Audi quiere ser la punta de lanza en la industria del automóvil, en lo que a transición tecnológica y nuevas ofertas de movilidad se refiere. A falta de pocos días del inicio del IAA 2021, la marca de los cuatro aros ha desvelado su buque insignia en clave eléctrica, el Audi grandsphere concept, una berlina totalmente eléctrica con nivel 4 de conducción autónoma que combina lujo y confort para ofrecer una experiencia de viaje a bordo única.
Este es el segundo prototipo de la gama “sphere”, tras el roadster Audi skysphere y al que se sumará el Audi urbansphere. El grandspehre adelanta las soluciones tecnológicas y características de diseño que tendrán los modelos del futuro que salgan de Ingolstadt.
Audi skysphere concept: el futuro del lujo es eléctrico y tiene 632 CV
El nivel 4 de conducción autónoma permite nuevas dimensiones de libertad: el habitáculo se convierte en una amplia “esfera” de experiencia, sin volante, pedales ni pantallas, mientras que las plazas delanteras se transforman en un salón de primera clase con el máximo espacio y acceso a todas las funciones del ecosistema digital.
Gama “sphere” de Audi: un nuevo concepto del habitáculo

Con los tres prototipos de la gama “sphere” Audi pretende transformar por completo el interior de los coches, creando una experiencia que va mucho más allá del simple traslado del punto A al punto B, e incluso mucho más allá de la propia experiencia de conducción.
Estos concept presentan un nuevo diseño que reinterpreta el habitáculo como el centro del vehículo y deja de subordinar la experiencia del pasajero a las exigencias de la tecnología. Esto se refleja en la disposición variable del interior, la desaparición de los mandos y la gran amplitud disponible, además de vincular estas características a las nuevas ofertas de servicios.
Interior único del Audi grandsphere concept

Al asomarse al interior de la berlina eléctrica de Audi, todo un mundo se abre a los pasajeros. Líneas decorativas y elementos funcionales marcadamente horizontales dan la bienvenida a los ocupantes. La sensación de amplitud queda remarcada por la ausencia de volante, pedales y un salpicadero convencional, a lo que hay que añadir la amplia superficie acristalada, el gran parabrisas y el techo transparente.
Por otro lado, la particular geometría de las ventanillas laterales también acentúa la mayor sensación de espacio. La mitad superior está inclinada, mientras que la parte más ancha está ligeramente por encima del nivel de los ojos. Esta característica de diseño ya la mostró Audi en el concept AI:CON de 2017 y avanza hacia su producción en serie.
Concepción progresista del lujo

Al entrar en el prototipo de Audi, encontramos dos sorpresas: la primera es que, antes de activar las diferentes funciones de conducción, no se aprecia ningún rastro de instrumentación ni pantallas. En su lugar, encontramos un diseño simplificado, con superficies articuladas, colores naturales y materiales de primera calidad, con materiales de la más alta calidad, algunos de ellos, procedentes de cultivos sostenibles o reciclados, respondiendo a una concepción el lujo más progresista.
La otra sorpresa es que el habitáculo cobra vida con solo tocarlo. Hay pantallas, pero en forma de proyecciones sobre las superficies de madera bajo el parabrisas. Dependiendo del modo de conducción, están distribuidas por todo el ancho del interior o segmentadas para el conductor y el acompañante. Toda la información necesaria durante el viaje se ofrece en alta resolución y se puede consultar con precisión.
El diseño exterior del Audi grandsphere concept

Aunque es un vehículo futurista, el aspecto del grandsphere es la de una berlina más o menos clásica, aunque con un cierto aire de shooting brake. Mide 5,35 metros de longitud, 2 metros de ancho y 1,39 metros de alto, dimensiones que lo sitúan en el segmento de las berlinas grandes de lujo. Su distancia entre ejes, de 3,19 metros, es mayor que la del Audi A8 actual.
Destaca su llamativo frontal, con una gran parrilla y unos grupos ópticos afilados. Luce unos voladizos cortos, un capó plano y un parabrisas que se proyecta hacia adelante como límite superior del amplio habitáculo. Un rasgo propio de los GT presente en esta berlina es el borde del capó integrado en el lateral en una línea horizontal, sugiriendo un largo compartimento para el motor. La zaga se muestra esbelta, tras un gran pilar C y una pronunciada caída del techo que evoca a los tradicionales Audi Sportback.

La berlina eléctrica alemana monta unas llantas de 23 pulgadas que recuerdan al Audi Ayus de los años 90. Al mismo tiempo, los seis radios dobles señalan la construcción ligera y la estabilidad, recordando las ruedas funcionales utilizadas en competición y la tradición de la Bauhaus en el diseño de la marca.
720 CV de potencia eléctrica

El grandsphere concept está construido sobre la nueva Plataforma Eléctrica Premium (PEP) y equipa dos motores eléctricos independientes, montados sobre ambos ejes que, mediante una coordinación electrónica, ofrecen un sistema de tracción quattro, en función de las necesidades del momento. Los dos propulsores entregan, conjuntamente, una potencia total de 530 kW, equivalentes a 720 CV y un par máximo de 960 Nm.
El sistema de propulsión se complementa con una batería situada entre ambos ejes de forma plana, con una capacidad de 120 kWh y una tecnología de carga de 800 voltios. Esta tecnología garantiza que el vehículo se puede cargar a una potencia de 270 kW en estaciones de carga rápida, con tiempos de carga que se aproximan a los de una parada para repostar combustible. Diez minutos bastan para cargar el equivalente a 300 km de autonomía y 25 minutos para pasar del 5 al 80%.
Suspensión neumática y suspensión activa para un máximo confort

Por último, merece la pena destacar el apartado dedicado a las suspensiones. Para garantizar el mayor nivel de confort a bordo, el Audi grandsphere concept monta una suspensión neumática mediante un sistema de cámara única con amortiguadores adaptativos, para un correcto equilibrio entre dinamismo y confort. La suspensión delantera tiene una configuración de cinco brazos, mientras que la trasera cuenta con un eje multibrazo.
También dispone de un sistema de suspensión activa que permite subir o bajar cada rueda por separado en milisegundos, mediante actuadores electromecánicos. Esto permite controlar de forma activa el estado del chasis en cada situación de conducción y reducir considerablemente los movimientos de cabeceo de la carrocería al acelerar o al frenar. Esto lo consigue mediante una cámara frontal que reconoce el estado de la carretera.