Seguro que si lees asiduamente cosas sobre coches podrías acumular una buena fortuna si te dieran un euro cada vez que has visto eso de ‘un coche de carreras creado para la calle’. Pero aunque la definición de coche deportivo está demasiado gastada últimamente, al Porsche 911 GT1 Straßenversion o Porsche 911 GT1 Strassenversion esta explicación le viene como anillo al dedo. Se trata de una variante de un coche de carreras modificado ligeramente para circular por la vía pública.
Porsche 911 GT1 Straßenversion. ¡Qué diseño!
Lo primero que hay que destacar en este coche es lo que llama la atención nada más verlo. Su diseño es espectacular y ya deja entrever que se está ante algo realmente bruto, ni siquiera deportivo. Es verdad que la generación 996 del Porsche 911, del que el Porsche 911 GT1 Straßenversion es coetáneo -salió a la luz en 1998-, ha sido una de las más discutidas de la historia, si no la que más. La razón no es otra que unos faros delanteros que rompen con la historia del modelo.
Sin embargo, el Porsche 911 GT1 Straßenversion no destaca tanto por ello, en gran parte porque en su frontal hay muchas cosas que llaman más la atención. Lo mires por donde lo mires, hay elementos de competición. Empezando por el splitter frontal de su paragolpes delantero, siguiendo por las salidas de aire de su capó y terminando por unos espejos en una posición muy peculiar, justo encima de las aletas delanteras y separados por completo del pilar A.
En su perfil vemos unas entradas de aire muy prominentes justo antes de empezar la forma de las aletas traseras, y unas taloneras definidas debajo de las puertas que sirven como escalón previo a la entrada en el habitáculo. Por cierto, la aerodinámica juega un papel clave en el Porsche 911 GT1 Straßenversion, como se ve no solo en sus nervios, sino en las salidas y entradas de aire. Una de estas últimas está integrada en el techo, justo encima del parabrisas.
Para terminar con su imagen, la zaga dispone de un alerón fijo de dimensiones descomunales. Además, cuenta con salidas de aire en el propio paragolpes traseros, una salida de escape a cada lado de la matrícula, integradas en el mencionado paragolpes, y un difusor trasero que ya les gustaría a muchos coches deportivos actuales. A modo de curiosidad, la luneta trasera es inexistente.
El carísimo precio de un Porsche 911 GT1 Straßenversion
Como podrás imaginar, las unidades que se llegaron a fabricar del Porsche 911 GT1 Straßenversion fueron mínimas. Y precisamente por eso, dada su exclusividad, el precio de un ejemplar es prohibitivo. Tan solo hubo unas 20 unidades; y esto hace que, por ejemplo, en una subasta de una de ellas que tuvo lugar a principios de 2017 se llegasen a pagar casi cinco millones y medio de euros por él.
Lo más gracioso de todo es que, en el momento de su lanzamiento, costaba algo menos de un millón de euros; y que en 2012 fue vendida una unidad por aproximadamente 1,1 millones de euros. De hecho, la firma de Stuttgart ni siquiera tenía pensado fabricar este coche. Se vio obligada a producir esta versión de calle del Porsche 911 GT1 Straßenversion para que el modelo de competición fuese admitido para participar en las 24 Horas de Le Mans de 1997.
El motor de este bólido de carreras era un bloque de gasolina refrigerado por agua de seis cilindros y 3,2 litros de cubicaje. Llegaba a desarrollar 600 CV de potencia y sus cifras homologadas eran impresionantes. Podía acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar una velocidad punta de 378 km/h. Unos números que harían sonrojarse a más de un hiperdeportivo de los actuales.
El Porsche 911 GT1 Straßenversion en competición
Las participaciones del Porsche 911 GT1 Straßenversion en competición fueron evolucionando del éxito inicial al fracaso final, con algunos altibajos y que acabó en retirada. Así, tras un debut con victoria en 1996 en la clase GT1 de Le Mans, acabó perdiendo en la clasificación general a manos de otro Porsche. En 1997 no estuvo a la altura del glorioso Mercedes-Benz CLK GTR; ni él ni ningún otro coche.
1998 fue la temporada más exitosa para este alemán, que venció a sus rivales gracias a su fiabilidad. De esta manera, Porsche vencía en Le Mans en 16 ocasiones, más que ningún otro fabricante en la historia. Pero en 1999 acabó abandonando el campeonato de FIA GT ante el abrumador dominio de Mercedes-Benz, algo que también hicieron el resto de marcas. Finalmente, la GT1 desapareció y la FIA GT fue disputada por coches de la categoría GT2, entre los que no estaba Porsche.
