Hubo una época en el que las berlinas eran casi tan importantes dentro de los circuitos como los mejores deportivos del momento. Además de ser coches prácticos en el día a día (cuando la fiebre SUV aún no había empezado), daban verdadero juego dentro de la pista de carreras. Son varios los campeonatos que se disputaban entonces alrededor de estos vehículos, y los ’80 y los ’90, el Campeonato Británico de Turismos era uno de los más populares. Hoy conocemos la historia de uno de los coches participantes más curiosos, el Volvo 850 Estate BTCC de 1994.

Volvo 245 Transfer: la polivalencia de una enorme carrocería

La historia detrás de este familiar de Volvo convertido en coche de carreras es llamativa y un tanto de casualidad. La firma sueca había cosechado un gran éxito en el Grupo A, tanto en el ETCC como en el WTCC, durante la década de 1980. El responsable había sido el 240 Turbo, pero la imagen de la marca (la de coches bien construidos, robustos y seguros, pero un tanto aburridos) lastraba sus ventas.

En 1991, Volvo decide revertir esa situación y presenta un nuevo modelo con un enfoque más deportivo. El Volvo 850 de tracción delantera nacía para reescribir las reglas del juego, con carrocería sedán de tres volúmenes, y un gigantesco y cuadrado familiar. El 850 demostró un manejo de conducción mucho más efectivo que los Volvo de propulsión trasera de antaño, lo que animó al fabricante a volver a competir.

Volvo 850 Estate BTCC (1994): el familiar de carreras

La temporada de 1994 era el objetivo para el regreso de Volvo al automovilismo. Pero, dado que el Grupo A se había disuelto, la marca buscó y encontró en el Campeonato Británico de Turismos (BTCC) una solución perfecta. El campeonato estaba en auge, con modelos como el Ford Mondeo, el Nissan Primera, el Toyota Carina E, el Peugeot 405, el Opel Vectra, el Renault Laguna o el afamado y exitoso Alfa Romeo 155, entre otros.

Volvo 850 Estate BTCC 1994

Para meter al Volvo 850 Estate BTCC en esta categoría, la marca debía construir, desarrollar y probar antes un modelo de competición. El fabricante se asoció entonces con el especialista sueco Steffansson Automotive (SAM) para que diseñara un prototipo de carreras del Volvo 850. Cuando SAM fue a Volvo a recoger una carrocería nueva sobre la cual trabajar, encontró que el 850 acababa de recibir un lavado de cara y que la fábrica estaba produciendo, únicamente, la versión familiar Estate.

Para no retrasar más el proyecto, Volvo y SAM decidieron que el 850 Estate sería la base sobre la cual edificar el modelo de carreras. Esta decisión iba en contra de todo lo que se había visto hasta entonces en el BTCC. El campeonato estaba dominado por berlinas de tres volúmenes, mientras las versiones familiares se destinaban al mercado de masas. Sin embargo, el reglamento no lo impedía y unas pruebas realizadas en el túnel de viento demostraron que la compañía sueca no se había equivocado al elegir el 850 Estate. Debido a la larga línea del techo, el familiar lograba una mayor carga aerodinámica que la carrocería sedán.

Comenzaba el desarrollo

Volvo 850 Estate BTCC 1994

Tras el prototipo creado por Steffansson Automotive, Volvo puso toda la carne en el asador y se asoció con Tom Walkinshaw Racing (TWR). Este especialista era responsable de los éxitos del Jaguar y Rover en el Grupo A, y había construido prototipos ganadores del Grupo C para Jaguar. Ambas partes firmaron un contrato de tres años que obligaba a TWR a diseñar y construir los coches de carreras definitivos.

Peugeot 806 Supertourer: el monovolumen que corrió las 24 Horas de Spa

TWR eliminó todo lo prescindible en el Volvo 850 Estate BTCC, aligerando su peso y dejando la cifra en unos impresionantes 975 kilos. Esto significaba que la versión era de competición era alrededor de 500 kg más ligero que el modelo de calle. Bajo el capó, un motor de cinco cilindros y 2.0 litros con 20 válvulas montado transversalmente era el encargado de generar potencia. Concretamente, 290 CV y una capacidad de giro de hasta 8.500 rpm.

Volvo 850 Estate BTCC 1994

El bloque se asoció a un cambio secuencial X-Trac de seis velocidades que permitió que el motor se ubicara más abajo y atrás, ayudando a la distribución de pesos. El resto permanecía casi sin cambios, a excepción de la jaula de seguridad, el baquet, las nuevas llantas, los frenos y la suspensión de carreras. Una decoración azul y blanca hicieron el resto para que el Volvo 850 Estate BTCC de 1994 brillara con luz propia.

Penalizado por su propia configuración

Volvo anunció que competirían con el 850 Estate BTCC en el Salón de Ginebra de 1994. Los pilotos asignados al equipo fueron el as sueco de los turismos Rickard Rydell y el ex piloto de Fórmula 1 holandés Jan Lammers. Todo estaba listo para el inicio de la nueva temporada del Campeonato Británico de Turismos.

Volvo 850 Estate BTCC 1994

Sin embargo, el rendimiento del Volvo 850 Estate BTCC no era el esperado. Aunque era excelente en las secciones de alta velocidad debido a su carga aerodinámica, el coche tenía problemas en las curvas técnicas más lentas. Debido a su distribución de pesos, el 850 era propenso al subviraje debido al pesado motor. Esto ralentizaba al Volvo en las curvas, una desventaja que aprovechaban sus rivales en la pista.

Por entonces, el dominio de Alfa Romeo era aplastante con su vitaminado 155. A pesar de ello, Volvo y sus pilotos se las ingeniaron para protagonizar algunas actuaciones memorables. En los circuitos británicos se vieron escenas de lucha con otros competidores, donde el familiar cuadrado salía victorioso. Así, Lammers y Rydell lograron vencer al BMW de Joachim Winkelhock y al Toyota de Tim Sugden en Snetterton.

Volvo 850 Estate BTCC 1994

El mejor resultado obtenido por el 850 Estate BTCC en la temporada de 1994 fue un quinto puesto en este mismo circuito. Rickard Rydell lograría una tercera plaza en la parrilla de salida, pero debido a unos problemas mecánicos en la vuelta de calentamiento, su 850 se vio obligado a salir desde la última posición. Aun así, Rydell escalaría hasta alzarse con una quinta posición.

Las reglas cambiaron y el 850 Estate BTCC se quedó fuera del campeonato

Lamentablemente, el precedente establecido por Alfa Romeo obligó al resto de participantes a llevar un kit aerodinámico estándar en 1995. Esto significaba que el 850 Estate perdería su mayor ventaja competitiva, el extra de carga aerodinámica al año siguiente. Por consiguiente, Volvo decidió volver a competir con la berlina de tres volúmenes en la temporada de 1995.

El familiar cuadrado que tanto llamó la atención únicamente estuvo en activo un año, pero Volvo logró una gran publicidad gratuita, ayudando a rejuvenecer su gama de vehículos y a mejorar sus ventas.

Dejar respuesta

Por favor, introduce tu comentario
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.