Los concept cars y prototipos son algo habitual en la industria del automóvil actual. Sin embargo, como todo en esta vida, hubo un primer fabricante que se atrevió a lanzar un vehículo de estas características. Ocurrió hace más de ocho décadas y fue algo transgresor, nunca visto hasta entonces. Se denomina Buick Y-Job, se presentó en 1938 y está considerado como el primer concept car de la historia.

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Este estudio de diseño y tecnología sirvió para que Buick demostrará a sus clientes y al resto de competidores en el mercado cuál era su verdadero potencial como fabricante de automóviles. Con este objetivo, la compañía creó un vehículo conceptual, algo que no se conocía en ese momento, e implementó una serie de avances técnicos con un diseño característico que, además, serviría como base para los siguientes modelos de Buick hasta la década de 1950.

Buick Y-Job (1938): el primer concept car de la historia

Buick Y-Job 1938

Para entender el porqué de su nombre hay varias teorías que tratan de explicarlo. En la época, los coches de preproducción se conocían como ‘X-Jobs’, por lo que lo más lógico es que Buick adelantara una letra en el abecedario para referirse al primer concept car de la historia. Si embargo, hay otras dos teorías más, una que apunta a que la ‘Y’ hace referencia a la estrella, invertida en este caso, de Mercedes; y otra que señala a los prototipos de los aviones de la época, que utilizaban esta letra para ser denominados.

Sea como fuere, el Buick Y-Job de 1938 estaba basado en el chasis modificado de un Buick Century. Harley J. Earl, considerado el padre del Corvette, fue el responsable detrás de su creación, mientras que el diseño final corrió de la cuenta de George Zinder, lo que sirvió para definir el estilo de los productos de General Motors en los siguientes años.

Buick Y-Job 1938

Además de su característica silueta, Buick añadió una serie de detalles y tecnologías que eran una novedad en la época. Lo más destacado eran los faros retráctiles eléctricos, el techo automático eléctrico, y los elevalunas y el cierre de las puertas también eléctricos. Otros detalles incluyeron parachoques cromados, tiradores de las puertas enrasados y un adorno con forma de mira de rifle sobre el capó.

Un pionero y un éxito rotundo para Buick

Su carrocería estaba inspirada por las formas de los aviones de la época, con líneas redondeadas y aerodinámicas. Sus más de 5,3 metros de largo estaban complementados por una cabina descapotable con solo dos asientos en su interior. Bajo el capó, Buick instaló un motor V8 de 5.2 litros emparejado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades.

Buick Y-Job 1938

Muchos fueron los que criticaron la enorme inversión que estaba haciendo Buick para el desarrollo del Y-Job, un coche que, a fin de cuentas, jamás llegaría a comercializarse, por lo que tampoco sería rentabilizado. Sin embargo, Harley Earl demostró al mundo cuál era el verdadero músculo de la compañía y el concept car se convirtió en todo un éxito.

Tal fue su aceptación que el Y-Job viajó durante años por Estados Unidos, de exhibición en exhibición hasta acabar convertido en el coche personal del propio Harley Earl. Actualmente, el primer concept car de la historia forma parte de la colección del GM Heritage Center de Michigan, en Estados Unidos.

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