La cámara de seguridad de esta casa situada en Westchester, Florida, captó a dos ladrones robando en cuestión de minutos dos Mercedes que estaban dentro de la propiedad. Saltaron la valla y en poco tiempo sacaron, destrozando la puerta, un GT de cuatro puertas y un Mercedes Clase S.
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Como curiosidad, los delincuentes llegaron en un Mercedes GLA. Lo dejaron cerca de la puerta, saltaron fácilmente al patio del recinto y luego usaron el GT como ariete. Que el robo fuera tan rápido se debió, en gran parte, a que no tuvieron que hacer ningún puente: las llaves estaban puestas.
Los ladrones, en un movimiento inteligente, desactivaron el localizador GPS que llevaban ambos coches, pero no sabían que el dueño había instalado otro adicional por cuenta propia.
Es por eso que Zubigaray no ha tardado en recuperar sus dos vehículos, que ya están en casa, aunque con daños visibles. Y no solo ellos, la puerta de entrada ha sufrido desperfectos importantes y calcula que en total el coste de reparación de todo será de unos 35.000 dólares, es decir, de algo menos de 29.000 euros. A esta cantidad hay que sumar la recompensa que ha ofrecido el damnificado por pistas que lleven a la detención de los cacos, y que es de 3.000 dólares (2.500 euros).
Lo cierto es que aunque unos ladrones decididos pueden hacer el mal si se lo proponen, en esta ocasión el hecho de dejar las llaves puestas en los coches les facilitó la tarea mucho. Aunque parezca raro, es una práctica bastante habitual en Estados Unidos y es que según los datos del National Insurance Crime Bureau, entre 2017 y 2019 se sustrajeron 244.845 vehículos que tenían las llaves puestas. Y eso sin contar aquellos casos que fueran similares pero en los que los dueños no admitieran haberlas dejado en el contacto.
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