Aunque todavía no es oficialmente verano, las temperaturas más propias de meses como julio y agosto se han adelantado. La mayoría de las capitales están superado los 30º y en el sur alcanzan valores de hasta 40º y más. Un tiempo que invita a desplazarse a la costa, en busca del mar y un mejor clima. Pero, cuidado, porque la DGT advierte que conducir con 35º es similar a hacerlo con una tasa de alcohol de 0,5 mg.
Ya sea por ciudad o por autovía, el calor afecta seriamente a la conducción, de ahí la importancia de mantener una buena temperatura en el interior del vehículo. Precisamente, el aire acondicionado o climatizador ha sido uno de los elementos de confort más importantes que se han incorporado a los automóviles, desde la década de los 80 y, sobre todo, 90. Pero es también un elemento de seguridad, ya que permite mantener la concentración en la carretera y, por tanto, minimizar el riesgo de accidentes de tráfico.
La DGT advierte que conducir con 35º es similar a hacerlo con una tasa de alcohol de 0,5 mg
Los expertos aseguran que la temperatura ideal para conducir oscila entre los 21º y 23º. A partir de 24º, disminuye la capacidad de atención y la agudeza visual y aumenta la agresividad, así como el tiempo de reacción al volante. Como explica en Diario Sur Juan Carlos González Luque, asesor médico de la DGT, cuando se regula la temperatura corporal, el cerebro se ralentiza, provocando fatiga y sueño.
Los efectos del calor en la conducción varían en fusión de la temperatura en el habitáculo. Según los departamentos de climatización y termodinámica de Behr, a partir de 23º, el conductor no ve el 3% de las señales de tráfico y el 6% si la temperatura es de 28º. A partir de 32º, el porcentaje sube hasta el 10. Además, con 30º, el conductor aumenta en un 20% los fallos al volante y la capacidad de reacción aumenta en un 22%.
El riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta un 30% en conductores alérgicos
Pero, sin duda, el dato más preocupante es que, según la DGT, a partir de 35º el conductor empieza a sufrir síntomas similares a una tasa de alcohol de 0,5 mg en sangre, es decir, el máximo permitido para conductores normales (no profesionales y noveles). Esto explica la importancia vital de viajar en verano con el aire acondicionado o el climatizador, a una temperatura que oscile entre los 20 y 24º y con los aireadores orientados hacia arriba, nunca hacia la cara.