Tan solo unos pocos meses después de que el actualizado KIA XCeed 2023 viera la luz, nos ponemos a los mandos del KIA XCeed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV. Una prueba en la que este crossover compacto nos ha dejado un agradable sabor de boca, porque cumple con creces con lo que esperas de él en todos los sentidos.
Es un coche versátil que tiene unas prestaciones más que suficientes para cualquier circunstancia gracias a su motor de 160 CV. Además, gasta poco para el rendimiento que ofrece; presume de lucir la etiqueta ECO de la DGT en su parabrisas; y todo ello con un precio de venta muy competitivo. Vamos, un producto muy interesante para todos esos conductores que quieren un vehículo ligeramente más alto que un turismo tradicional pero sin llegar a un SUV al uso.
Y eso es precisamente lo que ofrece el KIA XCeed de la prueba, que es un crossover en toda regla. Está basado en el KIA Ceed (prueba), del que también ha heredado las novedades introducidas en su última actualización. Sin embargo, ofrece mayor altura libre al suelo que este y una imagen exterior más robusta, marcada por las protecciones plásticas que recorren el perímetro inferior de su carrocería.
Las novedades del actualizado KIA XCeed
La renovada gama del XCeed presenta sutiles cambios estéticos en el exterior, nuevos acabados (el XCeed GT-Line que probamos) o pequeñas diferencias de equipamiento con respecto al modelo que comercializaban anteriormente. Empezando por su carrocería, son nuevos los faros delanteros, la parrilla, el parachoques o las llantas de aleación, que lucen diseños inéditos.
También hay una gama de colores más amplia entre los que elegir, con hasta 11 opciones diferentes entre las que encontramos los nuevos Lemon Splash, Yuca Steel Grey y Celadon Spirit Green -el de las fotos-. Los pilotos traseros rediseñados, con un aspecto más moderno, y el difusor, completan los cambios en la carrocería.
Si abres la puerta y accedes al interior, te costará saber si estás subiendo al nuevo KIA XCeed o a su predecesor. Porque básicamente cambian las botoneras del volante, con pulsadores más grandes que facilitan su utilización. El resto permanece invariado, lo cual no me parece malo, pues es un espacio bien ejecutado y ergonómico, con mandos físicos para las funciones esenciales (climatizador o volumen del equipo de sonido, por ejemplo) y un sistema multimedia fácil de usar.
Eso sí, el KIA XCeed GT-Line de la prueba se desmarca con más novedades que el resto de la gama. Porque presenta una imagen exterior un punto más deportiva gracias a un parachoques frontal específico, con entradas de aire más grandes y apliques decorativos específicos; a un difusor trasero más agresivo pintado en el color de la carrocería; a unas llantas de aleación de 18”; o a los retrovisores, barras de techo y molduras decorativas, todos ellos rematados en negro brillante. Además, dentro hay un tapizado específico o unos asientos delanteros que ofrecen un extra de sujeción lateral.
Un equipamiento muy extenso
Antes de contarte cómo se comporta el KIA XCeed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV que he probado, repasemos el equipamiento que incorpora esta variante. Una dotación que es realmente extensa y que lo puede ser aún más si optas por el Pack Premium opcional, que por 2.400 euros adicionales añade numerosos elementos que te detallo a continuación.
El XCeed GT-Line comparte con sus hermanos de gama elementos como el cuadro de mandos digital con la diferencia que el del GT-Line es más grande (12,3” frente a 4,2”); el sistema multimedia con pantalla táctil de 10,25” que en este incluye además el navegador y la cámara de aparcamiento trasera; los faros delanteros y traseros con tecnología de ledes; las barras portaequipajes del techo; el control de crucero con el añadido de la función adaptativa; o múltiples conexiones USB tanto delante como detrás.
En lo referente a la seguridad pasiva y activa, incorpora de serie el sistema de control de presión de los neumáticos; el asistente de ángulo muerto con reconocimiento de límites de velocidad y asistente de salida segura del vehículo; el sistema de frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas; el asistente dinámico para las luces de carretera o el de arranque en pendiente; además de los típicos controles de tracción, estabilidad, ABS…
Como variante tope de gama, el KIA XCeed GT-Line ofrece multitud de elementos exclusivos. Además de los ya mencionados, cuenta con lunas traseras oscurecidas; pedales deportivos; asientos deportivos con tapizado específico; techo solar panorámico practicable con cortina eléctrica; sistema de acceso y arranque manos libres; sensores de aparcamiento y asistente de estacionamiento automático; o el cargador inalámbrico para dispositivos compatibles.
Y si añades el Pack Premium, por 2.400 euros extra disfrutaras de una tapicería de cuero; de asientos delanteros calefactados y ventilados; volante y plazas traseras calefactables; butaca del conductor con regulación eléctrica y función de memoria; sistema de audio JBL; o el portón del maletero con apertura y cierre eléctrico.
Un motor potente y eficiente con una caja de cambios peculiar
La unidad de la prueba está equipada con el motor 1.5 T-GDi MHEV, una unidad de cuatro cilindros en línea, turboalimentada, que cuenta con un sistema de hibridación ligera de 48 V. Una mecánica que desarrolla 160 CV de potencia y 253 Nm de par y que tiene una respuesta muy elástica. La prueba de ello es que el par motor máximo está disponible desde tan solo 1.500 revoluciones por minuto.
Es, además, un propulsor muy agradable de utilizar por lo suave que resulta tanto cuando entra en funcionamiento como cuando se apaga. Aquí no sentirás las vibraciones típicas de los motores más pequeños de tres cilindros en línea, lo que en general mejora mucho la experiencia de conducción. Especialmente porque al contar con un sistema microhíbrido, el propulsor se enciende y apaga con mucha frecuencia en entornos urbanos.
Pero también por su peculiar caja de cambios manual, a la que la marca denomina Transmisión Manual Inteligente (iMT, por sus siglas en inglés). Con ella mejora la eficiencia en un 3% en condiciones reales en comparación con un cambio manual tradicional, según afirma la marca.
La particularidad de esta transmisión no radica en la caja de cambios en sí, que es una unidad convencional de seis velocidades equivalente a las que podemos encontrar en infinidad de modelos. La clave en realidad está en el embrague, que está controlado electrónicamente en lugar de mecánicamente.
Tiene pedal de embrague, pero las órdenes que transmitimos a través de este son ‘leídas’ por la unidad de control que, a su vez, se encarga de gestionar la operación de embragado y desembragado. ¿Y qué ventaja aporta esto? Pues que el coche es capaz de desacoplar la transmisión del motor en determinadas circunstancias para, por ejemplo, circular en punto muerto (o ‘a vela’, como suele decirse) o incluso apagar el propulsor cuando levantamos el pie del acelerador.
Como sigue siendo un cambio manual y las relaciones sí se controlan mecánicamente mediante la típica palanca, lo anteriormente descrito sucede incluso cuando tenemos una marcha engranada. Esto es algo que anteriormente solo podía hacerse con cajas de cambios de doble embrague o automáticas tradicionales y que permite que una transmisión manual se asemeje más a estas en términos de eficiencia.
Prueba del KIA XCeed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV
Al ponerme a los mandos de este coche, lo primero que llamó mi atención fue precisamente el tacto del embrague. Es muy ligero y tiene un recorrido largo, por lo que en cierto modo me recordó a la respuesta de los típicos pedales utilizados en simuladores de conducción. Me costó un poco hacerme a él, pero nada que no se solucione con el paso de los kilómetros.
Quizá me sorprendió más todavía ver cómo desembragaba y apagaba el motor en una zona llana tan pronto como levanté el pie del acelerador, permitiendo que el coche siguiera avanzando sin verse frenado por la retención del propulsor. O el hecho de que en cuanto pisé el acelerador de nuevo, el motor se pusiera en marcha en un suspiro (gracias al sistema híbrido, la operación de arranque es instantánea) y el sistema embragara igualando al mismo tiempo la velocidad del motor a la de la transmisión para evitar tirones.
La unidad que gestiona todo esto tiene en cuenta numerosos factores, como por ejemplo, la velocidad a la que circulamos, la posición de los pedales, la inclinación de la calzada o incluso, el nivel de carga de la batería. En función de estos y otros aspectos, decide qué hacer para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de combustible.
Una respuesta incosistente
Todo esto hace que en teoría gaste menos, lo malo es que también se traduce en una respuesta inconsistente. Es decir, que resulta muy difícil predecir qué es lo que va a hacer el sistema: unas veces desembraga para circular ‘a vela’ y otras no; en otras ocasiones retiene con intensidad mientras el sistema de hibridación ligera recupera energía; y en otras situaciones actúa con la capacidad de retención propia de un motor de gasolina de pequeña cilindrada.
Para un usuario que no preste mucha atención quizá pase desapercibido, pero en mi caso, que suelo practicar una conducción de las llamadas ‘eficientes’, resulta difícil saber cómo va a actuar en cada situación y por lo tanto, complica adelantarse a las circunstancias que te encuentres.
Por ejemplo, si sé que en unos pocos cientos de metros hay una rotonda, lo normal es que levante el pie del acelerador y deje que el motor retenga para decelerar el coche. Pero si hago eso con este XCeed 1.5 T-GDi MHEV, lo mismo el sistema decide desembragar (en cuyo caso la reducción de velocidad es mínima y tengo que acabar frenando) que opta por retener al máximo apoyándose en dispositivo MHEV.
Pero no pienses que no le veo utilidad, pues entiendo que para un usuario medio, para alguien que no practique estas técnicas, esta transmisión ayudará a que sea más eficiente. Además, el sistema de parada y arranque automático (el llamado Start/Stop) es de los mejores que he probado hasta la fecha. Y el hecho de que el embrague esté controlado electrónicamente ayuda a que los cambios entre una relación y otra sean más suaves de lo normal, especialmente si seleccionas el modo de conducción Sport, en el que el motor iguala automática sus revoluciones a las de la transmisión a la hora de reducir de marcha.
Un comportamiento dinámico ágil y confortable
A nivel de dirección, chasis o suspensiones, este KIA XCeed GT-Line se comporta exactamente igual que su predecesor. Es decir, es un vehículo ágil pero confortable al mismo tiempo, con una amortiguación que absorbe muy bien las irregularidades de la calzada y que cuenta con un tope hidráulico. Un elemento que está integrado en los amortiguadores delanteros y que actúa en extensión y no en compresión -para impedir que se produzcan los típicos golpes al alcanzar el límite del recorrido de extensión que suelen darse en vehículos con más altura libre al suelo derivados de turismos, como es el caso-.
El puesto de mandos es cómodo, con muy buena visibilidad en todas las direcciones. Todos los mandos tienen una distribución lógica y agradezco detalles como el climatizador con controles físicos -así no tengo que apartar la vista de la calzada para algo tan sencillo como subir o bajar la temperatura-. Las plazas traseras son amplias y esa mayor altura de la carrocería ayuda a entrar y salir con más facilidad.
En cuanto al consumo de combustible, la media de gasto oficial en ciclo WLTP es de 6,3 l/100km. Un dato que durante la semana que he pasado conduciendo el KIA XCeed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV no he conseguido igualar, aunque he de reconocer que me he quedado realmente cerca: el dato final ha sido de 6,6 l/100km.
Ficha técnica KIA XCeed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV | ||
Motor | Cilindrada | 1.482 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia máxima | 160 CV / 5.500 rpm | |
Par máximo | 253 Nm / 1.500 - 3.500 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Manual, 6 velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos | |
Dimensiones | Longitud | 4.395 mm |
Anchura | 1.826 mm | |
Altura | 1.495 mm | |
Distancia entre ejes | 2.650 mm | |
Maletero | Volumen | 426 - 1.378 litros |
Peso | Peso | 1.370 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 208 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 9,0 seg | |
Consumo | Combinado | 6,3 l/100 km |
Velocidad baja | 7,3 l/100 km | |
Velocidad media | 6,1 l/100 km | |
Velocidad alta | 5,5 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 6,8 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 143 g/km Euro 6 - Etiqueta ECO |
Precio | Precio oficial | Desde 29.033 euros |