Shelby American está convencido de que el Ford Mustang Shelby GT500 (prueba) aún puede ofrecer más de lo que entrega de serie. A pesar de generar 760 CV y ser uno de los muscle car más rápidos y potentes del mundo, la compañía americana ha logrado extraer aún más potencia de su V8 y ha creado el Shelby GT500 Code Red como prueba de ello.

La inspiración del proyecto, así como la denominación Code Red, proviene de un GT500 experimental de 2008 cuyo V8 de 5.4 litros reemplazó sus supercargadores por una configuración biturbo. Esta es la misma fórmula que ha seguido Shelby con el actual GT500 y su mecánica V8 de 5.2 litros, capaz de entregar hasta 1.318 CV y 1.356 Nm si emplea combustible E85. Con gasolina de menor octanaje, la potencia se limita a 1.014 CV y 1.058 Nm de par.

Shelby GT500 Code Red: una bestia de 1.300 CV limitada a 30 unidades

Shelby GT500 Code Red

El kit de doble turbocompresor Fathouse Performance incluye downpipes de 76 mm, mientras que el motor ha recibido pistones y varillas Manley personalizados, espárragos ARP y kit de distribución de alta resistencia, inyectores mejorados y un sistema de gestión de motor MoTec para garantizar que sea capaz de extraer toda la potencia de su mecánica.

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Además de las mejoras a nivel mecánico, el Shelby GT500 Code Red también ha recibido algunos cambios en el apartado estético. Entre estos cambios encontramos un nuevo capó, un splitter, un difusor trasero y un alerón de fibra de carbono, así como unos guardabarros más anchos. En el interior, los pasajeros encontrarán tapicería de cuero en los asientos, una placa numerada, alfombrillas bordadas y una jaula antivuelco en lugar de asientos traseros.

Shelby GT500 Code Red

Para mantener el GT500 pegado al asfalto, Shelby ha instalado una configuración de suspensión totalmente ajustable que incluye muelles ajustables en altura, amortiguadores MagneRide recalibrados y unas llantas Shelby de aluminio forjado con neumáticos de alto rendimiento.

Shelby tan solo fabricará 30 unidades del nuevo GT500 Code Red. Lo hará tomando como base unidades donantes, devolviendo las llantas de carbono opcionales y originales a sus propietarios. Los coches donantes deberán ser de entre 2020 y 2022 (del orden de diez unidades por año de fabricación) y la conversión tendrá un coste de 209.995 dólares (211.328 euros) sin incluir el vehículo.

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