En la década de 1980, Buick, una marca de General Motors, decidió ofrecer un nuevo planteamiento a sus coches con una versión más prestacional del clásico Regal, un modelo que fue capaz de plantar cara al Corvette y el Camaro de la época y que, en su versión más prestacional, el Buick GNX, llegó a superar al que es el deportivo más famoso de Estados Unidos. Esta edición especial es ahora un clásico de culto al otro lado del Atlántico, pero, ¿cuál es su historia?

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Buick, que actualmente comercializa en Estados Unidos los productos que Opel ofrece Europa bajo licencia de General Motors (modelos que desaparecerán con los años del mercado europeo tras ser adquirido por el Grupo PSA), en las décadas de 1970 y 1980 estaba enfocada en un público más adulto que demandaban coches de lujo repletos de cromado, tapicería de terciopelo y grandes motores V8.

Buick Regal Indy 500 Pace Car 1981
Buick Regal Indy 500 Pace Car (1981)

A finales de los 70, el Buick Regal ofrecía a sus clientes estas mismas características, a la vez que una versión de carreras del modelo competía en la NASCAR. Sin embargo, las victorias conseguidas en 1981 y 1982 animaron a Buick a lanzar una versión especial de altas prestaciones del Regal, una estrategia que también pasaba por alterar la imagen de sus coches con el fin de captar la atención de un público también adulto, pero más pasional y moderno. Nacía así el Buick Regal Grand National (en honor a la NASCAR Grand National Series que, en 1971, había pasado a denominarse NASCAR Winston Cup).

Modernizaba su imagen y ponía en apuros al Corvette

En lugar de un enorme motor V8 de gran cilindrada, el Regal Grand National optaba por una mecánica V6 turboalimentada de 3.8 litros que, desde su lanzamiento en 1983, entregaba 200 CV de potencia y algo más de 400 Nm de par motor, gestionados a través de una caja de cambios automática de cuatro velocidades que enviaba toda la energía al tren posterior. El cromo desaparecía en casi todo el exterior, lo que permitía potenciar sus líneas musculosas y su gran presencia.

Buick Regal Grand National
Buick Regal Grand National

El nuevo muscle car de Buick había entrado en escena, pero lo hacía como un paquete de potenciación instalado por un especialista independiente. De hecho, no todos los Grand National estaban equipados con el motor de seis cilindros, ya que la mayoría seguía optando por un V8 de gran capacidad. General Motors era reticente con esta edición especial del Regal, pero permitió a Buick continuar con su producción ya que atraía a un público diferente, un comprador que hasta entonces había comprado Corvette y Camaro.

A pesar de ofrecer tan solo 200 CV de potencia, el Buick Regal GN era tan rápido como la versión con motor V8 y, gracias a la sobrealimentación y a su mecánica reforzada de seis cilindros, era muy fácil de potenciar. Pronto, su fama comenzó a aumentar, especialmente cuando en 1984 se eliminó cualquier otra opción mecánica que no fuera el V6 turbo, se instaló por primera vez un intercooler e inyección electrónica, y las opciones de pintura exterior se limitaron al color negro.

La decisión de General Motors

Buick Regal Grand National
Buick Regal Grand National

Dos años más tarde, en 1986, llegaría su primera actualización mecánica, que permitía elevar su potencia primero hasta los 235 CV y más tarde hasta los 245 CV. A su vez, el par motor pasó de los 400 Nm originales hasta los 481 Nm cuando se dio por concluida esta actualización. Esto situaba al Grand National por encima del Corvette de la época en cuanto a prestaciones, ya que éste ofrecía 240 CV, y en diferentes pruebas realizadas se decía que incluso podía superarlo en aceleración.

Pero esto no era todo. Una prueba de la época realizad por Car&Driver anunciaba que el coche era más potente de lo que realmente declaraba Buick, y esto comenzó a preocupar a General Motors. La compañía quería que los modelos Corvette y Camaro de Chevrolet continuaran siendo las opciones más deportivas y prestacionales del grupo automotriz, por lo que tomó una decisión drástica: cambiar la plataforma anticuada del Regal por una de tracción delantera y motores mucho menos potentes. Se ponía así fin a la aventura prestacional de la marca.

Buick GNX: la despedida por todo lo alto del Grand National

Buick GNX
Buick GNX

Ante esta nueva situación, con Buick acostumbrado a ser de nuevo el centro de atención en General Motors y a disfrutar de unas ventas aumentadas con un nuevo público objetivo, la compañía decidió despedir al Grand National con una edición especial aún más radical en 1987. Para ello, tomó 547 unidades de las 20.740 Regal Grand National fabricados y los envió a un especialista que los produciría en exclusiva, concretamente a la filial americana de McLaren que el propio Bruce McLaren había establecido en la década de 1960.

Este medio millar de ejemplares del Grand National recibirían una completa renovación mecánica que permitiría al modelo poner el sello de oro a su producción y a Buick elevar su caché como fabricante. El Buick GNX (Grand National eXperimental) conservaba el motor V6 sobrealimentado, pero recibía una serie de importantes mejoras que aumentaban aún más sus prestaciones.

Buick GNX
Buick GNX

El bloque fue acompañado de un nuevo turbocompresor Garrett T3, un intercooler más grande, nuevos cilindros, una admisión mejorada, cabezales, un nuevo sistema de escape, una transmisión automática Hydramatic reforzada, un diferencial rediseñado y una suspensión optimizada con un tarado más rígido gracias a la implementación de amortiguadores y barras estabilizadoras más duros.

Más rápido que los Lamborghini y Ferrari de la época

El Buick GNX entregaba ahora 276 CV de potencia y un par motor de 490 Nm, completando el 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y completando el ¼ de milla en 13,5 segundos. Sin embargo, todas las unidades testadas en banco de potencia demostraban entregar más de 300 CV de potencia y, cuando Car&Driver lo probó de nuevo, aseguró que era más rápido que el Ferrari 288 GTO o el Lamborghini Countach (prueba).

Buick GNX
Buick GNX

A nivel estético, el Grand National Experimental tan solo se diferenciaba del Regal Grand National estándar por sus nuevas llantas de 16 pulgadas, sus pasos de rueda ensanchados, algunas salidas y tomas de ventilación, y por el logotipo ‘GNX Buick’ que lucía en la parrilla y en la tapa del maletero. El interior hacía juego con el exterior, con la mayoría de sus superficies y tapizados en negro, acompañado de un volante deportivo para realzar su exclusividad.

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Cada uno de los ejemplares del GNX se comercializaba por 29.900 dólares, una cifra que, si bien era más elevada que el precio del Corvette, no impidió que las 547 unidades del Regal más prestacional y rápido creado hasta entonces se vendieran rápidamente. De hecho, la demanda fue tan elevada que Buick tuvo que seleccionar los concesionarios que mayores ventas registraban para ‘premiarlos’ con la oportunidad de vender un Buick GNX.

Buick GNX
Buick GNX

Hoy, el Grand National Experimental de Buick es un coche de culto que, dependiendo de su estado de conservación, puede superar el precio de venta de 150.000 dólares. El GNX es un ejemplo de como una marca, limitada por las directrices del grupo al que pertenece, puede crear un coche que ponga en jaque a la joya de corona de la compañía, al mismo tiempo que planta cara a rivales mucho más potentes y deportivos.

Buick Regal Grand National

Buick GNX

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