Si algo se puede decir del Volkswagen Golf Variant R protagonista de la prueba que estás leyendo es que es un coche para padres y madres responsables: responsables porque quieren llevar a su familia en un vehículo dotado con la última tecnología en seguridad activa y pasiva; responsables por querer no dejarse nada en casa a la hora de salir a pasar un fin de semana fuera; responsables por no querer que los niños lleguen tarde al colegio jamás. Responsables, al fin y al cabo.
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Cualquier diccionario podría incluir como descripción gráfica del término 'apuesta segura' una imagen del Volkswagen Golf —realmente, de cualquier vehículo de la firma germana—: generación tras generación se constituye como el compacto de referencia —aunque hay quien dice que ahora es el León… con buen criterio— gracias a la solidez y la eficacia con las que cumple todas y cada una de las tareas que se pueden esperar de él. Sí, se trata del trabajador que todo empresario quiere tener en su empresa.
La versión R que hemos podido probar es la más potente de cuantas hay disponibles dentro de la gama Variant, que destaca por ofrecer un maletero más que espacioso para poder preparar cualquier viaje sin necesidad de ser un experto jugando al Tetris. 300 CV, tracción total y una imagen de lo más discreta son la carta de presentación de una variante de esas que no son fáciles de justificar, pero son difíciles de odiar.
En el apartado estético el Volkswagen Golf Variant R resulta de lo más comedido. Tan sólo las cuatro salidas de escape y sus llantas de 19 pulgadas —que albergan dentro de sí a un generoso equipo de frenos— pueden levantar las sospechas de alguien que sea un verdadero entendido de coches. Los más legos en la materia sólo sabrán a qué se estaban enfrentando cuando les hayas dejado clavados al salir empleando el launch control… pero deja que vayamos con eso más adelante.
¿Qué hay del interior? Al tratarse de una carrocería Variant tres han sido las pautas a seguir en este Golf: espacio, espacio y espacio. Con 605 litros —ampliables a 1.620 al abatir la segunda fila de asientos— y unas formas muy regulares el maletero del Golf R protagonista de nuestra prueba es de los más aprovechables del segmento —y el segundo más espacioso sólo superado por los 624 litros del Honda Civic Tourer—, sin duda un punto a favor fundamental a la hora de convencer a un potencial cliente.
Su habitáculo puede acomodar sin problemas a cuatro pasajeros adultos. Sí, la constante del segmento es que la quinta plaza esté reservada casi en exclusiva para llevar a un niño o un pasajero de poca envergadura y en este particular el Golf no es ninguna excepción. Sus asientos son cómodos, sujetan bien el cuerpo y permiten devorar kilómetros sin que sus ocupantes se resientan en exceso, pues permiten —sobre todo los delanteros, como es lógico— encontrar fácilmente una postura adecuada para pasajeros de cualquier estatura. ¿Te gusta la tapicería que ves en las imágenes? Siéntate: cuesta 3.350 euros. Sí. La misma cara pusimos nosotros.
Lo más normal es que ahora entrara de lleno en el apartado multimedia del coche y te contara todas las prácticas soluciones que incorpora para garantizar el entretenimiento a bordo y evitar que los niños pregunten cada cinco minutos si falta mucho para llegar a destino. Pero es que el Volkswagen Golf Variant R tiene 300 CV, así que nunca falta lo suficiente…
El bloque TSI de dos litros de cilindrada que se encarga de animar a la bestia es capaz de entregar 300 CV y 380 Nm de par —este último entre las 1.800 y las 5.500 rpm—, transmitidos al suelo a través de una caja automática DSG de seis velocidades asociada a la efectiva tracción total 4Motion. Como podrás imaginar, el resultado es sobresaliente pero… no brutal, como podría esperarse.
No me interpretes mal: el Golf tiene un comportamiento excepcional, empuja como un demonio y es capaz de enlazar curvas a una velocidad increíble gracias a una puesta a punto soberbia —aunque quizá algo seca para un coche más enfocado a los viajes en familia, algo que seguro cambiaría si estuviera equipado con el DCC, disponible en opción—. Y el launch control… Sólo te diré que los fisioterapeutas están dando palmas gracias a él: actívalo sin avisar a sus acompañantes y el esguince cervical estará asegurado.
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Entonces, ¿dónde está el fallo? Pues, precisamente, en estar demasiado bien hecho: gracias a un motor muy progresivo, a un habitáculo que filtra todo y a un conjunto motriz sin fisuras, los 300 CV del Variant R parecen menos bravos de lo que cabría esperar de un coche de estas características. ¿Significa eso que sea un coche aburrido? Ni de broma, pero quizá un SEAT León ST Cupra 290 pueda satisfacer tus demandas más radicales… con un precio base de 10.000 euros menos —con tracción a un solo eje, eso sí—.
Porque sin duda, el punto negativo fundamental que le hemos encontrado al Volkswagen Golf Variant R es su precio: 45.495 euros como cantidad a pagar por el modelo base, cantidad que se antoja demasiado abultada para un coche de estas características, pero es que la unidad probada rondaba —y muy de cerca— los 60.000… Casi lo mismo que el nuevo Audi S4 Avant. Pero sin un motor de seis cilindros en V y 354 CV.
¿Deberías eliminar entonces al Volkswagen Golf Variant R de tu lista? Pues no, pero debes tener muy claro que se trata de un coche para los que quieren tenerlo todo: potencia, motricidad y espacio. Y eso, queridos amigos, se paga. Y se paga bien…
A destacar | A mejorar |
Motor | Consumo demasiado sensible al uso |
Motricidad | Imagen demasiado discreta |
Espacio interior | Precio |
Fotos: Álex Aguilar
Fotos: Volkswagen