El Renault 4 tuvo una divertida versión que te permitía conducir a cielo abierto. Un modelo pensado para la lucirse en la costa, que acabó escudriñando los terrenos más agrestes de la mano de granjeros y soldados franceses. Así era el Renault Rodeo 4.

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Este tipo de vehículos fueron pensados y diseñados para circular por las carreteras de la costa y las playas. Con aire minimalista, Renault también creó su propia versión de este concepto: el Renault Rodeo 4. De esta manera ocuparon el hueco que había dejado el Renault 4 Plein Air, que en aquel momento había dejado de producirse dejando sin opciones a los conductores que buscaban descapotables en la casa francesa.

Ante todo, práctico

El Rodeo salió de las línea de producción de Ateliers de Construction du Livradois, razón por la que las primeras versiones llevaban el logo de ACL en el capó. Renault dispuso varias versiones para su vehículo playero: una plataforma abierta sin capota y sin puertas, con techo de tela y con zona de carga.

Renault Rodeo

En su interior el equipamiento se reducía a un sistema de calefacción integrado: no pensaron demasiado en el confort de los pasajeros porque se centraron en la practicidad del Renault Rodeo 4. No en vano, todo se diseñó para que después de usarlo se pudiera lavar tanto el exterior como el interior con una manguera.

Una mecánica simple

El Renault Rodeo tenía un esquema mecánico simple bajo una carrocería ligera de fibra en la que el techo era una lona. Puede que lo que os estamos contando os suene de algo: efectivamente se parecía (bastante) a un modelo que había sido presentado en sociedad un par de años antes, el Citroën Méhari.

Renault Rodeo

Este peculiar todoterreno pesaba 640 kilos y estaba impulsado por un motor de gasolina de 34 CV de potencia, aunque posteriormente heredó el bloque del R12 y alcanzó los 45 CV. Por otro lado, Renault también ofreció un Rodeo 6, que tenía una carrocería modificada de fibra de vidrio y un motor procedente del R6.

Lo cierto es que esa mecánica recia, la puesta a punto de sus suspensiones y la resistencia de la carrocería de fibra se convirtieron en el mejor atributo del Renault Rodeo 4. Tanto es así que de la costa pasó a las granjas, a las obras e, incluso, al ejército francés: en este escenario su soltura ante cualquier tipo de terreno y su durabilidad fueron fundamentales.

Imágenes: Car Design Archives

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