Según la creencia popular, las mujeres son mucho más sentimentales que los... hombres en casi todos los aspectos de la vida. Pues bien, un estudio de AutoScout24, plataforma online de vehículos, demuestra que este rasgo alcanza también el terreno automovilístico. De hecho, casi el 40% reconoce que, aunque les hace ilusión estrenar coche, pasan un tiempo de 'duelo' por el viejo.
El informe -que aborda las diferencias entre ellas y ellos a la hora de vender su coche- revela cómo las mujeres no sólo lo echan de menos durante un tiempo, sino que se resisten al olvido rindiéndole homenaje repasando fotos o vídeos (37%) sobre las aventuras vividas al volante de su viejo utilitario.
Su apego les lleva incluso en siete de cada diez casos a apuntar el número de matrícula o conservar casi de por vida objetos o accesorios que formaban parte de sus primeros coches, como puede ser la mascota del retrovisor o incluso el tapacubos.[pullquote]no dudan en sacar toda su picardía para embaucar al posible comprador[/pullquote]
Este "fetichismo" explica que mientras ellos son partidarios de cambiar de coche en cuanto pueden, ellas se lo piensan dos veces al sentirlo como uno más de la familia. Por eso, la decisión del cambio no es un mero capricho, sino por contar con un modelo mejor equipado (64,4%) o más grande (17,8%) que les haga la vida también más fácil.
Ellas tienen más picardía a la hora de venderlo
Sin embargo, el informe muestra que una vez asumida la difícil decisión de "jubilar" el coche viejo, ellas van a por todas y no dudan en sacar toda su picardía para embaucar al posible comprador, reconociendo el empleo de alguna que otra "argucia" si así pueden persuadirlo mejor. De hecho, el 25% de las mujeres frente al 21,7% de los hombres, no dudaría en ocultar pequeños fallos o imperfecciones -arañazos, tapicería...- con tal de no alargar el proceso de venta.
Curiosamente, el estudio de AutoScout24 muestra que a la hora de buscar al nuevo dueño de su coche y antes que dejarlo "en brazos" de un desconocido, prefieren tentar primero a personas de su círculo de confianza (34,6%) o a sus amigos de Facebook (12,1%), por si, de esta forma, pueden seguir teniéndolo cerca.
No obstante, una vez localizado el candidato, ellas se muestran más pragmáticas que ellos para ponerlo a punto antes de su presentación oficial. Prueba de ello es que el 50,7% de las mujeres lo lleva a un centro de lavado profesional para dejarlo de "punta en blanco", mientras que ellos son más "tradicionales" y optan por pegarle un buen repaso, bayeta en mano (43,8%).
Cuando llega el momento de cerrar la operación para entregarlo a su "nuevo hogar", se muestran firmes en el precio y reconocen que, en general, no aceptarían rebajar su valor. Sin embargo, como en todo, hay excepciones y si el comprador es joven y atractivo, el 2,1% contemplaría la posibilidad de aplicarle una "rebajilla".
Y es que cuando el dinero entre en juego, ellas prefieren no andarse con rodeos. De hecho, son partidarias de recibirlo al contado en el momento de la compra para, de esta forma, zanjar de raíz la operación sin dilaciones; mientras que ellos son más proclives a la transferencia bancaria.
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