En 1969, General Motors ofrecía en la gama de modelos de Chevrolet una opción con la que trataron de ayudar a los conductores a conquistar la nieve mucho antes de que existieran los neumáticos de invierno. Se trataba de un espray líquido que se aplicaba sobre los neumáticos traseros al pulsar un botón ubicado en el salpicadero y que, supuestamente, imitaba durante unos segundos la acción de las clásicas cadenas de nieve.
Con el código V75, al seleccionar este equipamiento opcional de Chevrolet, los coches incluían de fábrica unas cadenas de nieve en espray con dos envases que se ubicaban tras las aletas traseras. La promesa que hacía la marca es que, con tan solo presionar un botón en el interior del vehículo, este líquido se rociaba sobre los neumáticos traseros incrementando de forma inmediata el agarre de estos sobre la nieve y el hielo gracias a la química.
Este equipamiento se ofrecía prácticamente en toda la gama de modelos de Chevrolet de 1969 y fue uno de los elementos que introdujo la marca a finales de la década de 1960 para facilitar la conducción en invierno. Porque además de la cadena líquida en espray, la compañía ofreció por primera vez durante esos años la luneta térmica trasera, el calentador del bloque del motor o un sistema para limpiar los faros.
Pero mientras que estos tres últimos elementos sí se han mantenido a lo largo del tiempo hasta llegar a nuestros días, pasando en muchos casos a formar parte del equipamiento de serie, no podemos decir lo mismo del mencionado espray. En el catálogo de la época, General Motors lo describía así: “Cadena líquida para neumáticos: active un control en el panel de instrumentos y se rocía un líquido que aumenta la tracción en los neumáticos traseros para proporcionar una tracción mucho mejor en hielo.”
Como podrás imaginar, esta tecnología no tuvo mucho éxito. De hecho, los expertos de Hagerty estiman que tan solo alrededor de 2.600 modelos de Chevrolet montaron esta opción durante el único año en la que estuvo disponible. Y no precisamente porque los compradores particulares lo eligieran, más bien fueron los propios concesionarios los que seleccionaron esta opción cuando hicieron los pedidos para tener coches en stock.