Era cuestión de tiempo que, tras la versión cupé, viéramos un Mini eléctrico descapotable. Ya está aquí, es el Mini Cooper SE Convertible y, aunque se ha presentado como prototipo one-off, lo cierto es que es un modelo de calle completamente funcional.
Y el hecho es que en Mini no se han complicado lo más mínimo porque, salvo por la desaparición del techo, es un modelo idéntico al Mini Cooper SE que ya conocemos.
Empezando por las diferencias, cuenta con una capota de lona retráctil automática que con solo pulsar un botón se abre o cierra en apenas 18 segundos, proceso que se puede llevar a cabo a velocidades de hasta 30 km/h. Además, en lugar de las dos posiciones habituales, tiene tres: las clásicas abierto o cerrado, y una intermedia que solo retrae la sección delantera para actuar como un techo solar.
Desde ahí, el resto es idéntico. Se mantiene la combinación de colores, con la carrocería en un tono claro salpicada de detalles en amarillo que destacan sobre el resto; también el peculiar diseño de las llantas y hasta las dimensiones del coche son las mismas: 3.863 mm de largo, 1.727 mm de ancho, 1.415 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.495 mm. En este aspecto, una noticia positiva es que han conseguido mantener intacta la capacidad del maletero, que sigue siendo de 160 litros.
Algo similar ocurre con el apartado mecánico, que conserva el único motor 184 CV y 270 Nm de par máximo, que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos, lo que es solo cuatro décimas que el Cooper SE estándar. Monta una batería de 32,6 kWh y homologa una autonomía de 230 kilómetros, solo ligeramente más corta que los 234 km del coupé.
Mini no se ha pronunciado sobre una posible fecha de llegada del Mini Cooper SE Convertible a producción, pero hay pocas dudas o ninguna de que eso acabará sucediendo y más pronto que tarde.
