La historia del Porsche 911 es una de las más nutridas del mundo del automóvil, repleta de versiones especiales, preparaciones, etc. Parte de ella es el Heigo-Porsche, un ejemplar fabricado para competir en rallyes en 1979 por Dieter Röscheisen, al que se le perdió la pista durante 30 años. Estas son sus idas y venidas.

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Röscheisen, junto a amigos suyos, creó el modelo en el 79 y durante el año 80 participó en varios rallyes, tanto nacionales como internacionales, junto a Klaus Hesse. Fue un buen curso pero “desafortunadamente, gastamos tanto dinero aquella temporada, que decidí vender el Heigo-Porsche en una celebración del Campeonato Mundial en Ratisbona», señala el propio mecánico y piloto.

Fue Walter Röhrl quien le puso en contacto con su comprador, que acabó llevándoselo a Inglaterra. Permaneció en el ostracismo durante 30 años hasta que en 2009 Stephen «Steve» Davies lo encontró cogiendo polvo en un aparcamiento urbano. Lo rescató, lo pintó con los míticos colores de Rothmans y acudió a diversos eventos, en uno de los cuáles le preguntaron cuál era la pintura de guerra del coche antes de que lo repintara él.

Heigo-Porsche

Al investigar, comprobó que eran los mismos que lucía un Porsche con el que había competido Röhrl, así que se puso en contacto con él (se conocían de antes) y el piloto le redirigió a su vez a Röscheisen, quien comenta que “al principio no podía creer que este vehículo todavía existiera. Pensé que había pasado a mejor vida hacía mucho tiempo”.

Sin embargo, una vez comprobaron la soldadura de los puntos de anclaje de la jaula antivuelco quedó claro que estaban ante el Heigo-Porsche original. “Los puntos de soldadura eran únicos. En 1979, diseñamos todos los componentes de este Heigo-Porsche específicamente para su participación en rallyes, de tal manera que los saltos no terminaran provocando una torsión excesiva”, explica Röscheisen y continúa comentando de dónde salió la peculiar combinación de colores: “Ginger Ostle (que trabajaba en el estudio de Diseño de Porsche en ese momento) colocó el coche bajo una lámpara y combinó los colores azul Petrol metalizado y blanco Grand Prix atendiendo a la sombra proyectada».

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Entonces, Steve Davies decidió devolver el vehículo a su condición original, reapareciendo en 2010 en el Salón Internacional de Automovilismo Histórico «Race Retro» en Stoneleigh Park (Coventry).

Cuando Röscheisen volvió a su casa, descubrió que su amigo Rafael Díez tenía un 911 G y decidieron convertirlo en una réplica. En un año y medio prácticamente terminaron el Heigo-Porsche II, momento en el que contaron con la ayuda de Röhrl para su puesta a punto.

Heigo-Porsche

La creación fue todo un éxito y, de hecho, derivó a la fabricación de otros dos ejemplares. Klaus-Jürgen Orth, quien cayó rendido ante los encantos de aquel Porsche: “Cuando Dieter me enseñó el coche en 2005, tuve claro que algún día querría tener uno en mi garaje. Aquel coche era extremadamente deportivo y divertido». Su socio Udo Müller pensó exactamente los mismo y a principios de 2013, le encargaron a Rafael Díez fabricar dos Heigo-Porsche 911 SC RS Evo III que, como el II, recibieran una puesta a punto final de Röscheisen y Röhrl. La parte buena de llegar los últimos es que estos dos ejemplares montan un motor 3.4 que desarrolla 340 CV, 62 más que el Heigo-Porsche original de 1979.

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