Normalmente los ‘barn find’ tienen lugar en graneros, pero de vez en cuando se encuentran coches abandonados en sitios de lo más peculiares. Un ejemplo reciente y bastante llamativo es este trío de Tesla Roadster (originales, no el nuevo que no termina de lanzarse de manera oficial) que lleva una década almacenado en los contenedores en los que fueron enviados.
Según parece, su comprador original pagó por los tres en el ya lejano 2010 y los tres Tesla fueron enviados a China, a cuyo puerto llegaron y donde, por motivos que se desconoce, nunca fueron recogidos.
Lógicamente, durante todo este tiempo, la “carga” se ha ido lastrando con multas por los costes de almacenamiento, aunque su actual vendedor, Gruber Motor Company, afirma que se encargará de los pagos y que no tendrá que preocuparse de ello quien los adquiera.
El trío presenta ligeras diferencias entre sí, puesto que uno de los ejemplares tiene el acabado base (es el más lento, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos) y está pintado en color Very Orange, tonalidad que repite en otro, pero que es un Sport, igual que el tercero en discordia, pintado en Radiant Red (ambos hacen el 0-100 km/h en 3,7 segundos). Los tres utilizan la misma batería, con una capacidad de 53 kWh.
Según el listado, el equipamiento de las tres unidades también es prácticamente idéntico, incluyendo cámara trasera, techo duro, techo blando y sistema de infoentretenimiento.
La duda radica en el estado en el que estarán, puesto que más de una década a la sombra es tiempo suficiente como para que se degraden muchos componentes, aunque también es cierto que pocos lugares mejores debe haber para preservar un coche que un contenedor de carga.
La compañía que los ha adquirido señala que su intención es venderlos como pack, los tres juntos, y ya admite pujas. Eso sí, si para mediados del mes no se han vendido, volverán a Estados Unidos.