A Jeremy Clarkson no le gustan los coches eléctricos. Bueno, no todos. Hay uno que sí le gusta, el Ford F-150 Lightning. Lo cual no deja de ser curioso, porque tampoco le gustan las pick-ups, como ha manifestado en alguna ocasión en el pasado, y este modelo representa la unión de esos dos mundos: camioneta y coche eléctrico.

De hecho, Clarkson cree que la idea de una pick-up eléctrico es ridícula, sobre todo, en Estados Unidos, donde las camionetas gozan de mucha popularidad y son ricos en petróleo. “Abrir el capó y encontrar un motor eléctrico sería muy decepcionante”, ha dicho al diario The Sunday Time Driving.

Este es el coche eléctrico que Jeremy Clarkson sí quiere tener

Jeremy Clarkson

Jeremy Clarkson sospecha que el Ford F-150 Lightning es una respuesta a Elon Musk, cuando anunció la llegada de una futura pick-up eléctrica. Y ese F-150 eléctrico “debía ser no solo brillante, sino lo mejor de lo mejor”.

A pesar de no estar disponible en el mercado europeo ni británico, Clarkson se ha hecho con una unidad del F-150 Lightning y lo puso a prueba cerca de su casa de Cotswolds. Rápidamente, descubrió problemas en las estrechas carreteras de las áreas rurales de Inglaterra, más apropiadas para un Ford Fiesta que para un coche de las dimensiones del pick-up americano.

Es un vehículo muy grande. Basta con recordar su anchura de 2,5 metros. Y es alto: el asiento está “tan lejos del suelo que puedes mirar hacia abajo a los aviones que pasan”, bromea. Es tan grande que no cabía en la pista de su terreno.

Tan rápido como un Ferrari F40

Jeremy Clarkson

Pero hubo una serie de cosas que le gustaron mucho y acabaron conquistando su corazón. Una es el maletero delantero, “un maletero del tamaño de un Ford Focus bajo el capó”, dice.

Por otro lado, Jeremy Clarkson alabó las prestaciones del F-150 Lightning, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo cuatro segundos. Lo que significa que es “tan rápido como un Ferrari F40”. No es poca cosa. También destacó el refinamiento del vehículo y el número de gadgets disponibles en el interior.

Todas estas cualidades han conseguido conquistar el corazón de Jeremy. A pesar de calificar los coches eléctricos como «no más interesantes que un congelador o una tostadora», dice que una “pick-up es una herramienta y, francamente, no me importa lo que haga que se mueva”. De modo que, aunque admite que no necesita un coche como este, sigue queriendo una.

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