Con la excepción de China, Mercedes decidió eliminar el Mercedes Clase R de su catálogo debido a una razón de peso: sus pésimas cifras de ventas. A pesar de ocultar bajo su capó un V8 de 6.2 litros que producía 503 caballos de fuerza, no era suficientemente atractivo. Sin embargo, AMG y la división EQ de la marca alemana quieren hacer una doble apuesta: un Mercedes-AMG GLR eléctrico que llegará de la mano de la división deportiva.
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Tal y como informa Car Magazine, ambos departamentos trabajan para resucitar al Mercedes Clase R en 2025. Se trata de un modelo original y peculiar ya que mezclaba dos mundos: el de los monovolúmenes y el de las furgonetas. Sin embargo, el dominio de los SUV y sus cifras obligaron a Mercedes a retirarlo del mercado europeo en 2013.

Un plan de Tobias Moers
Este regreso sería parte del plan de producto que, en su momento, diseñó Tobias Moers, exjefe de AMG. Imaginó el Mercedes GLC en su máxima expresión deportiva, pero más grande y con sus proporciones modificadas. El resultado podría ser una versión moderna del antiguo Clase R: lujo para siete ocupantes.
De hacerse realidad estos planes, el nuevo Mercedes Clase R llegaría dos décadas después del original y podría estar englobado en el universo EQ, efectivamente, la división eléctrica de Mercedes; algo que no extrañaría teniendo en cuenta que la ofensiva cero emisiones de la marca alemana está en su pleno apogeo. No sería la única división implicada: AMG de encargaría de enfatizar su potencia. Estaríamos, por tanto, ante el Mercedes-AMG GLR… aunque teniendo en cuenta su tren motriz eléctrico podría convertirse en el primer EQR.

Tres motores para 1.000 CV
En cuanto a ese carácter eléctrico, el Mercedes Clase R dependería de una batería de 105 kWh firmada por AMG: sin metal, estaría basada en grafeno y diseñadas para admitir una carga rápida de 350 kW. No en vano, es un coche concebido para recorrer grandes distancias con hasta siete ocupantes en su interior.
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Esta fuente de energía sería la encargada de alimentar tres motores de 250 kW que proporcionarían una potencia combinada de 1.000 CV y 1.350 Nm de par motor. Finalmente, la caja de cambios automática se encargaría de las ruedas delanteras mientras que las traseras contarían con una transmisión de dos velocidades como ocurre en el Porsche Taycan (prueba).