La tecnología en el campo de la automoción ha avanzado a pasos agigantados en la última década. Los coches han pasado de equipar radio, un navegador y una pequeña pantalla, a complejos y avanzados sistemas de asistencia a la conducción, los famosos ADAS. Estos sistemas ayudan al conductor con el objetivo de reducir el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Pero, como siempre que el ser humano descubre un avance que hace más fácil y seguro nuestro día a día, nos relajamos y, en el caso de la conducción, surgen las distracciones al volante. Un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) confirma que los sistemas de conducción semiautónoma generan mayores distracciones en los conductores que los usan que en los que conducen coches sin ellos.
¿Pueden los sistemas de ayuda a la conducción distraer a los conductores?
Según el IIHS, una vez que los sistemas de asistencia a la conducción entran en funcionamiento, los conductores se involucran menos en la conducción y se distraen con mayor facilidad. No importa el grado de automatización. El informe concluye que la persona detrás del volante dedicará el tiempo del viaje a realizar otras tareas, como consultar el teléfono móvil, comer o asearse. Muchos lo hacen sin percatarse de ello, tal vez por hábito o por inquietud.
La explicación que justifica el motivo por el que un mayor grado de automatización reduce nuestra atención al volante es el aburrimiento o el nerviosismo. Viajar en un vehículo que, por ejemplo, controla la dirección, el acelerador y el freno, genera inactividad en la persona sentada en el asiento del conductor y favorece que se distraiga con mayor facilidad.
Es importante tener en cuenta que los sistemas de conducción semiautónoma actuales no están perfeccionados al 100% y que requieren de la supervisión continua del conductor. De hecho, muchos coches equipan sensores de presión en el volante para asegurarse de que el conductor circula con las manos en él cuando estos sistemas semiautónomos están activos. Si no detecta las manos, el coche desactiva las ayudas y vuelve a un modo ‘analógico’.
A más distracción, mayor riesgo de sufrir un accidente de tráfico
Un estudio realizado durante un mes por el IIHS y el Instituto Tecnológico de Massachusetts reveló que los conductores de Volvo que utilizaban Pilot Assist tenían más probabilidades de realizar varias tareas a la vez. Algunos mostraron conductas distractoras desde el principio, mientras que otros adoptaron hábitos similares una vez se sintieron más cómodos con la tecnología.
Lo mismo sucedió en el segundo estudio en el que se utilizó el sistema Autopilot de Tesla. Una vez que los conductores descubrieron el intervalo de tiempo de comprobación de atención, pudieron minimizar las advertencias de Tesla. Destacar que en ninguno de los estudios los conductores habían manejado antes estos vehículos con este grado de asistencia a la conducción.
“En ambos estudios, los conductores adaptaron su comportamiento para participar en actividades que los distraían”, dijo David Harkey, presidente del IIHS. “Esto demuestra por qué los sistemas de automatización parcial necesitan protecciones más sólidas para evitar un uso indebido”.