El 26 de abril de 2001 salió de las líneas de producción en Oxford el primer MINI concebido bajo la propiedad de BMW. Han pasado veinte años de aquello, pero, lo cierto, es que el aniversario podría haber sido más longevo porque el modelo británico debería haber llegado antes. Y en aquel ‘impasse’ conocimos a los dos prototipos de motor central que fueron los precursores del MINI.
Mini-Trac (1965), el MINI con orugas que acabó en la Antártida
Para ser más exactos, el MINI (prueba) nació en 1959 y cambió poco hasta que, finalmente, dejó de producirse en el año 2000. La compra por parte de BMW del Grupo Rover en 1994 supuso un punto de inflexión. No obstante pasarían siete años desde aquella operación antes de que el MINI R50 entrase en producción.
Durante aquel compás de espera se concibieron un par de prototipos que tuvieron su papel en la historia del R50. No obstante, ambos se exhibieron en la exposición ‘The MINI Story’ que el Museo BMW organizó entre 2014 y 2016. Después de volver a estar bajo los focos regresaron a la sede de la marca británica en Múnich.
Spiritual
En 1995, el British Motor Museum organizó algo parecido a un concurso de diseño entre los equipos de Rover y BMW. Y de todos los prototipos que se alumbraron descartaron, quizás, el más interesante. Estaba firmado por Oliver Le Grice, pero BMW quería algo más convencional y, por lo tanto, más barato de desarrollar y fabricar.
Un concepto que no encajaba con la propuesta de aquel modelo con un motor de la Serie K montado debajo de los asientos traseros y complementado con una suspensión Hydragas. A pesar del descarte, el prototipo (bautizado como Spiritual) fue exhibido en el Salón del Automóvil de Ginebra un par de años después.
ACV 30
Sin embargo, aquel no fue el coche que recibió una negativa. La consultora Designworks, propiedad de BMW y con sede en California, puso sobre la mesa un vehículo que acabaría siendo reutilizado como el Anniversary Concept Vehicle 30 o ACV 30. Algo que sucedió gracias a Tom Purves, jefe de marketing de Rover, que lo descubrió mientras Chris Bangle lo mostraba en la oficina de diseño de BMW en Múnich.
Fue el punto de partida ideal para la celebración del 30 aniversario del icónico triunfo de MINI en el Rally de Montecarlo. Los ingenieros de Rover desarrollaron un concept car utilizando el MG F como base. Hablamos, por lo tanto, de un modelo con motor central y tracción trasera. Desde el principio se supo que el ACV 30 no iba a llegar a producción, pero ese no era su propósito. Fue clave en el desarrollo del MINI R50 porque heredó algunos de sus elementos como el techo o el salpicadero con ese característico velocímetro gigante ubicado en el centro.