Un estudio llevado a cabo por el Grupo de Expertos en Calidad del Aire del Gobierno del Reino Unido (AQEG, por sus siglas en inglés) ha determinado que el desgaste de los neumáticos es más contaminante que las emisiones de escape, concretamente hasta 1.000 veces más dañino que el las partículas que emite un motor de combustión. La popularización de los SUV y otros vehículos pesados está provocando un incremento de la contaminación.
Los coches sin etiqueta generan el 50% de la contaminación
Las partículas dañinas de los neumáticos, y también el fino polvo que desprende el sistema de frenos de los vehículos, son un problema ambiental muy grave, el cual se está viendo acelerado por la creciente popularidad de los vehículos grandes y pesados, como los SUV, y la demanda cada vez mayor de coches eléctricos, que son más pesados que los automóviles tradicionales debido a sus enormes baterías.
La contaminación por desgaste de neumáticos es hasta 1.000 veces más perjudicial que las emisiones de escape
A diferencia de las emisiones de escape, que está regulado por diferentes organismos encabezados por la Unión Europea y sus cada vez más estrictos límites, la contaminación por desgaste de los neumáticos no se somete a ningún tipo de control. Los coches nuevos ahora emiten muy poco en materia de partículas contaminantes, pero existen una creciente preocupación en torno a las “emisiones no de escape”.
Las Non-exhaust emissisons (NEE) son partículas liberadas en el aire por el desgaste de los frenos, de los neumáticos, de la superficie de la carretera y de la elevación del polvo de la carretera durante el tránsito de vehículos. No existe una legislación que limita o reduzca las NEE. Sin embargo, se calcula que este tipo de emisiones constituyen la mayoría de las partículas primarias del transporte por carretera: el 60% de PM2.5 (material con tamaño inferior a 2,5 micras) y el 73% de PM10 (material con tamaño igual o inferior a 10 micras).
En el reciente estudio ‘Non-Exhaust Emissions from Road Traffic’, publicado por el AQEG, los expertos recomiendan que los NEE se reconozcan inmediatamente como una fuente de concentraciones ambientales de partículas en el aire, incluso para vehículos con cero emisiones de partículas de escape, como los eléctricos.