Rocket Bunny es un preparador japonés especializado en la fabricación de kits de carrocería de gran anchura inspirados en el mundo de la competición para un sinfín de marcas y modelos, incluyendo vehículos prestigiosos de Ferrari y Lamborghini, entre otros. Hoy no llegaremos hasta esas altas esferas, aunque no nos quedaremos cortos con este Toyota GT86 con el tratamiento de Rocket Bunny.
Tres decoraciones clásicas para el Toyota GT86 como homenaje a Le Mans
El exterior de este Toyota GT86 (prueba) luce el kit de carrocería V2 del preparador asiático, al cual se le han añadido unos canards en la parte delantera y trasera de la carrocería. El parachoques delantero también incluye un kit Greddy LED y un splitter APR de fibra de carbono, mientras que el capó de fibra de carbono con entradas de aire reemplaza al original. La zaga, mientras tanto, incluye un gran difusor y un alerón trasero de gran envergadura. Todo el conjunto se asienta sobre un juego de llantas Forgestar F14 de 19 pulgadas con neumáticos Toyo.
Un Toyota GT86 realmente agresivo gracias a Rocket Bunny
Aunque con semejante preparación estética cabría esperar un trabajo en el motor a la altura, Rocket Bunny no es famoso precisamente por ello. Sin embargo, el GT86 incluye un sistema de admisión HKS, un sistema de escape Greddy, un enfriador de aceite de Cusco, y Mishimoto suministra el radiador, la cubierta del ventilador, el depósito de refrigerante y todas las mangueras necesarias. Cusco también ha provisto al 86 de una serie de componentes para la suspensión, la dirección y el diferencial trasero.
No contamos con imágenes del interior, pero el preparador asegura que el Toyota GT86 de Rocket Bunny incorpora unos asientos de carreras Braum Elite tapizados en gamuza roja, se han incorporado diferentes elementos y molduras en fibra de carbono y encontramos Alcantara de color rojo en varias zonas del habitáculo. Un kit de iluminación LED Diode Dynamics armoniza el interior del coupé japonés.
Fotos: Forgestar
