Parece que estemos hablando de una marca histórica en el mundo de la automoción, pero la verdad es que solo han pasado dos décadas desde que fue fundada Tesla. Más o menos ocurre con su vehículo estrella, que fue presentado hace relativamente poco, en 2012, y que se ha erigido como uno de los coches eléctricos más consolidados del mercado. Y aunque ya cuente con once años a sus espaldas, con las continuas actualizaciones, la berlina más rápida del mundo ha sabido mantenerse fresca y atractiva gracias a sus retoques estéticos y mecánicos.
La última versión que hace acto de presencia es el Tesla Model S Plaid, un auténtico cohete -que de eso sabe bien Elon Musk– eléctrico que hace sonrojar a la gran mayoría de hiperdeportivos más exclusivos (y caros) del mundo. Y no es extraño conociendo que bajo las tripas de este lobo con piel de cordero se esconde un sistema que puede rendir 1.020 CV.
Con tanta caballería, sus prestaciones son de infarto: acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,1″ y alcanza los ¡322 km/h! Después de estas cifras, quizá el consumo es lo que menos importe, pero no está de más para conocer su autonomía, que tratándose de un coche eléctrico… El oficial es de 18,7 kWh/100 km y 600 kilómetros, respectivamente, gracias a su batería de 100 kWh.

El nuevo Model S viene con una toma más amplia en el paragolpes delantero. Las luces antiniebla también son de nuevo cuño. Las llantas de aleación son de 19″, aunque las de la unidad de pruebas son de 21″ -las dos únicas medidas disponibles- y van bañadas en negro, cosa que le queda genial con el blanco de la carrocería. Asimismo, las molduras abandonan el cromo para ser oscuras, al igual que el listón del portón. En el caso de esta versión, se suma un alerón realizado en carbono. El toque deportivo se lo dan las ventanillas sin marco y las manetas enrasadas en las puertas. Con este coche no necesitas llave para abrirlo; puedes realizar la acción mediante una tarjeta o el smartphone con el Bluetooth activado, y que al acercarte, te reconoce y despliega sus tiradores.
Y para saber que estamos ante el cuarto coche de producción más rápido de la tierra en hacer el 0 a 100 km/h, tenemos la placa de la zaga, que también nos da pista de por qué se ha elegido este nombre para la versión. Como podrás observar, ese tramado es muy parecido al de las mantitas escocesas de nombre Plaid. Pero es que, además, ese tramado es el mismo que aparecía en la película ‘La loca historia de las galaxias’, una parodia de ‘La guerra de las galaxias’, cuando la nave alcanzaba la ‘Ludicrous Speed‘ (velocidad ridícula) -puedes verlo en el minuto 18.40 del vídeo-. La verdad es que el nombre elegido le pega como anillo al dedo, porque su aceleración es de otra galaxia.
Si los cambios en el exterior son más comedidos, en el interior son destacados. Ha sido totalmente rediseñado con puesto de conducción con un cuadro de instrumentos digital de 12,3″ y una pantalla del sistema de infoentretenimiento de 17″, colocada de forma horizontal y que pivota -puede girar hacia el conductor, hacia el acompañante o que se sitúe centrada-. Tiene una resolución y unos gráficos excelentes y es de las más intuitivas, cosa que agradezco porque todo o casi todo se realiza desde ella.
Complementan unas molduras de fibra de carbono, una tapicería de cuero de muy buena calidad y piel vuelta, que forra casi todo el habitáculo: techo, pilares e incluso la bandeja del maletero. No le faltan huecos portaobjetos, ni sus dos espacios para cargar de forma inalámbrica dos móviles, algo que vi por primera vez en el Tesla Model Y y que no he vuelto a ver en ningún otro modelo. Bien por Tesla. Y todo ello con unos ajustes muy buenos. Solo tienes que chequear el justísimo espacio que existe entre la luna y el techo. Otra cosa son los del exterior, porque no sé si se trata de esta unidad, pero el portón casa diferente con un lado y con el otro de la carrocería.
Pero, sin lugar a dudas, la mayor novedad es su volante Yoke (yugo). La firma te da la oportunidad de equipar este o uno redondo. Después de probarlo no tengo ninguna duda: ¡el redondo! Equipa solo dos botones físicos, el del volumen de la radio y el de activar el piloto automático. Punto. Por no tener no tiene ni para los intermitentes. Estos se activan con unos táctiles a la izquierda del ‘volante’ que te obligan a apartar la mirada de la carretera. Quizá con el tiempo no, pero después de una semana de pruebas, yo lo necesitaba. También está el del limpia, el asistente por voz y el claxon. Antes de que cunda el pánico, si tienes una emergencia, con dar un manotazo a la estructura -no a la central-, suena (minuto 08.19 del vídeo).
Tiene ventajas, no te vayas a creer: al carecer de parte superior, el aro no tapa el cuadro de instrumentos -algo que más de una marca querría en sus puestos de conducción-. Bueno, quizá mejor haber dicho ‘ventaja’, en singular, porque aquí se acaban. En cambio tiene muchas muchas desventajas.

La más grande es a la hora de maniobrar, puesto que tiene 2,33 vueltas de volante entre topes. Al aparcar puedes tirar del recurso del bayetazo, pero en movimiento, en un tramo de curvas cerradas o a alta velocidad, ante un contratiempo en el que necesites realizar movimientos rápidos… Lo siento, pero no lo compro. También tapa el selector de marcha, que si sitúa a la izquierda de la pantalla -no existen botones D, N, R y P físico, y después de probar el de Tesla, creo que no es necesario-.
La postura de conducción es cómoda, pero a mí me gusta ir con el respaldo recto, y en este caso no me lo permite. Creo, de nuevo, que es cosa de la unidad de pruebas del Tesla Model S Plaid, porque el del copiloto sí tenía más alcance. También son confortables las banquetas, algo que viene al pelo para los trayectos largos, que sí puedes hacer sin parar a cargar la batería gracias a su buena autonomía -también vienen muy bien sus 709 litros del maletero ampliables a (el delantero es de 89) 1.828 litros-. Pero si necesitas hacer un ‘pit-stop’, tienes navegador web y juegos para llevar los tiempos de carga de una forma más llevadera.
Y hablando de espacio, los pasajeros de la segunda fila tienen mucho espacio para las piernas y entre tres y cuatro dedos con mi 1,78 m para la cabeza, y eso que equipa techo panorámico. La central tiene una banqueta cómoda, pero el respaldo es duro. Lo bueno es que el piso es plano y que cuenta con una pantalla en la que puede/pueden controlar la climatización, pero también, como la frontal, navegar por Internet o jugar.
En marcha
El sistema ofrece al conductor la oportunidad de moldear el coche a su gusto con los modos de conducción: ‘Relax’, ‘Deportiva’ y ‘Plaid’, al que se suma el ‘Pista de pruebas’, además de personalizar el ‘Track’. Lo que no me ha gustado es que en el más comedido, cuando pisas el pedal del acelerador a fondo, la entrega de potencia sigue siendo la mínima, algo que creo que no es seguro.
También la suspensión con el ‘Confort’, ‘Estándar’ y ‘Deportiva’. Asimismo, puedes poner la carrocería más o menos alejada del suelo gracias a sus cuatro niveles. Lo que tiene, que no he visto en ningún otro coche y que me parece una frikada total, pero que me encanta, es que muestra una serie de datos muy específicos como la altura de conducción, la amortiguación en compresión, en extensión, la aceleración de la carrocería, de la rueda trasera izquierda, derecha…

Llevo casi 20 años en esta profesión y no he vivido ni sentido una aceleración igual. Es pisar el acelerador y el coche sale como un misil… literal. Tu cuerpo lo nota. El mío también, con un pequeño mareo y el estómago con un ligero revoltijo.
PRUEBA: Porsche Taycan Turbo S
Bajar de tres segundos es complicado, pero imagina quedarte en 2,1″. Y es que supera a hiperdeportivos con motor de combustión como el Mercedes AMG One, que acelera desde parado hasta los 100 km/h en 2,2″, al Ferrari SF90 Stradale (2,5″) o al Bugatti Divo (2,4″), entre otros. Y si se compara con el Porsche Taycan Turbo S con sus 2,8″… También es verdad que el alemán tiene ‘solo’ 761 CV, pero también es cierto que casi le dobla en precio. Y el de Austin, Texas, con una velocidad punta de 322 km/h.
La suspensión filtra bien las irregularidades de la calzada. Es un coche cómodo, que se mantiene firme en curva, pero no llega al gran trabajo del Taycan o el Audi RS e-tron, por ejemplo, que sujeta el coche en los virajes de forma excelente sin comprometer la comodidad de los pasajeros. Pero cabe señalar que Tesla ha mejorado muchísimo en el comportamiento de su coche. Además, se trata de un automóvil que a pesar de su potencia es fácil de llevar.

Una de las novedades en la versión de la prueba, el Tesla Model S Plaid, son las pastillas de sus frenos, que son mejores. A pesar de ello, si que para su potencia y la velocidad tan increíble que alcanza, creo debería equipar un sistema de frenos con un poco más de mordiente.
El precio del Tesla Model S Plaid
¿Y cuánto cuesta la berlina más rápida del mundo? Pues 139.999 euros, que me parece una cifra baja -no para mi bolsillo- para ofrecer 1.020 CV y esa loca aceleración. Además, el exterior es muy atractivo y el interior está muy bien resuelto. Si en 20 años Tesla ha mejorado de esta forma tan abismal, nos esperan grandes cosas…
Ficha técnica Tesla Model S Plaid |
Motor |
Tipo |
Eléctrico, síncrono de imanes permanentes |
Cambio |
1 marcha
Pares de engranajes |
Potencia máxima |
1.020 CV |
Par máximo |
1.423 Nm |
Autonomía |
Kilómetros |
600 km (WLTP) |
Batería |
Tipo y capacidad |
Iones de litio / 100 kWh |
Carga |
250 kW en
Corriente Continua |
Suspensión |
Delantera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable
Resorte neumático
Barra estabilizadora |
Frenos |
Delanteros |
Discos ventilados |
Traseros |
Discos ventilados |
Dimensiones |
Longitud |
5.021 mm |
Anchura |
1.987 mm |
Altura |
1.431 mm |
Distancia entre ejes |
2.960 mm |
Maletero |
Volumen |
89 / 709 / 1.828 litros |
Peso |
Peso |
2.265 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
322 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
2,1 segundos |
Consumo |
Combinado |
18,7 kWh/100 km |
Velocidad baja |
n.d |
Velocidad media |
n.d |
Velocidad alta |
n.d |
Velocidad muy alta |
n.d |
Emisiones |
Emisiones de CO2 |
0 g/km – Etiqueta 0 |
Precio |
Precio oficial |
Desde 139.999 euros (sin descuentos) |
Fotos: Slinkar Photography