Entre el 22 y el 30 de enero del inminente 2022 tienes una cita en Scottsdale (Arizona, Estados Unidos) si quieres comprar coches clásicos de colección. La famosa casa de subastas Barrett-Jackson ha organizado un evento que ofrecerá multitud de clásicos coleccionables y muscle car de diferentes años. Pero hay uno que destaca entre todos los lotes. Se trata del último Buick Grand National fabricado antes de que finalizara la producción en 1987 y, sí, se subasta.
El coche en cuestión tiene una interesante historia tras de sí y que The Drive ha logrado reunir en un artículo. Este Buick Grand National de 1987 es oficialmente el último que salió de la cadena de producción en diciembre de ese mismo año, justo antes de que se diera por finalizada su fabricación. Pertenece a Bob Colvin, quien pudo a presenciar cómo terminaban de ensamblarlo junto a su familia, en un día muy especial para la fábrica y para General Motors.
A subasta el último Buick Grand National fabricado
Colvin es propietario de un concesionario de coches que en la actualidad comercializa vehículos de las marcas Chevrolet, GMC y Buick. En su época, Springhill Motor Company había vendido varios de estos Buick Grand National de alto rendimiento y pidió a GM que le permitieran comprar la última unidad fabricada. La compañía accedió a venderle el penúltimo, reservándose el más especial para ellos.
General Motors invitó a Colvin y su familia a la planta de Pontiac donde se ensamblaba el Grand National. Fue algo especial, ya que permitió presenciar en ensamblaje final del vehículo en un ambiente de felicidad y tristeza, ya que acababa la producción de uno de los coches más especiales de Buick. De hecho, los trabajadores y directivos incluso firmaron partes del motor de la última unidad en señal de despedida.
La sorpresa fue mayúscula cuando el gerente de la fábrica le comunicó a Colvin que, a pesar de la decisión de GM, le haría entrega del último coche ensamblado. Desde entonces, este Grand National de 1987 ha vivido como una auténtica pieza de colección. La familia de Colvin incluso construyó una habitación en la casa para integrar el coche en su interior, donde descansa sobre caballetes.
El vehículo acumula apenas 34 millas (54 kilómetros) recorridos en los últimos 34 años. Colvin asegura que el vehículo apenas ha salido al exterior desde que llegó. Una de esas pocas veces coincidió en el centenario de Buick, celebrado en Michigan en 2003.
Ahora, Barrett-Jackson se encargará de subastar este ejemplar tan especial, con su V6 sobrealimentado de 3.8 litros, 245 CV y 400 Nm de par máximo. Cuenta con un cambio automático de cuatro velocidades. Se espera que el vehículo se venda por alrededor de 500.000 dólares (442.000 euros).
Fotos: Barrett-Jackson