En noviembre de 1995 se estrenó la película ‘Golden Eye’ de 007, algo que no sería muy relevante para un medio del motor si no fuera porque en ella Pierce Brosnan se puso a los mandos del BMW Z3, un descapotable roadster que seguía los pasos del BMW 507 de los 50 y que se convirtió en un éxito inmediato. Ahora cumple 25 años.
PRUEBA: BMW Z3 2.8 192 CV
Acompañando al film se lanzó en Estados Unidos una serie especial limitada a 20 unidades, el Z3 James Bond Edition, pero la demanda obligó a BMW a aumentar la tirada a 100 ejemplares. No fue más que una muestra de lo que estaba por venir, y es que en enero del 96 ya estaba vendida toda la producción anual del modelo, que era de 15.000 unidades.

Su diseño fue uno de los grandes culpables de la admiración que causó. De los lápices de Joji Nagashima salió una imagen atemporal que destacaba por los voladizos cortos, el largo capó, los pasos de rueda musculosos, las branquias laterales y la retrasada posición del puesto de conducción. Se convirtió casi al instante en un clásico moderno.
Pero no solo de estética vivía el Z3, y es que su deportiva impronta estaba respaldada por unos motores a la altura. El de acceso era un tetracilíndrico que ya entregaba 115 CV y por encima se encontraba una unidad de 143, a los que en el 97 se sumó el 2.8 de seis cilindros y 193 CV, que pronto sería acompañado por el tope de gama, el Z3 Roadster M de 321 CV.

La primera y única actualización del modelo tuvo lugar en 1999, cuando se modificaron los faros delanteros, se rediseñaron los traseros y se introdujeron cambios en la zaga. No solo eso, también se aprovechó para poner al día la gama mecánica subiendo la potencia de los propulsores: 1.9 litros de 117 CV, 2.0 de 150 CV, 2.2 de 170 CV, 3.0 de 231 CV y uno de 325 CV para el M.
Los coches de Pierce Brosnan
Antes de dicha puesta al día, en verano de 1998 se lanzó el Z3 Coupé, una variante de techo cerrado con un diseño todavía más musculoso que el del descapotable y unas proporciones claramente diferenciadoras. Se comercializó en versiones 2.8i de 193 CV, 3.0i de 231 CV y los M de 321 y 325 CV. El hecho de que se produjeran solo 18.000 unidades le ha convertido en un coche de culto muy apreciado por los coleccionistas.

Para cuando el último BMW Z3 salió de fábrica, el 28 de junio de 2002, se habían producido un total de 297.087 unidades. Este ejemplar, junto con el vehículo que condujo Pierce Brosnan en Golden Eye, se encuentran expuestos en el Museo BMW de Múnich.