Desde este lunes, Francia y España tienen algo más en común. Y, por una vez, no hablamos de Messi ni Mbappé. Sino de que, esta semana, París también adopta el límite de 30 km/h, con un funcionamiento muy similar al que lleva en vigor en nuestras ciudades desde mayo. Aunque, si acaso, algo más estricto.

En nuestro país esta reducción del límite de velocidad afecta a las calles de un carril por sentido, pero no a las que tengan más. Igualmente, en la capital gala quedan exentas ciertas vías principales. Por ejemplo, los Campos Elíseos, sobre cuyo empedrado seguirá pudiendo circularse a 50 km/h, o determinados bulevares. También la circunvalación (el Périphérique), donde se mantienen los 70 km/h. Pero no todos aquellos de más de un carril.

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Otra diferencia es que, en el caso francés, la decisión no se toma a nivel estatal, como aquí, sino municipal. Forma parte del compromiso de la alcaldesa de ascendencia española, Anne Hidalgo, de limitar el protagonismo de los coches en esta metrópoli. Y entre sus objetivos se encuentran la reducción del ruido, de la contaminación y de los atropellos mortales. Alrededor de otros 200 municipios al norte de los Pirineos ya habían puesto en marcha la misma medida con anterioridad. Y tampoco es que la Ciudad de la Luz fuera del todo ajena; antes de hoy, el 60% de sus calles ya estaban limitadas a 30 km/h.

Las encuestas muestran que la mayoría de los parisinos está a favor del cambio. Aunque, desde luego, hay polémica, y organizaciones como 40 Millions d’Automobilistes aseguran que no sirve para lograr ninguno de los fines que se le atribuye. Y los taxistas aseguran que les perjudica porque sus tarifas se encarecerán automáticamente.

Límites de velocidad

De todas maneras, un estudio publicado recientemente asegura que la velocidad media en la zona centro de París en las horas punta es de 11 km/h. Por lo que la cosa podría tener mucho menos impacto del que a uno y otros gustaría.

Lo cierto es que esta es una tendencia que coge cada vez más fuerza a nivel europeo. En febrero de 2020, Londres rebajó su velocidad a 20 millas por hora (32 km/h), y el 1 de enero lo hizo Bruselas, además de que Ámsterdam tiene previsto unirse pronto al club. Y, ahora que París también adopta el límite de 30 km/h, la ola parece imparable.

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