Es difícil ser el centro de atención en Pebble Beach, pero el Bugatti Divo lo ha conseguido. Su espectacular imagen aporta su granito de arena, pero es su precio de cinco millones el que logra que sea un objeto de deseo imposible de alcanzar para cualquier mortal, excepto para los 40 propietarios que ya lo han comprado -no se fabricarán más unidades-.
Como podrás observar en las imágenes, incorpora importantes modificaciones estéticas. La gran mayoría se han introducido para mejorar, más si cabe, la aerodinámica del Bugatti Chiron, superdeportivo que ya hemos probado. Adopta un enorme alerón en la zaga con una anchura de 1,83 m. Asimismo, otros apéndices consiguen que el Divo, que toma el nombre del piloto que ganó dos veces la Targa Florio en los años 20 con Bugatti, Albert Eugène Diwo, tenga una carga aerodinámica de 456 kilogramos, 90 kilogramos que, permíteme que diga, 'el modelo de acceso'. Y es que ahora el Divo puede soportar una capacidad lateral de hasta 1.6 G.
Como era de esperar, aquí no queda la cosa en este coche enfocado a circuito pero válido para circular por carretera. La compañía franco italiana ha conseguido ponerlo a dieta. En total se ha reducido el peso en 35 kilogramos, por lo tanto, 17 kilogramos menos que el Bugatti Chiron Sport.
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Su motor central sigue siendo el mismo, el 8.0 W16 Quad-Turbo capaz de rendir 1.500 CV. Con él puede alcanzar la velocidad máxima de 380 km/h, eso sí, autolimitada. Llama la atención que la del Chiron sea de 418 y la del 'antiguo' Bugatti Veyron de 407 km/h. A pesar de este hándicap, según la firma, el Bugatti Divo es ocho segundos más rápido que el Chiron y tres que el Chiron Sport en el trazado italiano de Nardò.
Para una mejor respuesta en circuito, la tracción total se perfeccionado y se le ha añadido el sistema de control vectorial del par del Sport. También su caja de cambios automática de doble embrague con 7 velocidades ha sido revisada, así como los elementos de refrigeración del propulsor y los frenos.
Stephan Winkelmann, máximo responsable de Bugatti, afirma que el Bugatti Divo “está hecho para las curvas”. Continúa diciendo que “con este proyecto, el equipo de Bugatti tiene la oportunidad de interpretar el ADN de la marca en términos de comportamiento ágil y de una manera significativamente más orientada al rendimiento”.
El coche más caro del mundo, el Bugatti Divo, será fabricado en la Molsheim. Recuerda que de ella solo saldrán 40 unidades, todas adjudicadas, a un precio de 5 millones de euros cada una. Lo digo por si te querías liar la manta a la cabeza...