PRUEBA: Abarth 695 biposto

PRUEBA Abarth 695 biposto

Desde su nacimiento hasta nuestros días, Abarth se ha caracterizado por lograr hacer posible lo imposible. El adrenalítico Abarth 695 biposto es una muestra más de hasta dónde puede llegar el artesano turinés cuando se trata de pasión y creatividad. También, el que es el modelo de serie más potente que ha alumbrado nunca la marca, adopta perfectamente la filosofía de: “El domingo al circuito, el lunes al trabajo”.

Abarth 695 biposto

Tras su presentación mundial en el Salón de Ginebra, el más pequeño de la liga de los superdeportivos aúna virtudes de un coche de competición con características para el día a día. Y por un precio de partida de 40.900 euros que, eso sí, pueden sobrepasar fácilmente los 60.000 si le montas una serie de kits opcionales.

Justo cuando se cumple el 50 aniversario del mítico modelo Abarth 695, llega esta nueva versión. Medio siglo después, ha pasado de aquellos 30 CV a los 190 actuales, sumados a un par máximo de 250 Nm. Alcanza ahora los 230 km/h, unos 100 más que el modelo original.

Prueba Abarth 695 biposto

El reto de los ingenieros era claro: desarrollar un coche con las virtudes del modelo de competición de las serie internacionales Abarth 695 Assetto Corse, pero capaz, al mismo tiempo, de rodar sin problemas entre el tráfico normal. Así, su motor turbo 1.4 T-JET rinde 190 CV, presume de 139 por litro, marcando un nuevo récord en este segmento. La relación peso/potencia está en 5,2 kilos por cada CV.

La decisión de tomar directamente elementos de la competición convierten a este Abarth 695 biposto de la prueba en la variante más extrema que ha existido nunca del modelo. Llaman la atención el refrigerador del turbo, el escape Dual-Mode Abarth by Akrapovic, el filtro del aire de BMC, el chasis deportivo regulable delante en altura de Etreme Shox, el sistema de frenos de Brembo, las llantas de metal ligero OZ de 18 pulgadas con el peso optimizado o los travesaños tubulares de magnesio facturados por Poggipolini.

Prueba Abarth 695 biposto

Y todo esto, integrado en una atractiva carrocería. Su diseño es poderoso y exclusivo, y combina agresividad con elementos típicamente italianos. Los paragolpes delanteros se han optimizado para mejorar la entrada de aire, y ahora están fabricados en fibra de carbono. El gran spoiler en la parte posterior del techo tiene la función de generar más presión sobre el eje trasero.

Las puertas apenas tienen revestimiento por dentro, y tan solo una par de redes harán las veces de huecos portaobjetos. Los tiradores de las puertas del interior se han sustituido por correas, más que suficientes. Las redes tras los asientos no solo sirven para evitar que se desplace el equipaje; hace de alojamiento para los cascos.

Prueba Abarth 695 biposto

El 1,4 litros de cuatro cilindros es exactamente el mismo que llevaban en la Formula 4 los Abarth 695 Assetto Corse y el Monoposto. La potencia específica de 139 CV por litro se logra gracias a un concienzudo trabajo sobre el sistema de admisión, el escape y el turbo. Pero más sorprendente que las cifras es el empuje con que responde a cada insinuación del pie sobre el acelerador.

Prueba Abarth 695 biposto

Para probar el Abarth 695 biposto nos hemos ido hasta el circuito en Varano, al norte de Italia. Ya desde las primeras vueltas uno se da cuenta de que, más que en las propias habilidades al volante, aquí puedes confiar plenamente en el chasis del 695 biposto. También pude probarlo por una carretera de montaña despejada de coches pero repleta de curvas de todo tipo. Os aseguro que con un coche de rallye no circularía mucho más rápido. Los ingenieros han logrado plantar sobre un coche de calle el espíritu auténtico de uno de carreras.

Prueba Abarth 695 biposto

Como primicia mundial, el Abarth 695 biposto puede montar el cambio de competición de cinco velocidades. El manejo del pomo, que tiene forma de comida para perros y por eso se llama Dog Rings, es fulminante. No lleva el convencional anillo de sincronización y eso posibilita inserciones ultrarrápidas sin tener que pisar el embrague. La rejilla de aluminio de la palanca del cambio es un pequeña obra de arte, que también recuerda inevitablemente al de competición. Por supuesto, conserva el esquema clásico de recorrido en forma de H.

Prueba Abarth 695 biposto

Texto: Hans H. Grassmann - dpp-AutoReporter

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce tu comentario
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.