Elon Musk, director general de Tesla, ha asegurado que cerrará la fábrica que tiene en China si usan sus coches eléctricos para espiar. Unas declaraciones que llegaron un día después de saber que, por razones de seguridad, el gobierno del citado país había prohibido sus modelos en algunas zonas del país así como a algunos funcionarios y a personal militar.

Todas las promesas que han realizado Tesla y Elon Musk

Tal y como informaba The Wall Street Journal, China teme que los coches de Tesla estén ejerciendo como espías del país. Basándose en estas sospechas, ha prohibido el uso de los coches de la citada marca a militares, funcionarios del Estado y empresas con estrecha relación con el Gobierno.

Según el citado medio, a China le preocupan, especialmente, los sensores y las cámaras exteriores con las que están equipados estos coches eléctricos. Se trata de dispositivos que, de forma constante, recopilan la información necesaria para proporcionar un servicio de conducción asistida. No obstante, el gobierno del país asiático cree que esos datos pueden emplearse para espiar y temen que puedan enviar estas imágenes a Estados Unidos.

Tesla

Tesla y China

Ha sido, precisamente, en una reunión del Foro de Desarrollo en China organizado por el propio Gobierno de Xi Jinping donde Elon Musk abordó el tema. El CEO de Tesla estaba participando en una charla virtual con Xue Qikun, físico cuántico que dirige la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, cuando le preguntaron por esa supuesta labor de espionaje que estarían llevando a cabo sus coches. Estas fueron sus palabras recogidas por Reuters: “Hay un motivo muy fuerte para que seamos muy confidenciales con cualquier tema. Si Tesla usase sus coches para espiar en China o en cualquier lugar, cerraríamos”.

Vídeo: así se pronuncian las marcas de coches en chino

China es una referencia para Tesla porque no sólo es el mayor mercado mundial de coches, sino que, de un tiempo a esta parte, ha llevado a cabo una férrea apuesta por los modelos eléctricos fomentando su adopción. Hace tres años, en 2018, la empresa californiana se convirtió en la primera a compañía extranjera que instaló su propia fábrica en China. En 2020, Elon Musk vendió allí 150.000 vehículos: el 30% de sus ventas globales. No es de extrañar, por tanto, que fuese determinante en el beneficio de 606 millones de euros conseguidos en el citado año.

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