Como reza nuestro extenso refranero popular “el mejor profeta del futuro es el pasado”. Una frase que viene como anillo al dedo si nos referimos al actual Peugeot 508 (prueba). La segunda entrega de la berlina gala ha supuesto un punto de inflexión para la firma del león. Una notoriedad que no sería posible si los máximos responsables de la firma hubieran ignorado su pasado más reciente. Un pasado que viene determinado por uno de los modelos más icónicos no solo de Peugeot, en particular, sino de la historia del automóvil, en general: el 504.
La berlina gala fue uno de los focos principales del Salón de París de 1968 para, posteriormente, convertirse en todo un referente de su país. Tal es así que al año siguiente se convirtió en el primer Peugeot en conseguir el galardón de 'Coche del Año en Europa'. Con él, la marca francesa dio un paso adelante en lo que a equipamiento y fiabilidad se refiere (50 años después todavía se siguen viendo algunos en marcha), sin obviar claro está el confort.
Entre algunas de sus peculiaridades e innovaciones están el ser el primer vehículo con mandos internos iluminados, mejorando la visibilidad de los mismos durante los trayectos nocturnos. También fue el primer Peugeot en incluir faros rectangulares en lugar de los redondos, dando buena muestra de la influencia de Pinifarina.
En cuanto a su comentada longevidad, el coche de la prueba, el Peugeot 504, no solo se siguió fabricando casi de la misma manera, sino que incluso convivió con su sucesor, el 505, así como con muchos de los coches modernos de la actualidad en determinados países del mundo. Mientras que en Francia se detuvo su producción en 1987, en Argentina se mantuvo hasta 1999, mientras que en Kenia o Nigeria se alargó incluso hasta 2005 y 2010, respectivamente.
Con todo, no es de extrañar que el 504 se convirtiera en el tercer modelo de Peugeot más vendido en el mundo (tras los 206 y 205) con más de 3,5 millones de unidades incluyendo todas sus versiones.
Sí, porque el 504 fue igualmente el Peugeot con la gama más completa al ofrecer un amplio surtido de variedades, desde el sedán que enamoró a una generación hasta carrocerías SUV, de tipo ambulancia, pick-up y, claro, está, el Cabriolet que protagoniza estas líneas y la Coupé de la que hablaremos más adelante.
Destape setentero
Hablar del Peugeot 504 Cabriolet es hacerlo de un vehículo especial. De haber existido en el siglo XIX, hubiera sido sin duda el mejor representante de la Belle Époque francesa. Elegante y deportivo al mismo tiempo, su carrocería es probablemente la más atractiva de la familia 504.
Un diseño que se ha mantenido vigente incluso con el paso de los años, gracias al infalible trazado de Pininfarina, cuyo logotipo luce a ambos lados. Incluso hoy en día consigue el mismo efecto giracuellos que en 1977 (año de la que data nuestra unidad probada del Peugeot 504 Cabriolet). Percepción que viene acompañada de un gesto de asombro al tener la fortuna de formar parte de su habitáculo. Sin aristas y detalles farragosos, el salpicadero aporta una sensación de calidad y sobriedad que acompaña de un aporte tecnológico impropio incluso de la época, con elevalunas eléctrico, luces de cortesía automáticas en los montantes y puertas y guantera con cerradura e iluminación.
Los asientos, suaves, cómodos y envolventes nos hacen pensar en esa imitación de cuero que tapiza a muchos de los automóviles modernos y que, siendo justos, no llegan al nivel de terminación de este 504 Cabriolet de finales de los 70. Sin embargo, tenemos que ser igual de justos y echar un ojo a algunos de los remates de este modelo, donde era muy habitual ver elementos metálicos a la vista. Material que fue sustituido en ediciones posteriores por la madera, tal y como se comprueba en nuestra unidad, con un volante forrado íntegramente en este noble elemento que proviene del árbol.
Desprovisto completamente de aire acondicionado (algo habitual a finales de los 70), si queremos gozar de la brisa lo mejor será plegar la capota. Con accionamiento manual, claro, el viento no resulta demasiado molesto cuando circulamos a baja velocidad, todo lo contrario si aumentamos considerablemente el ritmo… más aún si tenemos la desgracia de ocupar las dos diminutas plazas traseras.
Circunstancia que no será complicada de realizar, pues bajo su alargado capó azul se esconde un motor V6 (el primero que montó Peugeot) de 2.7 litros con carburador que entregaba 136 CV y que se acoplaba a una transmisión manual de cuatro velocidades. Perfecto para disfrutar de cualquier paisaje, destacaríamos el sonido embriagador del V6 se cuela en cada rincón del habitáculo siendo incapaces de borrarnos la sonrisa del rostro.
En su manejo se aprecia su modernidad, algo que sorprende teniendo en cuenta sus más de 40 años. Todavía resulta cómodo, tanto por autovía como por carretera secundaria, donde sacaremos el máximo de su filosofía. El rodar tranquilo manda aunque si queremos exprimirle un poco más, apenas hay síntomas de torpeza. En determinadas curvas cerradas, incluso tuvimos que corregir alguna vez la dirección (algo pesada eso sí) al percibir que el tren trasero alargaba su trayectoria como consecuencia de nuestra premura sobre el pedal derecho.
Mientras el viento sigue golpeando con suavidad nuestro rostro, nos viene a la mente las posibles opciones de compra de esta joya. Las ventajas son muchas, incluyendo las de carácter económico en lo que a mantenimiento y costes de uso se refieren, pero los contras también son variados, pues más allá de los más de 25.000 € que se pide por alguna de las últimas ediciones o los casi 30.000 € por la Serie 1, resulta casi esencia disponer de un lugar para guardarlo.
Sea como fuere, una vez te pongas a los mandos, notarás no solo cómo tu ánimo cambia, sino también cómo todas las miradas estarán puestas en ti… o mejor dicho, en este pedazo de historia que sigue vigente incluso cuando sus bodas de oro están a la vuelta de la esquina.
ES UN VEHICULO MUY BONITO, YO QUIERO RESTAURAR UNO PERO NECESITO ALETA DELANTERA Y TRASERA, SI ALGUIEN ME PUEDE DECIR DONDE PUEDO ENCONTRARLAS PARA COMPRARLAS, SE PUEDE PONER EN CONTACTO POR EMAIL. GRACIAS.
Jose Antonio
Yo e restaurado un Peugeot 504 Cabrio 1ª Serie y la aletas delanteras las tiene “Serie 04” y también “ la aventure Peugeot” , están en Francia, la aletas traseras no se encuentran.
Espero te sea de utilidad.
Un Saludo.
Jose Antonio Vidal