizada para dar un ‘punch’ extra al motor térmico en las fases de aceleración, en concreto de unos 20 Nm, así como para descargar de labores a la batería principal al alimentar los diferentes componentes eléctricos del vehículo. Está disponible tanto con la versión de 125 CV como con la de 155 CV, siendo esta última la que protagoniza estas líneas.
Así va el Fiesta Hybrid 155 CV
De un primer vistazo, no hay nada que nos sorprenda en este Fiesta Hybrid 155 CV aunque sí es cierto que pese al paso del tiempo, su línea exterior no ha perdido vigencia. Quizá sea porque nuestra unidad iba ataviada con el acabado ST Line o porque nuestros ojos están cansados de ver diseños de corte SUV, pero la realidad es que este Fiesta se mantiene fresco como el primer día.
Algo similar ocurre con el habitáculo. No en vano, Ford también lo emplea en uno de sus últimos productos, el Puma (prueba), dando muestras del acierto que fue en su momento cuando lo estrenó en esta séptima entrega del Fiesta. A destacar los asientos de corte deportivo que, si bien no llegan a ser tan excepcionales como los del Fiesta ST (prueba), sí cumplen su función tanto visual como de recogimiento.
Precisamente es el Fiesta ST el que me viene a la mente cuando circulamos con nuestro Fiesta Hybrid 155 CV, pues la versión más prestacional es el siguiente escalón en potencia a nuestro protagonista. Más allá de la configuración de chasis o de los retoques efectuados, si los comparamos a nivel mecánico, solo les separan 45 CV. Eso es algo que se nota cuando rodamos con este Fiesta MHEV, pues el empuje y el reprís que tiene son encomiables.
No hay apenas retardo en las reacciones incluso pese a que monta un turbo de mayores dimensiones. Pero el aporte eléctrico comentado con anterioridad permite eliminar el temido lag. No es que sea fulgurante, pero sí se le percibe más reactivo que cuando un servidor lo probó hace tiempo sin ese sistema microhíbrido. Los 20 Nm de los que nos habla Ford se notan sobre todo en las arrancadas e incluso si eres poco sensible, ahí tienes el menú del ordenador de a bordo que te indica cuándo entra en juego el sistema eléctrico. Con todo, hablamos de un 0 a 100 km/h inferior a los 9 segundos mientras que el dato del Fiesta ST se queda en 6,5 segundos. Por su parte, la velocidad punta es de 219 km/h.
Sin embargo, el objetivo final de este sistema micro-híbrido no es únicamente el de dotarle de un mayor picante mecánico, sino la de rebajar considerablemente el gasto de combustible. Según los datos proporcionados por la propia Ford, los Fiesta Hybrid son, de media, entre un 5 y un 10% más ahorradores que los que no llevan esta tecnología. Sirva de ejemplo la versión de 125 CV que registra un gasto medio de 5,7 l/100 km por los 5,1 l/100 km del MHEV. En el caso de nuestro motor de 155 CV, al no haber otra alternativa, el consumo medio homologado bajo ciclo WLTP es el mismo, es decir, 5,1 l/100 km lo que supone unas emisiones de CO2 de 116 g/km.
De hecho, durante nuestra prueba hemos comprobado que además de ese aporte de energía, sí consigue rebajar su gasto, al medirle de media 6 l/100 km cuando e incluso poder rebajarlo a los 5,5 litros cuando nos movemos únicamente por autopista y siempre que activemos el programa Eco. Otro menester será ya al realizar una conducción más enérgica, con el modo Sport conectado y dejando que la parte más emocional de nuestro ser tome las riendas. Ahí, además de volver a deleitarnos con la que probablemente sea la mejor dinámica de toda su categoría, de una transmisión manual de seis relaciones con un tacto excelente y de una dirección ultra precisa, también comprobaremos cómo el gasto se dispara hasta rozar los 8 litros.
En definitiva
Que Ford se haya decidido por la tecnología microhíbrida para otorgar una chispa extra al Fiesta justo antes de que llegue la esperada actualización no es sino un total acierto. Porque como decíamos, puestos a repasar, pocos son los rivales que ahora mismo optan por esta tecnología (el primero que se me viene a la mente es la prueba del Hyundai i20 2020) que le proporcione la etiqueta ECO. El resto opta por combustibles alternativos como el GNC o el GLP (el Fiesta también cuenta con una opción de este corte).
Ahora solo queda ver si los 21.380 € de los que parte este Fiesta Hybrid 155 CV ST Line, reducidos a 17.101 € con los descuentos aplicados son del agrado del público. No dudamos de lo contrario pues nos parece una tarifa bastante ajustada por tener el Fiesta más potente de toda la gama si eliminásemos de la ecuación al Fiesta ST.
A destacar | A mejorar |
Comportamiento dinámico | Solo con acabados altos |
Diseño exterior e interior | Consumo sensible al acelerador |
Tacto del cambio | Solo con caja manual |
Ficha técnica Ford Fiesta 1.0 EcoBoost Hybrid 155 CV ST-Line | ||
Motor | Cilindrada | 998 cc |
Cilindros | 3 en línea | |
Potencia máxima | 155 CV / 6.000 rpm | |
Par máximo | 220 Nm / 3.000 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo. Intercooler. |
Transmisión | Caja de Cambios | Manual, 6 velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Rueda tirada con elemento torsional Resorte helicoidal |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.065 mm |
Anchura | 1.735 mm | |
Altura | 1.466 mm | |
Distancia entre ejes | 2.493 mm | |
Maletero | Volumen | 303-984 litros |
Peso | Peso | n.d. |
Prestaciones | Velocidad máxima | 219 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 8,9 seg | |
Consumo | Combinado | 5,1 l/100 km |
Velocidad baja | n.d. | |
Velocidad media | n.d. | |
Velocidad alta | n.d. | |
Velocidad muy alta | n.d. | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 116 g/km Euro 6 - Etiqueta ECO |
Precio | Precio oficial | Desde 21.380 euros |
Fotos: Karam el Shenawy
Fantástica prueba, enhorabuena.
Podeis confirmar que el restyling del Fiesta llegará en 2021?
Quiero comprarme uno este año y me gustaría que tuviera el cuadro digital del Puma.
Muchas gracias!