El modelo más vendido de la historia de los Estados Unidos ‘evoluciona’. El Ford F-150 Power Stroke diesel será comercializada en un país en el que los motores de gasóleo no son muy demandados y en el que este tipo de bloques ha sido ‘demonizado’ tras el Dieselgate.
Esta nueva motorización, un V6 3.0 Power Stroke, rinde 254 CV y entrega 597 Nm de par máximo desde las 1.750 rpm. Esa fuerza es repartida a uno o dos ejes, dependiendo de la versión escogida, 4×2 o 4×4, a través de un cambio automático de diez velocidades. Con estas cifras y esta configuración, el Ford F-150 Power Stroke diesel combina una excelente capacidad de arrastre (algo más de cinco toneladas) y carga (hasta 916 kilogramos puede soportar su bañera de 1,68 ó 1,98 metros de longitud) con un consumo medio mucho más ajustado (de unos 7,8 l/100 km según la EPA).
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Y es que el motor del Ford F-150 Power Stroke diesel comparte la tecnología del más bruto de la gama, el 6.7 Power Stroke de la F-Series Super Duty, y con el 2.7 EcoBoost: bloque realizado en grafito compactado, cigüeñal de acero forjado y turbo de geometría variable. Además, ante condiciones climatológicas adversas, equipa un ventilador mecánico de acoplamiento viscoso que mueve más aire a través del radiador y el intercooler, que un ventilador eléctrico, como equipa la competencia. De esta forma, en condiciones extremas no tiene que rebajar la potencia.
Será una de las novedades del Salón de Detroit 2018 -primera feria del automóvil del año- y aunque las primeras unidades no llegarán hasta primavera, ya se pueden realizar los pedidos. Si estás pensando en comprar algo más ecológico, no hace falta cambiar de marca o de modelo, porque existe la Ford F-150 PHEV, la pick-up híbrida enchufable.
PRUEBA: Ford Ranger Wildtrack