La presentación del Renault 5 Prototype ha hecho que el amor que sentían por el modelo original los seguidores del mundo del motor, aumente todavía más. Su vuelta es cuestión de tiempo, y no son pocos los que sueñan con que una suerte de Renault 5 Turbo moderno acabe haciéndose realidad. Hasta que eso ocurra, podemos hacer un repaso a la historia del radical compacto.
Vídeo: disfruta de un Renault 5 Turbo II por un puerto de montaña
Jason Cammisa, de Hagerty, ha tenido la ocasión de echar mano a un Renault 5 Turbo 2 Evolution, que pertenece a Randy Nonnenberg, cofundador de Bring-a-Trailer y está en unas condiciones espectaculares:
Prácticamente todo sobre el francés deja claro que se trata de un coche realmente especial. Sin ir más lejos, el peculiar interior con el que se puso inicialmente a la venta, acabado en unos llamativos colores rojo y azul, con un volante de dos radios en ‘L’… era algo que aumentaba tanto el precio del modelo, que en su segunda generación se cambio por el del R5 normal para abaratar costes.
También contaba con techo y puertas fabricados en aluminio, además de con elementos fabricados en poliéster de fibra de vidrio, como el capó, los paragolpes y los pasos de rueda; otro factor que contribuía a su desorbitado precio.
Y es que el Renault 5 Turbo costaba más o menos la mitad que un Ferrari 308 GTB de la época, algo que a día de hoy sería impensable teniendo en cuenta el posicionamiento de mercado de Citroën y de Ferrari. Sin embargo, aunque la cantidad pueda parecer elevada, lo cierto es que el 5 Turbo, gracias a los 160 CV que desarrollaba su motor 1.4 turbo, era más rápido que el italiano.
Es cierto, sin embargo, que el mencionado turbo tenía un lag considerable que hacía que para manos inexpertas fuera difícil de controlar, pudiendo acabar incluso en tragedia, pero Cammisa asegura que una vez te acostumbras y lo dominas, es realmente divertido de conducir.
