La firma coreana sigue ganando adeptos con su logrados productos; solo hay que echar un ojo a su gama actual. Se ha marcado como objetivo ser la marca asiática número uno en Europa, y para ello apuesta por crear productos como el que hoy pongo a prueba, el Hyundai i30 2017. Esta tercera generación llega tras haber vendido más de 800.000 coches en el Viejo Continente desde 2008. Por este motivo, en su creación, la compañía fundada por Chung Ju-yung en 1967 ha dado mucho cariño a su modelo estrella.
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Solo hay que dirigir un vistazo rápido, sin apenas atención, a su escupido diseño exterior. Es más refinado que el modelo al que sustituye, pero también más atractivo. La parte frontal gana enteros con su nueva parrilla hexagonal en forma de cascada, con puntos cromados que se convierten en cromo satinado circundante de la versión de acceso. Es el futuro en lo que a nueva identidad de marca se refiere, hecho que demuestra la importancia que tiene el i30 para Hyundai Europa, continente donde ha sido diseñado, desarrollado, probado y producido. La calandra está escoltada por dos afilados faros LED compuestos por tres proyectores, que sirven las luces cortas y largas, y por las diurnas verticales con tecnología LED, también con función de intermitentes. Y es que gracias a la composición de los grupos ópticos delanteros, el nuevo i30 tiene una ‘mirada’ inconfundible.
De perfil me llaman la atención los voladizos cortos, el capó alargado y el montante delantero desplazado hacia atrás, hechos que incrementan la deportividad del vehículo. Otra característica que destacaría es la línea de cintura casi horizontal y las de carácter en la zona baja. No puedo olvidar su techo ligeramente descendente, algo muy de moda, que está 'adornado' por un spoiler trasero en negro brillante, mismo color que el utilizado en los retrovisores exteriores.
La zaga no es menos atractiva. Adopta unos musculosos paragolpes que ‘sostienen’ unos reflectores y unas luces antiniebla en una posición bastante elevada, algo inusual pero acertado. Asimismo, los pilotos también incorporan tecnología LED, pero, además, presumen de un aspecto tridimensional que como ocurre en la parte delantera, exponen su sello personal.
Me acomodo en el asiento del conductor y cierro la puerta. Su sonido me indica que es un coche muy bien hecho. En Hyundai están seguro de ello, si no no ofrecerían una garantía de cinco años sin límite de kilometraje. Lo primero que me llama la atención es la pantalla flotante del sistema de infoentretenimiento, parecida a la equipada por el Mercedes Clase A (ver prueba), pero con un aspecto de mayor calidad. Buenos materiales, muy buena calidad percibida, aunque me sorprende que la parte inferior de la zona media del salpicadero -está dividido en dos- sea de plástico duro.
Una vez acomodado en las plazas traseras compruebo que hay espacio suficiente para las piernas, también para la cabeza -hasta personas con una altura de 1,82 cm-, y más justo para los hombros si viajan tres pasajeros, algo normal en el segmento.
El maletero del Hyundai i30 2017 cubica 395 litros, una cifra muy interesante, y más si se compara con el resto de pesos pesados como el Volkswagen Golf y el SEAT León, ambos con 380 litros, el Renault Mégane (ver prueba), con 385, el Opel Astra (ver prueba), con 370 y el Ford Focus, con 363 litros. Además, tiene formas regulares, doble altura y su capacidad de carga puede verse ampliada hasta los 1.301 litros si se abaten los respaldos de los asientos posteriores, aunque la superficie que dejan no es totalmente plana. Para facilitar la carga de esquís, pueden adoptar una trampilla en el asiento central trasero.
Accedo a un puerto de montaña para comprobar la respuesta de la suspensión. Hyundai ha hecho un trabajo que conviene destacar, puesto que esa comodidad, capaz de filtrar baches en el asfalto, no hace que la carrocería del coche se mueva en curva, ofreciendo un balance remarcaba entre confort y deportividad. Y es que la suspensión trasera multibrazo, que es de serie para todas las versiones, porta un brazo inferior doble y amortiguadores orientados al rendimiento. Primer punto positivo.
De mover la tercera generación del compacto pueden encargarse el nuevo motor turbo de gasolina T-GDi 1.4 de 140 CV, estrenado por el i30; el tricilíndrico, también de gasolina, T-GDI 1.0 de 120 CV y el propulsor diésel 1.6 con potencias de 95, 110 y 136 CV.
Prueba Hyundai i30 2017 T-GDi 1.4 de 140 CV
Pulso el botón de encendido y me sorprende la baja rumorosidad de su motor. Segundo punto positivo. Por ciudad el coche se desenvuelve a las mil maravillas gracias a su dirección rápida -según Hyundai, es un 10% más directa y la respuesta del vehículo es 15 milisegundos más rápida- y su suspensión, que filtra las irregularidades del terreno de forma sensacional. Salgo a la carretera y noto que el motor tiene empuje, bastante lineal para ser sobrealimentado, pero con buena respuesta y buenas recuperaciones; eso sí, me da la sensación de rendir 120 CV más que 140, pero solo cuando (mirar ficha técnica 0 a 100) trabaja con el cambio manual de seis relaciones, que, por cierto, es rápido y de guiado precioso; porque cuando está asociado al automático de doble embrague y siete relaciones la sensación es mejor, de más empuje, aunque es equivocada porque el cambio manual realiza el 0 a 100 km/h tres décimas más rápido (8,9”). Además, no brinda excesivos tirones, característicos de este tipo de transmisiones, y la transiciones las realiza, normalmente, de forma suave.
Durante la prueba de conducción, el motor T-GDi 1.4 de 140 CV me he movido con un consumo de 7,2 l/100 km, una cifra obtenida con el modo ‘Normal’, y no ‘Eco’ -por lo que podía haber sido más baja- y remarcable al tratarse de un propulsor de gasolina de cuatro cilindros, misma media obtenida durante la prueba del Ford Fiesta EcoBoost de 125 CV (ver prueba) con el bloque tricilíndrico de 1,0 litros. Último punto positivo.
Los precios del Hyundai i30 2017 comienzan en 20.500 euros, y equipa el motor TGDI 1.0 de 120 CV y acabado Klass, una cantidad que me parece algo elevada, pero que, por suerte, es sin descuento. Equipa múltiples sistemas de seguridad, muy poco vistos en su segmento como el sistema de detección de patones, las luces de carretera activas, el sensor de encendido de luces automáticas o detección ante una posible colisión al salir marcha atrás de un aparcamiento.
Ficha técnica Hyundai i30 2017 T-GDi 1.4 de 140 CV | ||
Motor | Cilindrada | 1.353 cc |
Cilindros | 4 en línea | |
Potencia Máxima | 140 CV / 6.000 rpm | |
Par Máximo | 242 Nm / 1.500 rpm | |
Transmisión | Caja de Cambios | Manual, seis velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | Tipo McPherson / Resorte helicoidal / Barra Estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable / resorte helicoidal / Barra estabilizadora | |
Dimensiones | Longitud | 4.340 mm |
Anchura | 1.795 mm | |
Altura | 1.455 mm | |
Distancia entre Ejes | 2.650 mm | |
Alimentación | Tipo de Alimentación | Inyección directa / turbo |
Peso | Peso | 1.279 kg |
Prestaciones | Velocidad Máxima | 210 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 8,9 seg | |
Consumos | Urbano | 6,1 l/100 km |
Extraurbano | 4,4 l/100 km | |
Combinado | 5,0 l/100 km | |
Emisiones | Emisión CO2 | 144 g/km |
Precio | Precio final | 24.025 euros |
Gracias por su trabajo. Echo en falta los detalles sobre las condiciones de medicción del cónsumo. Sin duda, son necesarios para tomar referencias objetivas.
No encuentro estas cifras por ningún lado.
Sería de agradecer.
Un saludo.