Fueron necesarias dos décadas enteras para que la firma con sede en Múnich finalmente se atreviera a presentar el BMW M8 Prototype desarrollado en 1990. Este prototipo secreto se mantuvo oculto durante años mientras BMW negaba su existencia. Confirmaba que el proyecto se planteó, pero que jamás se materializó. Sin embargo, una filtración del museo de la marca provocó que en 2010 BMW tuviera que presentar la única unidad jamás creada.
Pero, si esta historia te parece un misterio curioso, la historia del motor que daba vida a este espectacular prototipo rojo del BMW M8 original te parecerá fascinante. Y es que, a día de hoy, 28 años después de ser creado, aún existen muchas dudas sin resolver acerca de las especificaciones del motor, pero bien es sabido que el proyecto fue tomado como base para que BMW desarrollara el famoso motor de 12 cilindros que impulsaba al McLaren F1, el cual le permitió convertirse en el coche de producción con motor atmosférico más rápido del mundo, título aún vigente.
BMW M8 Prototype: la asignatura pendiente de BMW
En 1987, BMW lanzaba su motor V12 conocido como M70, una unidad de 5.0 litros con un árbol de levas por bancada y 24 válvulas que producía unos 300 CV de potencia. Este propulsor estuvo en activo entre 1989 y 1993, mientras que en 1994 llegaría el M73, básicamente el mismo motor, pero con una capacidad aumentada hasta los 5.4 litros y con una potencia de 326 CV. Sin embargo, estos propulsores quedaron eclipsados por el que daba vida al BMW M8 Prototype, desarrollado en 1990 y que sirvió como base para el mencionado F1.
Pero antes de entrar en detalles, hablemos de este espectacular prototipo. Oculto durante 20 años, el BMW M8 Prototype cumplía con los requisitos de M Motorsport al paliar el principal defecto del BMW Serie 8 de la época: el elevado peso resultante de la ejemplar carga tecnológica de la que hacía gala. Para ello, los ingenieros recurrieron a la fibra de carbono y otros materiales ligeros como el kevlar y el plexiglás.
Las puertas y los pasos de rueda eran de fibra de carbono, las ventanas de plexiglás, los faros escamotables se eliminaron, se integraron nuevos indicadores, asientos de kevlar y arneses de seguridad, un nuevo pilar B para reforzar el chasis y un completo kit de carrocería de grandes dimensiones que mostraba un frontal más bajo, entradas de aire más grandes, un nuevo capó, nuevos anchos de vía, un difusor con una doble salida de escape y un set de llantas de 17 pulgadas.
Pero, lejos de estos elementos que conseguían reducir considerablemente el peso del coche y lo hacían imponentemente más deportivo que el Serie 8 estándar, la clave detrás del BMW M8 Prototype fue el motor específicamente desarrollado para la ocasión. Fue denominado S70/1, un bloque V12 de aspiración natural con una capacidad de 6.064 cc, dos árboles de levas por bancada, un total de 48 válvulas y, según los informes, una potencia de 550 CV y un par motor de unos 500 Nm.
Aunque este potente motor jamás vio la línea de producción, el BMW 850CSi estaba equipado con una versión algo más comedida de este S70/1. Empleaba la misma denominación (también es conocido como S70B56), pero tenía 5.6 litros de capacidad, 24 válvulas y 380 CV de potencia. El anteriormente mencionado motor M70 fue empleado en los BMW 850i y 750i de la época, mientras que el M73 fue destinado al 850Ci.
¿Qué tiene que ver este motor con el del McLaren F1?
Como bien sabrás si has leído la historia del McLaren F1, el deportivo más icónico de la compañía británica, fue desarrollado por un equipo con Gordon Murray al frente y producido entre 1992 y 1998. Este mismo año, el F1 se convirtió en el coche atmosférico de producción más rápido del mundo con 391 km/h, un título que en 20 años no ha sido batido, ya que el resto de vehículos son sobrealimentados. Este récord es propiedad de McLaren, pero también contribuyó en gran medida BMW para hacerlo posible.
Según informan desde Jalopnik, citando una serie de fuentes propias, esta es la historia de cómo McLaren llegó a equipar el motor BMW que lo alzaría hasta la gloria. Paul Rosche, ingeniero jefe de BMW Motorsport, se acercó a Gordon Murray en el Gran Premio de Hockenheim de 1990 para preguntarle sobre los planes que tenían en la compañía británica para el futuro F1. En ese momento, Murray aún no había encontrado un motor y sabía que se estaba quedando sin tiempo, por lo que Rosche aprovechó la oportunidad y ofreció a BMW para construirlo.
Fue en ese momento cuando Rosche mencionó el motor S70/1 del BMW M8 Prototype que habían estado desarrollando y pensó que satisfaría las necesidades de Murray. Driving Ambition relata como fue este encuentro entre Murray y el motor S70/1:
“El 25 de octubre de 1990, Gordón visitó Múnich. El V12 de producción no funcionaría: ‘Demasiado grande y pesado. Definitivamente no es para nosotros’, exclamó Murray, a lo que Paul preguntó: ‘Qué es lo que realmente quieres?’. El diseñador británico respondió: ‘una gran cilindrada empaquetada en el menor tamaño posible, sin más de 600 mm de longitud, que acelere hasta alrededor de las 7.500 rpm, más de 550 CV, un peso máximo de 250 kilogramos y que sea lo suficientemente rígido como para ser un miembro estructural de soporte de carga, lubricación por cárter seco para minimizar la altura total y evitar el aumento de las fuerzas G en curva’. Ante estas exigencias, Paul Rosche simplemente dijo: ‘Haremos un nuevo motor’”.
Gordon Murray fue el encargado de instruir al equipo de ingenieros de BMW M Motorsport bajo la premisa de que la relación peso-potencia era lo esencial y que consideraran esto en todo lo que hicieran. El resultado final fue presentado poco después, un V12 de 6.1 litros con un incremento del 14% de potencia sobre las exigencias de McLaren, es decir, 635 CV y 650 Nm de par motor. Cumplió con el requisito de longitud de 600 mm, pero con todos los accesorios, el sistema de escape y el silenciador necesarios, excedió el objetivo de peso por 16 kilogramos.
McLaren admitiría el sobrepeso gracias al incremento de potencia que BMW había ofrecido. El nuevo propulsor fue entregado a la compañía con sede en Woking para su montaje en una de sus mulas de pruebas el 4 de marzo de 1992. Este motor fue bautizado como S70/2. Según los archivos de BMW, existió una tercera versión de este motor, el S70/3, el cual era el encargado de impulsar al McLaren F1 GTR que conquistó la famosa carrera de las 24 Horas de Le Mans de 1995.
Fuente: Jalopnik, BMWBlog (1), (2), BuscoUnCoche, Driving Ambition | Fotos: BMW